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La melena negra y lacia al viento, la mirada dulce y fuerte a la vez y unos dientes que quieren escaparse entre los labios, con un aire muy latino. Esa es la foto de Joan Baez en 1963. Cabello corto y blanco, brillante, de sonrisa amplia y confiada. Una mujer refinada que sigue usando jeans y ruanas. Es la foto de Baez al filo de cumplir los 73 años, el próximo 9 de enero. La “reina de la canción de protesta” que levantó polvareda con apenas 18 años de edad, nació en Staten Island, Nueva York, en 1941, y se convirtió en una sólida representante del movimiento folk-pop de su país, con proyección internacional.
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La cantante comparte el mismo nombre pero en versión masculina con su primo John Baez, que nació en 1961 y es matemático: investiga la “gravedad cuántica en bucles” y la “aplicación de la teoría de las categorías a la física”, difundiendo todo lo que lee y descubre en grupos de noticias de Internet. Le tocó, además, ser una de las hijas del físico de origen mexicano nacionalizado estadounidense Albert Vinicio Baez, uno de los inventores del primer microscopio de rayos X para estudiar células vivas, junto con el profesor de Stanford, Paul Kirkpatrick. En su momento, Albert se negó a trabajar en el desarrollo de la bomba atómica y tiempo después dijo no a trabajar en puestos bastante bien pagos en la industria armamentista. Murió a los 94 años.
Su mamá se llamaba Joan Chandos Bridges, fue profesora de Literatura y murió a los 100 años. Albert y Joan se casaron en 1936 y tuvieron tres niñas. Muy pronto la familia, que tenía un fuerte arraigo religioso, se convirtió al cuaquerismo.
Dylan y pacifismo.
El último disco que editó Baez fue “Day After Tomorrow”, en 2008. Su carrera arrancó en Boston, adonde se mudaron porque su padre entró a trabajar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Activista desde la adolescencia, Baez dedicó tiempo a cantar en las prisiones y en los teatros de los negros, en aquellos tiempos en los que no se permitía su entrada a establecimientos de blancos.
Tuvo un romance con Bob Dylan, con quien concordaron en el rechazo a la guerra de Vietnam y en la lucha por los derechos civiles. Juntos cantaron en la marcha sobre Washington de 1963, cuando Martin Luther King leyó su emblemático discurso “Tengo un sueño”. Además de discos de canciones, grabó algunos más experimentales, como “Baptism”, donde recita y canta poesías. En otro disco, “Joan”, de 1967, canta “Annabel Lee” basándose en un poema de Edgard Allan Poe. Otro vinilo fue en homenaje a su amor de entonces, “Baez sings Dylan”. Todos los temas de “Gulf Winds”, del 74, fueron escritos por ella.
Con los Coen.
Joan Baez, Patti Smith y Jack White actuaron para los hermanos Joel y Ethan Coen en la presentación de “Inside Llewyn Davis”, debido a que la película transcurre en el nacimiento del movimiento folk en Greenwich Village y se inspira en la biografía del cantautor Dave Van Ronk. Fue en Nueva York el 29 de setiembre de este año, poco antes del estreno el 6 de octubre, y fue a beneficio de la National Recording Preservation Foundation.
Madre e hijo.
Baez estuvo detenida varias veces por negarse a pagar impuestos argumentando que servían para financiar la guerra de Vietnam, lo que llevó a que el FBI la tuviera bajo la mira mucho tiempo. En su carrera destinó parte de sus ganancias a organizaciones en pro de la no-violencia. En 1968 se casó con el periodista y pacifista David Harris, a quien conoció en la cárcel. Quedó embarazada de su único hijo, Gabriel Harris, y cuando dio a luz, Harris estaba preso por no enrolarse para la guerra. Joan vivió el multitudinario y emblemático festival de Woodstock embarazada de “Gabe”, como le gusta llamar a este muchacho que hoy supera los 40 años.
Madre e hijo se llevaron muy mal. Según un artículo de “The Sundays Times Magazine” de 2012, Joan reconoce haber estado ausente en la crianza y estar siempre “pensando en otra cosa”. Y Gabe fue el adolescente rebelde que se fugaba en los excesos y de la casa. El orgullo de Joan es inocultable. “Ahora Gabe es padre y es increíble. Él vivió una época muy dura cuando era niño. Podría haber heredado todo lo malo y haber hecho lo mismo que yo. Pero no lo hizo. Su hija Jasmine tiene ocho años y es muy bonito verles juntos. No estoy segura de dónde lo aprendió, pero es un padre maravilloso”.
Las bombas.
Una de sus últimas acciones como pacifista fue una breve carta encabezada “Al pueblo iraní”, que termina con la frase: “Yo tengo la suerte de estar viva para presenciar este movimiento. Les envío mis oraciones, mi amor y mi apoyo”. Baez conoce de primera mano la guerra porque en 1972 viajó a Hanoi (Vietnam del Norte) a visitar prisioneros de guerra estadounidenses y le tocó el peor bombardeo a esa región. A la vuelta dio una conferencia en Stanford titulada “Bajo el bombardeo”. Pero esta mujer tesonera se ganó antipatías de izquierda cuando, años después, creó la organización Humanitas para defender a los vietnamitas que huían en precarias embarcaciones del régimen comunista de su país.
El celuloide.
Hizo trabajos para cine, como la canción “Rejoice in the Sun”, escrita por Diane Lampert y Peter Schickele para “Silent Running” (1972), y su ya clásica canción final para “Sacco y Vanzetti” (1971), de Giuliano Montaldo. La cantante también cantó en vivo “Blowin’ in the Win” en el telefilme “Fame” y con ese mismo tema participó en la banda de sonido de “Forrest Gump”, con Tom Hanks.
En Latinoamérica.
Amiga de Mercedes Sosa e intérprete de “Gracias a la vida” de Violeta Parra, Baez estará en el Auditorio del Sodre el 11 de marzo de 2014, en una gira que también la llevará al Gran Rex de Buenos Aires y a Santiago de Chile. En el escenario estará acompañada por Dirk Powel en banjo, mandolina, guitarra, acordeón y teclados y por su hijo Gabriel en percusión. Tocará canciones de Dylan, Elvis Costello, Donovan, Leonard Cohen y Simon & Garfunkel, entre otros compositores. Las entradas se venden en Red UTS, Red Pagos y Tienda Inglesa de todo el país, desde $ 950 a $ 2.000.