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Desde Madonna y Like A Virgin a Frank Sinatra y Strangers in the night, pasando por Lorde y Royals, son varios los casos en que un hit ya no goza de la estima de quien lo hizo famoso
Hordas de seguidores las tararean, las gritan en los conciertos, las radios las programan una y otra vez, pero sus intérpretes están desencantados con algunos de sus grandes éxitos. ¿Es posible que los artistas odien algunas de sus propias canciones que otros adoran? Sí. Ya sea por sobreexposición, porque nunca les convencieron o porque ya no se ven reflejados como artistas en ellas, entre otras razones, a lo largo de la historia diferentes artistas han admitido abiertamente que no quieren oír hablar de esa pista que un día fue un hit.
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“No estoy segura de poder volver a cantar Holiday o Like a Virgin nunca más”, dijo la reina del pop en 2008, en una entrevista con una radio neoyorquina, de la que se hizo eco la revista People. “Simplemente no puedo, a no ser que alguien me pague como 30 millones o algo así”, enfatizó. La lista negra de Madonna tiene, al menos, un título más. “Mi canción menos favorita es Material Girl. Nunca, nunca quiero volver a oírla”, dijo en 2015 a US Weekly. En el otro lado de la balanza, la cantante puso Bitch, I’m Madonna.
Starway to Heaven quizá sea la canción más famosa de Led Zeppelin, y una de las más radiadas en la historia, algunos la consideran un himno. Sin embargo, Robert Plant, vocalista de la banda y autor de la letra, parece no tenerle mucho cariño. Al menos no en 1988, cuando dijo a Los Angeles Times que le daría urticaria si tuviera que cantarla en cada concierto. “Escribí esa letra y encontré que la canción tenía cierta importancia y efecto en 1971, pero 17 años después, no lo sé. Simplemente no es para mí”. Según publicó la edición estadounidense de Vanity Fair en una ocasión, Plant se refirió al tema como “esa canción de boda”.
Smells Like Teen Spirit es sinónimo de Nirvana para el gran público, además de haber sido un éxito mundial. Se oía en radios y su video se veía en canales musicales, algo que hizo que Kurt Cobain se distanciase de ella. “Todo el mundo se ha centrado muchísimo en esa canción. La razón por la que recibe una gran reacción es que la gente la ha visto un millón de veces en MTV”, dijo el cantante a Rolling Stone en 1993. “Es casi una vergüenza tocarla”, aseguró Cobain al medio. “Apenas puedo, especialmente en una mala noche, terminar Teen Spirit. Literalmente quiero tirar mi guitarra y marcharme”, sentenció.
Tema de cabecera de todo hipster que se precie de tal, Creep, de 1992, es una de las canciones más conocidas de Radiohead y la que llevó a la banda británica al mainstream. Que la detestan no es un secreto. De hecho, se referían a ella como “crap” (mierda en inglés) en lugar de Creep. En un concierto en Montreal, por ejemplo, cuando un fan pidió que la tocasen se negaron y alegaron que estaban cansados de ella, según recogen diversos medios. “Fue frustrante ser juzgados únicamente en esa canción cuando nosotros sentíamos que necesitábamos pasar página”, dijo Tom Yorke, el vocalista de la banda, al Denver Post, de acuerdo con Rolling Stone. Y añadió que se vieron obligados a ir de gira para apoyar el tema. “Estuvimos a punto de separarnos”, aseguró. “A veces puede ser genial, pero otras veces quiero parar a la mitad y decir: ‘No, esto no está ocurriendo’”, dijo a esa revista en 2017.
El álbum debut de la neozelandesa Lorde llamado Pure Heroine y publicado en 2013 contenía la pista que pavimentó su camino a la fama, Royals. Fue premiada en los Grammy con el galardón a canción del año, pero su autora e intérprete no la tiene en tan alta estima: “No es lo que soy”. En 2014, Lorde dijo a Daily Record & Sunday Mail, en una entrevista de la que se hicieron eco diversos medios, que sonaba como una melodía de un móvil Nokia de 2006. “Escucho a gente que hace versiones y les da su propio toque y la escucho de cualquier manera excepto la original que yo lancé. Y me doy cuenta de que suena horrible”, dijo la cantante. “Ninguna de las melodías es buena. Es un desastre. Horrible”.
Noel Gallagher, de Oasis, dijo en una entrevista en Mojo Magazine en 2021, recogida por el semanario británico NME, que su hermano Liam, también integrante de la banda, odiaba Wonderwall antes de que se convirtiera en uno de sus grandes éxitos. “Decía que era trip hop. Habla un hombre que nunca ha oído trip hop”, aseguró Noel. No era la primera vez que se hablaba de la inquina que Liam tenía del tema. En 2008, cuando le preguntaron por el nuevo álbum que publicaba la banda dijo: “Al menos no tiene Wonderwall. ¡No aguanto esa jodida canción!”. La fama que alcanzó el tema no ayudó: “Cada vez que la tengo que cantar me da nauseas. Vas a Estados Unidos y te dicen: ‘¿Eres tú el Sr. Wonderwall?’. Y te dan ganas de pegar a alguien”, añadió en una entrevista en MTV. A pesar de que tienen sus más y sus menos, ambos hermanos coinciden respecto a la canción, aunque Noel lo expresa de una manera menos agresiva: “No me gusta particularmente esa canción, creo que Cigarettes and Alcohol es superior”, dijo a la revista People.
En 2009, Party in the USA se convirtió en un éxito. Sin embargo, Miley Cyrus ya no siente conexión con ella. “No puedo decir que no me encante Party in the USA y que no la aprecio”, dijo a V Magazine. “Pero no es lo que soy, no es lo que quiero cantar y no es como quiero que suene mi voz”.
James Blunt, exmilitar británico, se hizo famoso cantando un tema lento: You’re beautiful. En el video que acompaña la balada el músico aparecía en un paisaje helado mientras se iba deshaciendo de sus pertenencias para, al final, zambullirse en el agua. La canción, de 2004, se convirtió en un éxito, estaba en las listas de las más escuchadas y las estaciones de radio la ponían una y otra vez. Al poco tiempo, incluso aquellos que la amaban empezaron a estar cansados de ella y su sobreexposición tuvo cierto efecto rechazo entre la audiencia. Algo que también le pasó a su creador. Diez años después de su lanzamiento, Blunt reconoció en una entrevista con la revista Hello! que la campaña de marketing que acompañó a la canción fue la causa de que se volviese molesta. “Luego la gente comienza a asociar al artista con esa misma palabra”, añadió.
Strangers in the Night de Frank Sinatra fue un auténtico éxito y alcanzó el número uno en muchos países. Hoy sigue formando parte de la programación musical de galas y bodas. Una balada perfecta para bailar en pareja y tener la sensación de estar en la escena final de una comedia romántica. Pero Sinatra no le tenía mucho cariño. Diversas fuentes hablan de cómo el cantante le dedicaba palabras como “pedazo de mierda” o “la peor canción que he escuchado nunca”. Según publicó la BBC, la relación entre Sinatra y Strangers in the night fue de odio a primera escucha. “Don me la tocó hace unos años. ¡La odié! Odié esa maldita canción desde la primera vez. Y todavía la odio”.