“No hay peligros” para las finanzas del BPS, dice su presidente

“Hace cinco o seis años estoy esperando variaciones a la baja y por suerte me equivoqué. (…) Además, las políticas que estamos desarrollando desde el gobierno nacional y desde el BPS siguen dando buenos resultados. Siempre nos podemos equivocar, pero somos optimistas”, dijo.

Los trabajadores formales han aumentado en los últimos años. A noviembre de 2013 eran 1.496.527 los cotizantes al BPS.

“A veces hay sectores de la sociedad que tienen mala memoria y se llega a niveles tan altos que se producen alertas si hay un poco de descenso desde la cima. En general están dadas todas las condiciones para que sigamos muy bien. Si en lugar de tener 1,5 millones de cotizantes bajáramos a 1.450.000, es muy bueno”, sostuvo el jerarca.

Insistió en que “no hay peligros. Siempre hay que estar alerta, revisando y mejorando. Siempre. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Pero estamos en una muy buena situación y vamos a seguir estando en una muy buena situación más allá de variaciones que puedan ocurrir”.

Más formalidad

El año pasado, el BPS comenzó la formalización de futbolistas, ciclistas y basquetbolistas, y realizó una campaña de información para trabajadoras domésticas. El objetivo para 2014 será atacar el multiempleo.

“Vamos tendiendo a una meseta (en la cantidad de cotizantes). Pero estamos siempre preocupados por cómo incentivar (la formalización). Hoy en Uruguay hay mucho multiempleo y eso es una causa de evasión, porque la persona aporta por un trabajo y no por el otro. O trata de no aportar. Estamos trabajando por distintos lados y vamos a tener novedades hacia mediados de año. Es un problema que felizmente tiene Uruguay, donde se terminó la gente para trabajar. Los 100.000 desocupados que hay creo que no se van a mover”, señaló Murro.

A diciembre del año pasado, el BPS otorgaba 36.182 subsidios por “seguro de paro”, 16% más que en diciembre de 2012. Ese mes recibió más de 9.000 solicitudes nuevas.

“Una persona está más motivada a trabajar formalmente y aportar si ve cuáles son los beneficios que obtiene. La incorporación de los niños al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) fue un aliciente para la formalización de la gente. Y lo mismo está significando la ley de maternidad. Esto sin duda va a ayudar un poco más dentro de lo difícil que es seguir creciendo con una tasa de evasión de 17%”, estimó el presidente del BPS.

Desde noviembre rige la nueva ley de maternidad, que aumentó de 12 a 14 las semanas de licencia de las futuras madres, y creó un subsidio de paternidad para trabajadores del sector privado. Padre o madre hoy pueden ser beneficiarios del subsidio para cuidados, que contempla la reducción a media jornada laboral hasta los cuatro meses de edad del recién nacido. En la ley están incluidos trabajadores unipersonales y monotributistas.

Según datos del BPS, ya hay 8.500 beneficiarios de esta ley: la mitad son nuevas madres. Además hay 1.200 personas que entraron en los subsidios de paternidad y por cuidados.

Este mes comenzaron a regir las leyes que permiten la desafiliación de una administradora de ahorro previsional (AFAP) para personas entre 40 y 50 años, así como la de jubilación parcial, que habilita a recibir el 50% de la jubilación mientras se trabaja media jornada. Este año también se aprobó la ley que permite la compatibilidad de la pasividad con el desarrollo de actividades artísticas.

A fines de este mes entrará en vigor la ley que posibilita a asociaciones sin fines de lucro, y a pequeñas y medianas empresas, regularizar sus adeudos patronales y personales con el BPS. La norma comprende a organizaciones no gubernamentales y a clubes deportivos.

El fin de la película

El envejecimiento de la población ha hecho que en los últimos años salten señales de alerta. Ya en 2011 el presidente José Mujica dijo: “Vendrán gobiernos que tendrán que elevar la edad de jubilación y a nadie le va a gustar y todos van a patear, y no va a ser este gobierno, pero los futuros sí”.

“Al final de la película puede ser que haya que aumentar la edad, pero con un conjunto de cosas que hay que hacer y que estamos haciendo”, dijo Murro. “En otros países el problema son las altas tasas de reemplazo. Hoy no creo que ningún país resista pagar una jubilación igual al salario. Ninguno. Ni público, ni privado, ni de capitalización. Ninguno”, enfatizó.

Según el régimen vigente en Uruguay, la edad mínima de jubilación son 60 años y 30 de servicio. Con esto se recibe una pasividad equivalente a 45% de los sueldos promedio de los últimos 10 años (la tasa de reemplazo), considerando los 20 mejores de la historia laboral. Tener hijos o más años de actividad de los obligatorios hacen que ese porcentaje suba. También puede pedirse jubilación por edad avanzada (65 años), o parcial por ahorro (65 años para los afiliados a una AFAP).

La Asesoría General del BPS señaló en un informe difundido en agosto que la reducción de las tasas de mortalidad y su impacto en las cuentas del organismo harán que “en un futuro no muy lejano” se “deba encarar una reforma que implique cambios restrictivos” en el sistema. Apuntaba en concreto a una edad de jubilación de 67 años (subiendo gradualmente hasta 2055) o una baja en la tasa de reemplazo.

Para el presidente del BPS las soluciones tienen que ser “variadas”.

“Se están estirando todas las edades” y “es un error hablar solo del envejecimiento”, opinó. “En este tema veo esquemas muy rígidos y la realidad es mucho más dinámica. En Uruguay la edad legal es 60 pero la edad real de jubilación es 63, y ese es un buen dato. Hay muchos países que ponen edad legal 65 y la gente se les jubila a los 58. Hoy, en Uruguay, por la mejora de la calidad de vida, hay una tendencia mayor de la gente de jubilarse y seguir trabajando”, señaló.

“Este conjunto de leyes que han roto el cerco de rigidez de trabajo y jubilación hay que flexibilizarlas más. La ley de compatibilidad (de trabajo y jubilación para industria y comercio) hay que flexibilizarla más y seguramente la de jubilación parcial también. Pero han significado un muy buen cambio de orientación. (…) Los países que tienen los mejores sistemas de protección social del mundo permanentemente están revisando esos sistemas y permanentemente los están retocando”, comentó.