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    Blancos buscan construir un nuevo “relato” ideológico

    Algo hizo bien el Frente Amplio (FA), asume el senador blanco Javier García. Y ese algo, según su opinión, es haber “construido un relato”. En diálogo con Búsqueda, el legislador sostuvo que los frentistas se identifican con la palabra “progresismo” y que solo ese concepto le basta al FA para explicar y definir su imaginario político. “No hace falta decir más nada”, reconoció. En el Partido Nacional se apela de manera recurrente a la palabra “libertad” o a la expresión “el partido de la libertad” para definir sus postulados. “Eso está bien. Somos el partido de la libertad, pero ¿qué significa eso? ¿cómo se congenia con la coyuntura actual, con la suba de boleto o el desempleo?”, se preguntó el senador nacionalista. Desde este diagnóstico parte el Espacio 40 del sector Todos del Partido Nacional para impulsar un congreso que busca “construir un posicionamiento ideológico actualizado y moderno”.

    En un acto de aniversario del Espacio 40, celebrado el lunes 25 de julio, García adelantó que se trata de una construcción colectiva, un aporte para devolver la militancia de todos los días. “Nuestros errores casi siempre estuvieron motivados en alejarnos de la gente. Tenemos que tener la sabiduría de aprender de nuestros errores y construir todos los días un partido de cercanía”, reclamó.

    Como instancia previa a ese congreso, que se hará en noviembre y que llevará el nombre de Wilson Ferreira Aldunate, un grupo de dirigentes blancos elaboró un documento borrador que ya empezó a circular dentro del partido. En un tramo del texto se señala como “urgencias nacionales” la necesidad de “superar el clima de desorientación vigente y la ausencia de liderazgo gubernamental”. “Sin ánimo refundacional nos cabe encarar las transformaciones que son imprescindibles. Como protagonistas responsables del proceso histórico que nos toca vivir, nos corresponde ahora construir un paradigma según los desafíos que tenemos por delante y apoyarlo en un discurso reconstituyente de los valores sociales que desde siempre nos han identificado como comunidad nacional”, agrega. Para que esto sea posible, en el documento se propone “incidir” sobre “la actitud nostálgica de las generaciones mayores por el ayer desaparecido; la actitud crítica de una población joven que vive una realidad que está lejos de satisfacer sus expectativas, y la actitud positiva y esperanzadora que deberán tener las generaciones futuras, herederas de nuestro tangible esfuerzo”.

    El equipo de trabajo que diseñó el documento fue coordinado por Guillermo Dutra y contó con la colaboración, entre otros, de Juan Martín Posadas, Fernando Rachetti, Augusto Dotti, Martín Laventure y Rodrigo Goñi.

    Para García, el horizonte ordenador de la propuesta es que el Frente Amplio “mira a la sociedad a través del colectivo, como una foto satelital en donde nada se identifica, solo una masa. Nosotros miramos con un microscopio a la persona, la ponemos en el centro del análisis. Notoriamente hay una diferencia ideológica con el FA”, explicó. En el borrador se profundiza en este concepto. “Es a través de este lente que el desarrollo deberá medirse con un indicador que registre el aumento de las libertades de los individuos y por la capacidad que estos tienen de transformar sus ingresos en aquello que consideran necesario para llevar la vida que legítimamente decidan encarar”. Y se plantea un Estado y mercado en cooperación, no como fines en sí mismos, sino como “instrumentos para el bienestar personal, familiar y social”. “Decididamente el primero tendrá que prever consecuencias y corregir fallas que imposibilitan el obtener oportunidades reales”, dice el texto.

    También se llama a desestimar planteos “pseudoproteccionistas”, que “vienen dados desde arriba y terminan siendo funcionales a intereses corporativos, en detrimento de las libertades y los derechos individuales”.

    Para los impulsores del congreso ideológico “llegó la hora de destapar un engaño a dos puntas: el del planteo político que cree tener en sus manos todas las soluciones para la gente y el de la gente que se dispone a esperar de otro —la política o el Estado— las respuestas a sus problemas. Conscientes somos de que la calidad y el grado de la libertad que disponemos, relación directa guardan con las posibilidades de desarrollo que tenemos como personas y como país”.

    En el documento también se insiste en un concepto que los blancos han repetido en sus últimos discursos: superar la “visión populista” centrada en la confrontación “amigo-enemigo” y rescatar y practicar “una lógica política inclusiva de articulación negociadora de las diferencias”.

    Hay además un espacio para incidir ideológicamente en la política exterior. Los dirigentes señalan la necesidad de superar la visión del “paisito”. “Y también para esto retomaremos la actitud fundacional que como país supimos tener presente en los primeros tiempos y estaremos abiertos al cambio, la cooperación y la recepción de los aportes culturales, científicos y tecnológicos que puedan provenir de los demás países”.