La CUTI pide "hacer muchísimo más" para aprovechar el "potencial" del sector TIC

Las empresas que integran la CUTI se caracterizan por ser “deficitarias en personal”: según sus cálculos, hay 3.500 puestos de trabajo que no pueden ser cubiertos con trabajadores locales. Es que el “principal desafío” que tiene el sector es que los jóvenes elijan estudiar tecnología. La proporción de alumnos de secundaria que eligen estudiar una carrera tecnológica es del 12%, una cifra que el ejecutivo pretende que aumente. “Me encantaría que un chico aspirara a ser empresario tecnológico en vez de ser jugador de fútbol, que aspirara a tener su startup y apareciera en la pantalla de Nasdaq”, expresó Perea.

El empresario destacó como otra de las características del rubro la “transversalidad” que tiene con otras industrias, como el agro, la logística, el comercio, los servicios financieros y la salud.

En la agenda política

Consultado acerca de si el sistema educativo está haciendo lo suficiente para la formación de trabajadores especializados ("talento"), el nuevo presidente de la CUTI celebra que se está haciendo “mucho más” de lo que se hacía hace algunos años. Esta mejora se refleja en, por ejemplo, el trabajo con centros educativos, como la Universidad Tecnológica (Utec). “Es algo espectacular. Te maravilla las capacidades y los técnicos que salen, los laboratorios que tienen”, destacó.

Sin embargo, Perea lamentó que no todos los estudiantes que se anotan consiguen entrar en la carrera. En 2023, por ejemplo, a un curso con capacidad para 40 alumnos se anotaron 500 interesados. “Estamos dejando a un montón de chicos que quieren estudiar una carrera tecnológica sin la posibilidad de hacerlo en el interior, que tiene una infraestructura y condiciones espectaculares”, lamentó.

El ejecutivo opinó que “se puede y debe hacer muchísimo más” y pidió el involucramiento de “toda la sociedad”. Para no ser “injusto”, aclaró que Uruguay logró “una política de Estado” en la industria que es independiente de los “partidos que gobiernan”. Incluso, esto se refleja en las publicidades de los candidatos y los partidos políticos, que “hablan de ciencia y tecnología”. Pero “falta”: “Lo que precisamos es que eso vaya al potencial que tiene. No es que no se haga lo suficiente. Es que hay mucho por hacer y es muy conveniente para el país”.

Consultado sobre si el asunto está teniendo el lugar que merece en los programas de gobierno, el presidente de la CUTI dijo que la presencia es “dispar”. El empresario considera que hace falta “interactuar con los sectores políticos” y los equipos de los candidatos para que puedan “entender” cómo a través de la ciencia y la tecnología pueden alcanzar sus “objetivos generales”.

Dos lecturas de las exportaciones

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, quedó impresionado cuando vio los números de las exportaciones de la industria tecnológica y los mercados a los que vendían, porque son destinos “superexigentes”, recordó Perea. El 85% de las ventas al exterior de las empresas de la CUTI se dirigen a Estados Unidos y el segundo mercado es el Reino Unido.

Pero además de esta lectura positiva, los empresarios también consideran que es necesario “diversificar” esas ventas. “Hay mercados donde podemos tener potencial de entrar, pero no están dadas las condiciones de apertura. Hay trabas arancelarias importantes, faltan acuerdos para evitar la doble tributación o países que entran con mucho mejores condiciones que nosotros y todavía nos generan una competencia complicada”, lamentó. Por tanto, para la CUTI la apertura comercial es un tema “pendiente”.

Perea destacó que hay algunas iniciativas que tuvieron “excelentes” resultados, como el consulado tecnológico que Uruguay abrió en San Francisco en 2019, que podría ser replicado en otras ciudades. “Es un excelente ejemplo de relacionamiento público-privado para esa apertura de mercados, generar conocimientos del entorno, facilitar al emprendedor que se toma un avión”, comentó. El ejecutivo sugirió que debería haber una oficina así en Londres, Madrid o incluso en China.

Queda “mucho por hacer” respecto a la apertura de mercados, según Perea, quien también ve con buenos ojos iniciativas como la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas o las posibles firmas de tratados de libre comercio con China, o entre el Mercosur y la Unión Europea.