El presidente de la Sociedad de Productores Forestales, ingeniero agrónomo Carlos Faroppa, dijo a Campo que el 2014 que pasó fue un mejor año que el 2013, tanto en cuanto a precios como en actividad. Destacó del año pasado la apertura de la planta de celulosa de Montes del Plata, que influyó fuertemente en las exportaciones, por más que todavía su funcionamiento no es total.
Con Montes del Plata se dio la mayor inversión en la historia del Uruguay, proyectando una influencia en el PBI del país del 1,7, cuando su capacidad esté a pleno, cosa prevista para este año 2015. Tiene capacidad de producir 1.300.000 toneladas de pasta de celulosa, generando 550 puestos directos en la propia planta ubicada en Conchillas, Colonia y 5.700 puestos laborales indirectos además de tener influencia debido a sus actividades en 11 departamentos.
El sector forestal uruguayo es “hoy por hoy, neto exportador”, fue creado para generar y sustituir algunas actividades que dejaron de ser influyentes. La realidad marca, según Faroppa, que ya es uno de los tres sectores que le generan más divisas al país, detrás de la carne y los granos. El sector le reportó en el año 2014 unos U$S 1.200 de exportaciones totales, una buena cifra si se tiene en cuenta que tanto Montes del Plata como UPM no produjeron con su capacidad a pleno. En el caso de UPM tiene la autorización del gobierno uruguayo para ampliar su capacidad de producción de un millón a un millón trescientas mil toneladas de celulosa, cosa que generó nuevas pero reiteradas desavenencias con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Un párrafo aparte es lo que genera el sector en el ámbito interno con el movimiento de las mueblerías, las carpinterías, que ya están sustituyendo maderas importadas por muy buenas maderas nacionales, donde por ejemplo se consigue eucaliptos secos de excelente calidad. Destacando también la venta de rolos, chips, papel, cartón y maderas terminadas donde estos subproductos también producen divisas, trabajo y el valor agregado que la madera necesita.
Las empresas uruguayas que trabajan en el ámbito del aserrío han ido creciendo fuertemente, donde la mayoría tiene mercados seguros porque “han hecho una red de exportación con un gran trabajo de mercadeo donde el pino o el eucaliptos uruguayos son reconocidos en el exterior como marca, son reconocidos por su calidad”. Algo similar, dijo Faroppa, sucede con los carpinteros, “antes buscaban lapacho, roble, cedro, peteribí, mientras que hoy buscan eucaliptos nacional porque saben que es una madera estable, de calidad, que la trabajan de buena forma”.
Las buenas maderas uruguayas van a mercados exigentes como lo son Estado Unidos, México, Europa y el sudeste asiático.
Infraestructura y la forestación
Faroppa señaló que Uruguay “ha hecho esfuerzos para mejorar, pero son insuficientes, los accesos a puertos están casi colapsados, sacar la producción es difícil, pero en infraestructura real hay pocos avances. Es una lástima que no se haya podido poner en funcionamiento el ferrocarril, porque lo que transporta el tren hoy en Uruguay es nominal”.
Donde dejó claro “que si el tren funcionara, hubiese sido determinante en la instalación de alguna de las plantas de celulosa que hoy tenemos, porque sacar la producción vía tren a un puerto de aguas profundas a gran escala facilita. Así funciona en Europa, los trenes entran dentro de las plantas como algo normal”.
Puso el ejemplo del tren y el arroz, que ingresa al complejo arrocero del Este y los vagones salen con carga, pero la forestación está bastante lejos de todo eso, porque el tren no ha aumentado su capacidad de carga en Uruguay, señaló Faroppa lamentándose por la situación.
“El tren seria parte de la solución, no toda, pero sí parte de ella”, aseguró.
No es casualidad que haya crecido la capacidad de los “graneles agrícolas, que pasaron de tres millones a 16 o 17 millones toneladas de capacidad de acopios, donde el tren no tomó nada de esa carga, todo termina en puerto pero por camión”. Es necesario mejorar la vialidad porque seguimos teniendo los mismos puentes, las mismas carreteras con un incremento notoriamente superior del tránsito.
Según estudios realizados, el tránsito creció a un ritmo del 7% anual entre 2000 y 2013, en tanto que el costo en dólares de mantener un km de red vial en 2013 es 2,3 veces superior al del año 2000. Para ponerse a “rueda” Uruguay necesitaría invertir un 7% del PIB en todo el quinquenio, porque tiene un 4,5% para cubrir el rezago de las décadas anteriores, más una inversión anual que es un 0,5% superior a la actual . Ese porcentaje, en la suma de los cinco años del próximo gobierno representa US$ 3.894 millones, según expresa un informe hecho público por los economistas Gabriel Odonne y Alfonso Capurro, de CPA/Ferrere .
En referencia a si la falta de infraestructura ha impedido la llegada de inversiones al país, Faroppa dijo que no lo tenía claro, pero que “sí es cierto que no hay en carpeta futuras inversiones importantes y el país ha dejado de crecer, esa es la realidad”.
Sobre una tercera planta de celulosa, cosa que el presidente Mujica ha mencionado con insistencia y donde en su último viaje a Filandia los medios manejaron la información de que iba a “ofrecer las condiciones” para que aquí se instalara, Faroppa dijo “desconocer las características de esa idea; por más que son procesos de mediano plazo, se deben analizar el lugar, las condiciones, la viabilidad, el proyecto, por eso hay que pensar en por lo menos 5 años, eso si hay madera disponible e infraestructura razonable”.
Área utilizable
De las 17.600.000 ha de superficie terrestre de que dispone el país unas 16.400.000 se pueden utilizar en actividades agropecuarias, encontrándose un 5% de dicha área cubierta por bosques nativos y un 5,3% por bosques implantados.
Según la Opypa en su publicación de 2013 en 1990 había 45.000 hectáreas plantadas, en 2000 se había llegado a 600.000 hectáreas y 12 años después se logró alcanzar 1 millón de hectáreas.
El PIB del sector forestal (silvicultura) aumentó 180% y mostró una tasa de crecimiento anual de 4,4%, siendo el sector que más contribuyó al crecimiento del PIB agropecuario según la publicación.
Inversión en prevención de incendios
Con una masa forestal muy importante las empresas han diseñado un plan de prevención de incendios forestales para cuidar sus propios bosques.
En este ámbito, el gerente de la Sociedad Productores Forestales, Ing. Atilio Ligrone, mencionó algunos detalles del plan de protección de incendios que coordina dicha organización, donde están involucradas 47 empresas, cubriendo unas 720.000 hectáreas de bosques comerciales plantados, que sería un 85 % del total. Destacó la fuerte inversión para que este plan se ponga en funcionamiento en la temporada 2014/2015, ya que “estamos hablando de 3 millones de dólares que aportan las empresas”. Esta cobertura tiene previsto dividir el país en tres zonas, para un mejor trabajo y no demorar más de 40 minutos en llegar en caso de un foco ígneo. Por eso habrá un helicóptero y una cuadrilla en Treinta y Tres, otra en Tacuarembó y la restante en Guichón. Otra de las cosas previstas es la vigilancia en avión, además de las campañas educativas que se realizan en los centros poblados vinculados al sector, tratando de que pobladores y transeúntes tomen conciencia de los cuidados que hay que tener con respecto a los bosques.
El gerente de la SPF destacó que en los bosques comerciales casi no se han dado situaciones de incendios debido a que son plantados “con características propias” para precisamente prevenir cualquier siniestro, tienen cortafuegos, calles internas, se respeta la cantidad de árboles por cuadro, todas cosas que ayudan a prevenir, además de que la gente que entra a los montes está capacitada y sabe realizar los manejos.
Sobre esto, Faroppa dijo que “lo que hace el sector es unificar esfuerzos para prevenir, creo que marca una maduración en este sentido. Creo que es bueno demostrar cómo los productores pueden agruparse y trabajar en forma conjunta persiguiendo un fin común”.
Edicto del Fuego
Tal como lo establece el Decreto 436-07 de la Direcciona Nacional de Bomberos, en su artículo 2º, “a partir del 1º de diciembre de cada año y hasta la segunda quincena de abril del siguiente año queda prohibida la realización de fuegos y quemas de cualquier tipo al aire libre en todo el territorio nacional”.
