Aeropuerto de Carrasco

Se están cumpliendo diez años de la inauguración del Aeropuerto Dr. Jorge Batlle. La opinión pública toda sabe que esta puerta de entrada al país se hizo por su iniciativa. Nada se puede agregar sobre su personalidad. Jamás ocultó sus ideas ni su honorabilidad. Siempre enseñó cómo se combate la calumnia. El pueblo, ese que “anda y arde por las calles”, al decir de Luis Alberto de Herrera, ya consagró el tema. Falta que esa designación sea aprobada por el Senado como manda la Constitución. A pesar de los magníficos discursos pronunciados entre otros por los senadores Bordaberry o Lacalle, el proyecto no fue aprobado. Ese día ganó la mediocridad. Y por eso —cito una vez más a Herrera— lapidados están. Dice el Quijote que es de gente bien nacida (no de enanos, agregamos nosotros) agradecer los beneficios que reciben y que uno de los defectos que más ofenden a Dios es la ingratitud.