En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
+
Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad
Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.
Suscribite a Búsqueda
DESDE
UYU
299
/mes*
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
El Plenario Nacional del Frente Amplio estaba convocado el sábado 21 para comenzar el proceso de análisis posterior a la derrota en las elecciones nacionales, después de 15 años de gobierno. Y sin embargo, el punto más álgido llegó con la discusión que plantearon las bases frenteamplistas de Montevideo para que la coalición de izquierda elija un nuevo presidente durante el 2020.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La gestión de Javier Miranda es cuestionada por las bases y por dirigentes de varios sectores oficialistas. El propio presidente de la coalición, cuyo mandato termina el año que viene, duda de si volver a presentarse, según transmitió a varios allegados. Dependerá, dijo, de si aparecen los apoyos sectoriales suficientes para sostener su candidatura.
Miranda había planteado a algunos sectores su idea de postergar la contienda interna para el 2021, porque los estatutos del Frente Amplio establecen que no se pueden convocar en un año electoral, y en mayo próximo hay elecciones departamentales.
El interés de las bases de adelantar el proceso no se vio reflejado por completo en la resolución que adoptó el Plenario Nacional el sábado. La hoja de ruta aprobada fijó para agosto del 2020 la convocatoria a un nuevo plenario que realizará “la evaluación de la marcha del proceso” de autocrítica y “discutirá la convocatoria a elecciones internas del Frente Amplio”.
El resultado electoral ubicó a la coalición de izquierda como el principal partido de la oposición, explica la resolución, lo que implicará “ejercer un fuerte control de la agenda política y de resguardo de los derechos conquistados durante estos casi 15 años”.
La idea de volver a discutir el tema en noviembre se debe a que “hay que analizar la situación social en ese momento”, explicó a Búsqueda uno de los dirigentes que trabajó de cerca en la elaboración del cronograma. “No podés meterte en una discusión interna si a nivel social hay tensión por las medidas que toma el nuevo gobierno”.
El gobierno electo tiene una agenda ambiciosa para su primer año en el poder. El 1º de marzo enviará al Parlamento un proyecto de ley de urgente consideración con centenares de artículos, entre los cuales es posible que haya medidas que provoquen movilizaciones sindicales. Los gremios de la educación ya advirtieron que estarán alertas a posibles cambios en la gobernanza de la Administración Nacional de Educación Pública, mientras que en el PIT-CNT preocupan las modificaciones a los consejos de salarios.
Una vez que termine la discusión por la ley de urgencia, comenzará el debate por la de Presupuesto, la norma legal más importante del período en términos económicos, otra instancia donde suele aumentar la conflictividad.
En la declaración que aprobó el Plenario, parece claro de qué lado estará el Frente Amplio en la discusión. “A partir del 1º de marzo, el Frente Amplio estará preparado para acompañar al pueblo uruguayo, como férreo defensor de todas las conquistas alcanzadas durante estos 15 años”, dice. “El camino será el de siempre: la lucha, la movilización y la generación de conciencia”.
El resultado electoral ubicó a la coalición de izquierda como el principal partido de la oposición, explica la resolución, lo que implicará “ejercer un fuerte control de la agenda política y de resguardo de los derechos conquistados durante estos casi 15 años”.
Para el oficialismo, la futura coalición gobernante representa una opción “por el país de los privilegios para sectores que pretenden recapturar la renta, ajenos completamente a los intereses de las grandes mayorías de trabajadores, estudiantes, jubilados y pensionistas, pequeños y medianos comerciantes e industriales, productores rurales y familiares, artistas y representantes de la cultura, la academia y el mundo profesional”.
El gabinete presentado por Luis Lacalle Pou días atrás “representa los intereses de los sectores del agronegocio vinculados a la exportación, las viejas recetas fondomonetaristas, las cámaras empresariales y componentes que expresan el pensamiento cívico-militar de la vieja doctrina de la seguridad nacional”, sostiene la declaración titulada A redoblar la esperanza.
Campaña errática
La hoja de ruta definida para la autocrítica y el balance del proceso que llevó a la derrota electoral prevé que hasta el 15 de junio podrán recibirse aportes escritos que se harán circular en la estructura frenteamplista.
Pasadas las elecciones departamentales de mayo se retomará la discusión mediante instancias participativas, talleres y otras actividades. Los ejes de discusión propuestos incluyen, entre otros asuntos, la evaluación de los gobiernos, de la campaña electoral, la relación Frente Amplio-gobierno-movimientos sociales y el desempeño de las autoridades de la coalición de izquierda.
El Comité Cuaró distribuyó un documento de cuatro carillas con su balance días antes del Plenario. “Los errores los encontramos mucho más en la esfera política que en la gestión, tanto del gobierno como de la propia fuerza política”, dice el documento.
La hoja de ruta definida para la autocrítica y el balance del proceso que llevó a la derrota electoral prevé que hasta el 15 de junio podrán recibirse aportes escritos que se harán circular en la estructura frenteamplista.
El comité advierte que en los últimos 15 años la “democratización” de las Fuerzas Armadas fue “errática”, la izquierda no pudo “levantar órganos de prensa y difusión” de sus ideas que fueran atractivos y tampoco encontró “un modelo económico que redujera la dependencia de nuestro país del agronegocio y la inversión extranjera directa”.
“En general los lazos con la sociedad, las organizaciones populares, la Universidad, la cultura, etcétera, se distendieron, perdiendo calidad en el diálogo, desatendiendo contradicciones planteadas, disminuyendo la capacidad de escucha a amplios sectores”, agrega.
El Comité Cuaró sostiene que la campaña electoral fue “errática, desconcertante para los militantes y la ciudadanía”. Critica que estuviera “demasiado centrada” en el candidato y su persona, sin aprovechar la credibilidad del Frente Amplio. “Los múltiples comandos que se armaron y desarmaron durante la campaña, y que no pocas veces se contradecían entre sí, no lograron asumir la conducción de la misma y muchas veces aumentaron la dispersión y el desconcierto”, describe. “La forma en que se llegó a la propuesta de la candidata a vicepresidenta se entendió como inadecuada, basada en intereses que no tenían que ver con el interés general e incluyendo el manoseo de varias compañeras; todo esto ante la prensa y la ciudadanía toda”.
Sobre el final del documento, los militantes proponen culminar el proceso de autocrítica con la elección de nuevas autoridades del Frente Amplio.
