¿Qué relación hay entre su vocación de decoradora y el hecho de que en la infancia y adolescencia solía acompañar a su madre a remates?
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSiempre estuve ligada a los remates, la decoración y la estética. A mi papá le gustaba mucho todo lo que fuese la naturaleza, los aromas, las flores y las plantas. Cada vez que mamá iba a Buenos Aires volvía con algo, la decoración era parte de la vida de la casa, nos inculcó el gusto por el orden pero también por los cambios. A veces pueden ser desfavorables: por ejemplo, mamá cambió el marco original de un Zoma Baitler por otro más moderno y eso hoy día le quita valor al cuadro... Las modas van y vienen. Luego, ya casada, trabajé con mi marido en carpintería de aluminio y eso me acercó al metro y a trabajar con la gente. Cuando me separé empecé con la decoración.
¿Es cierto que le cuesta tirar papeles?
¡Horrible! Tengo un baúl que es una joyita, porque en la familia somos todos amantes de la lectura, entonces hay cartas, papeles sueltos, guardo hasta cosas de mis hijos de la época del kinder. Mi hermana Cochi (María Raquel Reyes, casada con el crítico musical Rodolfo Ponce de León y madre del comunicador Facundo Ponce de León), que es english teacher, tira todo. En casa una vez iban a tirar un libro de José María Delgado, mi abuelo materno, autografiado y con dedicatoria de Horacio Quiroga. ¡Y se iba a la basura!
Es una gran entusiasta del ballet. ¿Lo sigue practicando?
Es algo que empecé de grande, cuando tenía veinte. Lo discontinué cuando nacieron mis hijos y lo retomé con cincuenta años.
¿Cuál es su obra preferida?
Quizás “El lago de los cisnes”, por la música: ¡Tchaikovsky es divino! También “Romeo y Julieta”, reconozco que me gustan más las clásicas. Una de las cosas que trajo (Julio) Bocca son puestas en escena fantásticas, me acuerdo creo que en “La viuda alegre”, que la vimos con Gloria Boxer, y tenía una araña impresionante: decíamos “¡La quiero arrancar!”.
Su abuelo José María Delgado fue presidente de Nacional, su tío abuelo José María Reyes Lerena también lo fue, su hermano Joaquín Reyes Delgado ocupó un lugar en la directiva y su hermana es una conocida hincha. ¿Qué tanto va al Estadio?
Tengo horas de Estadio de cuando era chica, era el programa de la familia, y la última vez que fui fue justamente cuando murió papá, que le hicieron un homenaje en el Parque Central (Joaquín Reyes Rius fue uno de los fundadores de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales).Ahora los sigo por radio y televisión, pero mis hijos me hicieron poner plata para unos nuevos palcos, en breve voy a tener una parte de un palco con mis hijos y otros amigos, así que volveré a ir al estadio.
¿Es verdad que Juan Ramón Carrasco fue a su casamiento?
Si, él fue “la novia” de mi casamiento, era la estrella. Nosotros éramos muy amigos de Julio Montero Castillo, el papá de Paolo. Lo invitamos y a través de él hicimos el enganche con Juan Ramón Carrasco, “el Polilla” (Alfredo) de los Santos, y “Palito” (Juan Carlos) Mamelli.Además, mis padres se conocieron en el Parque Central; las grandes pasiones que compartieron fueron el amor por su familia y por Nacional, porque en política y demás eran bastante dispares papá y mamá.
¿Cuál fue el pedido más insólito que recibió de un cliente en un trabajo de interiorismo?
En la época de Alucril, la carpintería de aluminio, hicimos todas las mamparas para un motel.
Tiene tres hijos y dos nietos, Joaquín y Juana, ella recién nacida. ¿En qué cambió desde que es abuela?
Tengo más miedos. Una cuando es madre es más joven y más inconsciente, en cierta manera. Montevideo es una ciudad muy insegura, entonces tengo miedo de que les pase algo. Obviamente los miedos hay que superarlos, pero si me preguntás, eso es en lo primero en que cambié.
Su hijo Francisco Beramendi inauguró este año el Bar de Tapas Toledo. ¿Heredó de Ud. la pasión por la cocina?
Creo que lo que heredó de mí fue la pasión por el servicio. Él cocina muy bien pero no es chef en el restaurante, es manager. La cocina siempre fue parte de nuestra vida, me separé con ellos tres muy chicos y nos fuimos a vivir con mis padres, que tenían una excelente cocinera, en la época en que el cocinero solo cocinaba. Y el nombre del lugar también tiene historia familiar, porque la familia materna de mi padre, los Rius, tenían una chacra en Toledo. Y como al hablar de tapas uno piensa en España, el nombre se decantó solo.
¿Cuál es su mayor transgresión confesable?
En el año 71, con 14 años, fui delegada de mesa de Jorge Batlle. ¡Y eso que ni siquiera podía votar! Fuimos con Ana Inés Ramela, la hermana de Carlitos. Fue el año en que (Jorge) Pacheco Areco llamó a elecciones; y yo me paro para hablar de él, me parece que fue un gran político, que cumplió con su mandato de presidente y de llamar a elecciones libres.
Su cuñada, Magdalena Puig, también es decoradora. ¿Han trabajado juntas?
Mucho. Magda es prima de mis primos y estaba en la clase de mi hermana, es diez años mayor que yo. ¡Llegó a mi familia antes que yo!Cuando se casó su hija mayor hicimos una fiesta en una chacra de piedra, trabajamos tanto con nuestros hijos que las remeras quedaron manchadas de pintura. Hicimos ese concepto europeo de las mesas largas, con sillas de carnaval de esas que son plegables dobles. Ya hace tiempo que no voy al Carnaval, pero iba con Agó (Páez), mi cuñada. Tengo varias horas de la calle Isla de Flores.