Maldonado (María Paz Sartori, enviada). El complejo de vacaciones Solanas, que tiene su entrada sobre la ruta de llegada a Punta del Este, aporta nutrientes de las aguas servidas al terreno que luego escurre a las napas subterráneas y termina en la Laguna del Sauce. El complejo trata sus aguas residuales y degrada la materia orgánica, pero no cuenta con la fase terciaria de tratamiento que filtraría esos nutrientes que se liberan cuando la materia orgánica se descompone.
El exclusivo Hotel del Lago y las casas de veraneo que lo rodean también aportan a la laguna y hasta el barrio cerrado Laguna de los Cisnes en incipiente desarrollo “empieza a tener una serie de interferencias”, contó a Búsqueda el biólogo Néstor Mazzeo del Departamento de Ecología y Evolución del Centro Universitario Regional Este (Cure) y la Facultad de Ciencias. Mazzeo, quien es además coordinador ejecutivo del Instituto Saras, ha tomado muestras y analizado los altos niveles de nutrientes en la zona.
Pero los problemas vienen también de Pan de Azúcar, que tiene una baja tasa de conexión al saneamiento, y de una población creciente de bajos recursos afincada en La Capuera, que hoy llega a 7.000 personas sobre la margen de la laguna; todos están involucrados. Además, el exceso de nutrientes por uso de fertilizantes en agricultura y el ingreso del ganado directamente al agua son parte del problema.
La laguna tiene estos “dos grandes escenarios contrapuestos”, según Mazzeo: el productivo —que concentra la “tensión” entre la agricultura con los cultivos y la ganadería y el uso de fertilizantes y agroquímicos— y la zona poblada —ya sea con fines turísticos o residenciales permanentes— con falta de saneamiento. Provocan que en la laguna se generen procesos de “eutrofización” que causan problemas en el agua que OSE toma para potabilizar.
Se trata de un “combo de actividades” que aportan nutrientes a las aguas y favorecen el crecimiento de fitoplancton, entre ellos cianobacterias que pueden tener componentes tóxicos. Para lidiar con todos los problemas se necesita “un sistema de contralor y fiscalización que no hay hoy”, opinó Mazzeo.
Hay “un vacío en las competencias sobre el cuerpo de agua” en el área de control y fiscalización, dijo Javier Iojes, representante de la Unión Vecinal de Punta Ballena y Laguna del Sauce durante la última reunión de la Comisión de Cuenca de Laguna del Sauce (CCLS) en la que el gobierno, la academia y la sociedad civil se encuentran y funcionan como órgano asesor.
Hay distintas opiniones. Algunos plantean que sobre el agua de la laguna tiene competencia la Policía de Piriápolis (el Ministerio del Interior), pero la Intendencia de Maldonado en un informe dice que es la Prefectura la que tiene competencia. “Pero la Prefectura dice que no es competencia de ellos”, resumió Iojes.
Es un tema planteado en el Plan de Acción que se viene “arrastrando desde hace tiempo” y que hay que “trabajar”, informó en esa instancia Luis Reolón, director de la División de Evaluación de la Calidad Ambiental en la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama). La reunión se realizó el jueves 27 de agosto; los integrantes se reunieron en la Junta Departamental de Maldonado, como lo hacen al menos una vez por mes desde hace unos seis años con pocas interrupciones, incluso desde antes de que la comisión se creara formalmente. Varios de sus integrantes coinciden en que le falta “visibilidad”.
Para Federico Casas, representante de la Comisión de Vecinos de La Capuera en la CCSL, se avanza lento. La clave está en “encontrar instituciones y organismos que tienen jurisdicción para poder actuar y activar la normativa vigente”.
Comisión.
Luego de la crisis de marzo de 2015, cuando el agua de OSE tomada de la laguna tenía olor y sabor desagradable para el consumo de los habitantes de Maldonado, el gobierno presentó el paquete de medidas. El “Plan de acción para la protección de la calidad ambiental y la disponibilidad como fuente de agua potable de la cuenca hidrológica de Laguna del Sauce” fue aprobado y en junio presentado por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. Integrantes de la CCLS destacaron que las medidas estaban listas desde 2011 y fueron elaboradas en esa comisión. Destacan la voluntad política actual “de avanzar”, que comienza a mostrar resultados.
El Plan de Acción consta de 13 medidas que incluyen el saneamiento total de localidades como La Capuera, la aplicación de “planes de uso y manejo” del Ministerio de Ganadería, la elaboración de un plan de ordenamiento territorial de la zona y el control de la navegación y el uso de plaguicidas, entre otros puntos.
La Intendencia de Maldonado envió a la Junta esta semana una serie de “medidas cautelares” propuestas para Laguna del Sauce “en el marco del proceso de elaboración del Plan Local de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible”. El documento a estudio de la Junta plantea limitar “temporalmente los nuevos fraccionamientos con fines residenciales”, no permitir la división de predios mayores a una hectárea, suspender la división de aquellos categorizados como rurales en menos de 30 hectáreas, prohibir la construcción, el movimiento de suelo y el uso de agroquímicos en el área de 150 metros en torno al perímetro del sistema de la laguna, entre otras medidas. También establece restricciones para los cursos de agua que desembocan en la laguna.
Reolón explicó a Búsqueda que con las medidas cautelares la Intendencia asume la responsabilidad de una gran parte del Plan de Acción y por eso es “muy importante”.
Roberto Chiacchio, director general de Planeamiento de la Intendencia de Maldonado, informó durante la reunión de la CCLS que prevén tener pronto en un año el plan de ordenamiento territorial de la cuenca y en un plazo similar las medidas cautelares operativas.
“La laguna tiene niveles tan altos de nutrientes que si queremos recuperarla en un plazo razonable, tenemos que cortar con todos lo aportes. Significa salir de esta configuración en una ventana de 10 a 15 años si hacemos las cosas súper bien y rápido”, destacó Mazzeo.
“Hace seis años, cuando arrancamos en este espacio, había 150 hectáreas de soja y ahora estamos llegando a las 2.000. La transformación es tremenda. Pese a este crecimiento sigue siendo una situación de las más sencillas de resolver por el número de predios y productores”, unas pocas decenas, dijo Mazzeo. “Es una prueba de fuego. Si no resolvemos este caso, el de Santa Lucía no lo resolvemos nunca”, aseguró.
Casas destaca la necesidad de atender la diversidad del problema, que la educación de la población local debe ser un componente abordado y pide apoyo. Los centros educativos de la zona pueden aportar “recuperando y plantando el monte ripario que se está talando, hay voluntariado que puede hacerlo”, planteó como ejemplo.
Monitoreo.
La Universidad de la República expuso en la Comisión la necesidad de realizar mejoras para monitorear las condiciones ambientales de la laguna y poder así evaluar los aportes de nutrientes, tomar decisiones y medir el impacto del Plan de Acción. Cuentan con recursos de proyectos de investigación, pero necesitan dinero para la compra de equipamiento. Reolón destacó que el Ministerio de Vivienda prevé contar con mayor presupuesto para temas ambientales y prevé la instalación de equipamiento de control en algunas cuencas del país.
“La Intendencia no tiene dinero para asumir nada”, comentó Bethy Molina, directora de Medio Ambiente de Maldonado, durante una de sus intervenciones en la CCLS el jueves 27.
Sin acuerdo.
La última reunión de la CCLS terminó con un manto de dudas sobre el vínculo de trabajo que une al Instituto Saras —integrado por investigadores de la Universidad de la República— y la Intendencia de Maldonado. En un acuerdo firmado en abril con la anterior administración de la intendencia, los investigadores se comprometieron a entregar dos informes sobre Laguna del Sauce con el objetivo de brindar insumos para el plan de ordenamiento territorial. Las nuevas autoridades no asumieron el compromiso. “El convenio cayó”, informó Ana María Martínez, de la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial.
Los investigadores están terminando el primer estudio para el que contrataron profesionales, pero el dinero no llegaría para remunerar ese trabajo. “El cambio de gobierno plantea por el momento importantes interrogantes de cómo este proceso continuará y cómo será la articulación de esta temática entre el nivel nacional y el departamental”, destacó Mazzeo, integrante del equipo académico. “Es una lástima, es el instrumento para resolver este problema”, dijo. Indicó que el Plan de Ordenamiento Territorial de Laguna del Sauce “es clave para la restauración del sistema” y “representa un enorme desafío para el Uruguay”, que tiene escasa experiencia en ordenamiento de cuencas rurales.
