En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Siempre estuvieron allí. Sin embargo, permanecían invisibles para un público que hoy redescubre con asombro unos edificios que padecían el desprecio público. Propiciado en gran parte por las plataformas digitales y un cierto sentimiento de nostalgia, el brutalismo vive un revival y se cuela entre las tendencias actuales en la arquitectura y la decoración.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Este estilo se identifica por unas construcciones robustas de hormigón visto, con una estética austera y en ocasiones grotesca. Aunque se extendió por todos los continentes, nació en Europa y fue especialmente popular en los países de ideología comunista. El brutalismo tuvo su auge entre los años 1950 y 1970 sobre todo para edificios institucionales, pero en la década de los 80 pasó a ser sinónimo de mal gusto y cayó en el ostracismo.
Curiosamente, en los últimos años Internet y las redes sociales empezaron a llenarse de imágenes de construcciones brutalistas alrededor del mundo. En paralelo, la muestra Latin America in Construction, 1955-1980, del MoMA de Nueva York y un documental de Jonathan Meades para la BBC resaltan la relevancia histórica y estética de este movimiento. A su vez, proyectos como #SOSBrutalism orquestados por el Museo Alemán de Arquitectura (DAM) y la fundación Wüstenrot buscan documentar y salvar edificios de esta corriente en riesgo de demolición.
En el cine, el departamento brutalista en Berlín del personaje de Lydia, interpretado por Cate Blanchett en la película Tár, capturó la atención del público. En el video de la canción Fever, una exultante Dua Lipa baila a lo largo de Alexandra Road Estate, un conjunto de bloques paralelos de edificios de viviendas de hormigón en el barrio londinense de Camden.
Íconos brutalistas
La palabra brutalismo no viene de una adjetivación, sino que deriva del francés béton brut (hormigón en bruto). Uno de los principales promotores de esta corriente fue Le Corbusier, que con su edificio de viviendas para trabajadores Unité d’Habitation en Marsella sentó las bases del movimiento. Le siguieron muchos otros, entre los que destacan los arquitectos británicos Alison y Peter Smithson, conocidos por el Robin Hood Gardens en Londres (recientemente demolido) y Louis Kahn con la Asamblea Nacional de Dhaka en Bangladesh. En Canadá, Moshe Safdie dejó su huella con Habitat 67 en Montreal, mientras que, en Italia, el estudio BBPR diseñó la icónica Torre Velasca en Milán, y en Barcelona Ricardo Bofill elevaba a categoría de postal las viviendas Walden 7.
2-McLeod Bovell _v2com.jpg
Liminal House, de los arquitectos McLeod Bovell, en Vancouver, Canadá
En Brasil el brutalismo alcanzó un punto culminante con arquitectos como Paulo Mendes da Rocha y su Gimnasio del Club Atléticio Paulistano, Oscar Niemeyer y los edificios gubernamentales de Brasilia, y João Vilanova con el Estadio Morumbi en San Pablo. En Argentina, Clorindo Testa contribuyó significativamente al movimiento con la Biblioteca Nacional en Buenos Aires y el Banco de Londres, y en Uruguay los arquitectos municipales Nelson Bayardo y José Tizze traducen el estilo en el Urnario del Cementerio del Norte.
Renovado interés
Tal vez el renovado interés actual surge de la atracción que genera la permanencia de estas edificaciones sólidas e inmutables en momentos en que el mundo cambia a pasos acelerados. Pero un acercamiento sin prejuicios políticos ni estéticos revela un estilo que inspira construcciones honestas que se muestran tal como son y están hechas para durar.
El brutalismo ha vuelto a conquistar el mundo del diseño y se aprecia en la revitalización de edificios históricos, como el Sirius Building en Sidney, el Barbican Centre en Londres, o la reforma del restaurante MMC con terraza del Museo Marítimo del Cantábrico, en la ciudad de Santander. Allí los arquitectos de Zooco han recuperado la esencia de la construcción dejando al descubierto los impresionantes pilares de hormigón sobre los que se apoya una bóveda y los apaciguan combinándolos con madera de roble.
Brutalist_Plants-2-Press-High_res-p41.jpg
A la derecha, el Mailman Center for Child Development, Universidad de Miami, del arquitecto Candela
Reflejo de este renovado interés es también la proliferación de libros dedicados al icónico estilo, entre los que destaca Brutalist Plants (Hoxton Mini Press, 2024). Curada por Olivia Broome, la obra presenta una selección de imágenes tomadas de su popular cuenta de Instagram. En sus páginas, se muestra cómo los edificios de hormigón se transforman en jardines integrando la vegetación y creando un contraste notable entre el concreto y las formas orgánicas de las plantas.
La nueva casa brutalista
El nuevo brutalismo es protagonista en el diseño residencial y de interiores y se adapta a la sensibilidad contemporánea. El apartamento Perfect Storm en Camperdown (Australia), del diseñador Matt Woods, parece una caja de hormigón. Siguiendo criterios de sostenibilidad, ha utilizado muy poco cemento en su construcción. En su lugar, empleó hormigón reforzado con fibra de vidrio, que lo hace más liviano y requiere menos cemento que las técnicas tradicionales. El acabado se logró con una pintura ecológica.
Las nuevas viviendas inspiradas en el brutalismo son robustas, de formas geométricas y ángulos que crean una sensación de solidez. Liminal House, del estudio canadiense de arquitectos McLeod Bovell, es una estructura sólida en la que domina el hormigón, la madera tratada y el aluminio, materiales duraderos que resisten el efecto de desgaste de un entorno costero.
Para lograr ambientes más atractivos y acogedores, la monumentalidad se suaviza con acentos orgánicos y materiales naturales y sostenibles, como la madera y los textiles. Así lo demuestran los interiores del proyecto Casa Gak, de Bernardes Arquitetura en San Pablo.
Minimalismo brutalista en este apartamento reformado por el estudio Killing Matt Woods, en Sydney, Australia
Concebida como un homenaje a Le Corbusier, Casa Suhka, de RVOStudio, recurre al cemento para crear una estética atemporal y lo combina con materiales locales, naturales y adaptados al clima, explica el arquitecto Raúl Velázquez. En esta vivienda situada en la costa mexicana del Pacífico, es posible convivir con el exterior gracias a las amplias terrazas techadas que resguardan del sol y de la lluvia, y que responden al carácter abierto y fluido de los espacios de las construcciones brutalistas.
La ornamentación no está reñida con el estilo, aunque los ambientes de esta corriente celebran la simplicidad, la pureza de los materiales y las líneas limpias. Los interiores de La Casa en la Colina Frente a la Cañada, de HW Studio en México, fueron diseñados con una clara intención minimalista: pocos muebles, tonos suaves, madera para equilibrar el frío del concreto desnudo y acero, que contrasta con la naturaleza del exterior.
Para acentuar la esencialidad, la paleta de colores en los interiores suele ser neutra, en la gama de grises, blancos y tonos tierra que permiten que la textura del material sea protagonista. Los muebles también siguen una línea minimalista y funcional y junto con las piezas de arte introducen el contraste que aporta calidez e identidad a estos espacios llamados a perdurar.