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Divertidos, alegres, siempre entre risas y con una energía especial. Así definen a Agostina Carrega Bertolini y José Ignacio Maiorano. En la soleada tarde del sábado 3, la capilla de la Inmaculada Concepción, ubicada frente a la plaza de José Ignacio, recibió a amigos y familiares de los novios para ser testigos de su casamiento religioso.
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“Amarse es un desafío, un proyecto y un sueño. Cuiden el amor que tienen”, anunció Luis Eduardo, el cura que llevó adelante la ceremonia de Agos y Pepe, esa pareja que es anunciada por sus amigos como la combinación perfecta entre la alegría y la autenticidad. “Agos es una versión de Pepe en mujer”, acotó una de las amigas de la novia en una de las peticiones.
Un diseño que se adaptara a las características de un casamiento de tarde en José Ignacio fue lo que la novia tenía en mente desde el principio. Así, Laura Sorhuet creó un vestido inspirado en un estilo boho y lo combinó con tul, flores y volados. Para el tocado, Agostina llevó un diseño de Belén Fischer con forma de corona que dejaba caer su pelo suelto. Con un ramo silvestre en mano, creado por su madre, Agostina llegó a la capilla acompañada de su hermano, Alessandro. Para recibir a la novia, el coro tocó Somewhere Over the Rainbow, una elección original de los novios que va de la mano del plan hawaiano que tienen para su luna de miel.
Los padrinos de la novia fueron su madre, Teresa de Corral, y su hermano, Alessandro Carrega Bertolini. Los del novio fueron su padre, Eduardo Maiorano, y Valentina, su hermana. “Hoy es un día de fiesta también en el Cielo”, anunciaron los amigos de los novios durante la ceremonia, haciendo referencia a la ausencia del papá de Agostina y de la mamá de Pepe, quienes los acompañaron “desde arriba”.
Las alegrías compartidas de esta pareja comenzaron hace seis años, cuando se conocieron una noche de enero en un boliche de La Pedrera. “A partir de ahí, nunca frenamos”, contó la novia, y agregó que a un mes de conocerse, en febrero, ella se fue de viaje por Europa y la relación siempre siguió en pie.
La propuesta de casamiento fue fiel al estilo de los novios: sencilla y especial. Hace un año, lo charlaron y se pusieron de acuerdo con que querían dar el siguiente paso en la relación. El día en que se reunieron con sus familias para contar la noticia, Pepe le dio el anillo de compromiso a Agos.
Ella sabía que el viernes 2 de marzo de 2018 iba a haber luna llena. Como no querían casarse un viernes y sabían que al otro día la luna iba a brillar de la misma manera, eligieron hacer el casamiento el sábado 3. El clima de marzo les parecía ideal y el día 3 del mes 3 les pareció una combinación divertida.
El cajón peruano, la guitarra y el violín, combinados con las voces del coro, dieron el final a la ceremonia religiosa al tocar un remix de Jammin, la canción de Bob Marley adaptada para el momento en que los novios salieran de la iglesia como recién casados.
Agos y Pepe ya habían asumido su compromiso antes de la ceremonia religiosa, en más de una ocasión. El 16 de febrero se casaron en el Registro Civil de Montevideo, y al día siguiente hicieron una fiesta en la chacra de Agostina en José Ignacio. Además, el padre de Pepe organizó una celebración preboda, también en José Ignacio, el jueves 22 de febrero.
Desde el principio, los dos tenían en mente casarse en José Ignacio porque, además de que les gusta la cercanía a la playa, Agostina vacaciona desde chica en el balneario. El parador La Huella fue la opción perfecta para continuar los festejos del sábado 3 porque se ubica a pocos pasos del mar y tiene vistas excepcionales de la puesta de sol.
La fiesta comenzó de una manera diferente a la habitual: el vals no fue el tradicional sino que los novios eligieron bailar juntos la canción Baby I Love You, de The Ramones. Entre risas y bailes, el toque en vivo de la banda Toco Para Vos sorprendió a todos los invitados en medio de la noche.
Para la luna de miel, los novios eligieron un destino cada uno. Como arquitecta, Agostina siempre tuvo fascinación por el diseño y la arquitectura japonesa, por lo que la luna de miel fue la excusa perfecta para animarse a conocer el país. Pepe también eligió un lugar que siempre quiso conocer: Hawaii, el destino que ofrece unas de las mejores playas del mundo para surfear. Como destino intermedio, Agos y Pepe decidieron aprovechar la escala en Estados Unidos para conocer la costa oeste y recorrer las ciudades que van desde San Francisco hasta Los Ángeles. El viaje de aproximadamente un mes lo emprenderán el miércoles 14.
