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El Banco de Previsión Social (BPS) cerró el año pasado con un déficit equivalente a U$S 150,7 millones, lo que significó un aumento de U$S 66,8 millones frente a 2012. El balance, aprobado ayer miércoles 26 por su Directorio, reveló también una suba en la asistencia financiera que recibe ese instituto.
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El presidente del BPS, Ernesto Murro, dijo a Búsqueda que las cifras del balance “no presentan ninguna preocupación”. Y sostuvo: “Hace 10 años era un déficit 10 veces mayor. Los parámetros actuales siguen siendo razonables”.
“Acá el tema era cuando eran U$S 1.300 millones de déficit. El gran logro que hicimos fue bajar de U$S 1.000 millones a U$S 80 millones o U$S 100 millones, que eso es muy poca cosa”, estimó el jerarca.
Po su parte, el director Heber Galli destacó al ser consultado por Búsqueda, que en 2013 los egresos aumentaron más que los ingresos y de allí la ampliación del déficit. Destacó en particular el crecimiento de 10% en los ingresos asociados al Impuesto al Valor Agregado (IVA), así como en los egresos por subsidios por inactividad, asignaciones familiares y ayudas para personas con discapacidad.
“Si el BPS fuera una empresa comercial cerraba hace rato. Pero acá es al revés. Porque se aumentaron los topes de seguro por enfermedad, de paro, se modificó el parámetro de actualización (de algunas prestaciones), hubo aumentos diferenciales a las jubilaciones mínimas”, enumeró. El incremento del déficit, explicó, se da porque “esto no es una empresa comercial. Se toman medidas para aumentar la cobertura y mejorar los montos de las prestaciones, no debe llamar la atención este efecto”.
Galli destacó que la relación entre gastos e ingresos operativos se mantiene desde 2010, una vez que se dejan de lado algunos elementos, como la comisión que se le cobra al BPS por recaudar impuestos afectados o deudas incobrables de prestaciones. “Estos dos elementos son 40% de los gastos operativos. Si los despejamos podríamos llevar los gastos operativos a 5,4% de los ingresos, prácticamente el mismo porcentaje desde 2010”, explicó.
El balance.
Las finanzas del BPS se sustentan mediante los aportes previsionales que los empleadores y los trabajadores realizan al sistema de seguridad social. Además, el organismo recibe otro tipo de contribuciones, como siete puntos del IVA y el impuesto a los premios de Lotería, entre otros. Para sustentar los gastos que mantiene a la hora de pagar jubilaciones, pensiones y subsidios, también recibe asistencia por parte de Rentas Generales.
En 2013 los ingresos por aportes patronales y personales llegaron al equivalente a U$S 3.000 millones, calculó Búsqueda en base a las cifras contenidas en el balance aprobado ayer. Esto significó un aumento de casi U$S 400 millones con respecto a 2012.
Para pagar prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivencia el BPS destinó U$S 4.565 millones (14% más que en el período anterior); en subsidios por desempleo, enfermedad y maternidad gastó U$S 458 millones (aumento de 30%); y otros U$S 32 millones se pagaron en asignaciones familiares (incremento de 14,5%).
Así, en comparación con 2012 los ingresos operativos crecieron 12% mientras que los egresos lo hicieron 13,2%.
El balance, que fue observado por algunos integrantes del Directorio por cuestiones formales, mostró un resultado operativo superavitario de U$S 309 millones. Pero a esta cifra se llega sin contar los gastos administrativos (que rondan los U$S 499,7 millones) ni los resultados financieros (U$S 30 millones).
En el último ejercicio el BPS recibió U$S 1.645 millones por IVA (8,7% más que en 2012) y U$S 143 millones del gobierno central (aumento de U$S 124 millones).
Tras su votación en el Directorio del organismo el balance pasará ahora para su consideración por el Tribunal de Cuentas.
Proyección.
El documento incluyó un balance actuarial en el que se hace una proyección a largo plazo de la seguridad social. Considerando los próximos 100 años y un sistema cerrado en el que no ingresan nuevos cotizantes, el BPS prevé que habrá 411.319 jubilados en 2018; luego habrá un paulatino ascenso, hasta los 778.831 jubilados para 2053. En 2013 la cantidad de jubilados ascendía a 406.492.
Los pensionistas, que el año pasado eran 261.307, serían 272.926 en 2018 y 300.528 en el 2053, conforme con esas proyecciones.
Estos números supondrían que para mediados de este siglo los egresos mensuales del BPS por pago de jubilaciones serían U$S 618 millones (160% más que hoy) y otros U$S 167 millones en pensiones (aumento de 91%). Las personas cotizantes, según la estimación, podrían pasar de los 1,5 millones actuales a 1,7 millones en 2053.
