• Cotizaciones
    domingo 16 de febrero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Desmemoria y tremendismo

    N° 1965 - 19 al 25 de Abril de 2018

    , regenerado3

    Activistas de grupos feministas radicales y de colectivos LGBT (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales) manifestaron públicamente su rechazo a la presentación que el martes 10 realizaron en un salón del Anexo del Palacio Legislativo los autores de El libro negro de la nueva izquierda, los argentinos Agustín Laje y Nicolás Márquez. A dicha  protesta se sumó luego una sorprendente declaración de la bancada de diputados del Partido Socialista.

     La protesta de los activistas como la declaración de los socialistas o las bombas de pintura que participantes en la manifestación del 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer arrojaron contra la fachada de la iglesia del Cordón, revelan cuál es el concepto que algunas personas —y algunos políticos— tienen sobre la libertad. Cómo conciben la tolerancia y la convivencia con ideas y propuestas que no se comparten o que consideran antagónicas a las suyas. Al fin y al cabo, cómo conciben la vida democrática de una nación.

    Los activistas se manifestaron frente al edificio legislativo a la hora de la convocatoria efectuada por las organizaciones Varones Unidos y A mis Hijos no los Tocan, el grupo de padres que se oponen a la guía sexual presentada el año pasado por el Consejo de Primaria, mientras decenas de interesados en asistir a la presentación hacían cola para ingresar al edificio ignorando las consignas y los carteles contrarios que exhibían los manifestantes.

    La conferencia tuvo un desarrollo normal. Pero al día siguiente, durante la media hora previa de la sesión de la Cámara de Representantes, el diputado socialista Federico Ruiz leyó una declaración de su bancada condenando los puntos de vista expresados por Laje y Márquez, acusándoles de promover el odio y la discriminación y de exponer ideas antidemocráticas.

     El libro negro de la nueva izquierda es ciertamente un texto controversial, provocador, que, como todo texto de estas características, merece ser leído y discutido antes que rechazado visceralmente.

    Laje y Márquez, ambos con estudios en instituciones académicas de Estados Unidos, sostienen que tras el derrumbe del comunismo y la desaparición de la Unión Soviética y su mundo satelital, la izquierda de origen marxista, anticapitalista, a falta de mejores ideas y causas ha reorientado su estrategia y volcado su militancia hacia organizaciones sociales que pretenden imponer la “ideología de género” .

    La tesis central del libro, sostenida a partir de ciertos hechos de la realidad, resulta bastante plausible al menos a la luz de lo que hemos estado viviendo en el país en estos últimos años. Puede ser compartida, discutida o rechazada. Pero su debate o su rechazo debe fundamentarse seriamente. Resulta grotesco descalificarla con pretextos, argumentos engañosos o pueriles.

    Hablando en nombre de la bancada del Partido Socialista, Ruiz lamentó el miércoles 11 que justo al cumplirse cinco años de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, “un grupo de personas cargadas de ideología patriarcal atacaban con falacias nuestra lucha” y apostó “a dividir, al odio, a la discriminación de colectivos históricamente oprimidos y a la burla de la izquierda uruguaya y de su trabajo”.

    La declaración de los socialistas exigió asumir responsabilidades a quienes convocaron e hicieron posible la conferencia.  “Corresponde— afirmó— que quienes propiciaron esta actividad (…) pidan disculpas públicas a quienes han sido ofendidos y a la sociedad en su conjunto por contribuir a promover el enfrentamiento y la violencia. Como socialistas no podemos aceptar que se manche la causa de la libertad de expresión alimentando, en su nombre, el odio y el ataque a la dignidad de las personas”.

    La autorización de la sala fue gestionada por el diputado nacionalista Rodrigo Goñi, quien no estuvo en la conferencia.

    La declaración de los diputados socialistas asombra por lo arrojado de la terminología empleada, pero además por cuanto las causas de los colectivos manifestantes, a los que defiende, fueron “históricamente oprimidas” hasta no hace mucho por todos los gobiernos del área socialista, incluido la Cuba de Fidel que tanto admiran y respaldan.

    Considerar que la tesis del libro “contribuye a promover el enfrentamiento y la violencia” y decir así, sin más, que “mancha la causa de la libertad de expresión alimentando en su nombre, el odio, y el ataque a la dignidad de las personas” realmente llama a la perplejidad.

    La declaración es expresión de tremendismo político. Pero supone el olvido del propio pasado de su partido, cuando a fines de los 50 y principios de los 60, bajo el liderazgo de Vivian Trías, incorporó el leninismo a su definición ideológica y sus representantes en la Tricontinental de La Habana (enero de 1966, Reinaldo Gargano y José Díaz) adhirieron a los planteos revolucionarios cubanos a favor de la lucha armada. Menos aún puede ignorarse que de sus filas y de otros grupos radicales de izquierda salieron quienes tomaron las armas para imponer una revolución socialista, arrastrando al país por sendas de enfrentamiento y violencia, severa represión y finalmente dictadura.

    Son antecedentes de un pasado que afortunadamente el país ha logrado superar. Pero haberlo superado no habilita a desentenderse olímpicamente de ese pasado cuando se juzga a quienes tienen ideas, diagnósticos y propuestas que se rechazan.

    Llama la atención que, sin haber asumido responsabilidad sobre las consecuencias de sus propias decisiones y acciones del pasado, la bancada de diputados del PS lance acusaciones que no fundamenta y atribuya intenciones tremendistas a los autores del libro y a quienes convocaron la conferencia. Mucho, ¿no? Diríase que se les fue la moto.

     La declaración de la bancada socialista, es obvio, procura congraciarse con los grupos más radicales del feminismo y de la colectividad LGBT que, como es notorio, cuentan desde la instalación del “gobierno progresista” con el auspicio y el abierto apoyo del Frente Amplio, de las jerarquías del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y de otras jerarquías del Poder Ejecutivo.

    Ese apoyo ha ido tan lejos que una reciente iniciativa del Mides remitida al Parlamento para su sanción legislativa autoriza a los menores de edad, aun sin consentimiento de sus padres, a someterse a intervenciones de cambio de sexo. Iniciativa que, previsiblemente, ha levantado resistencias incluso en filas del oficialismo.

    No se construye convivencia democrática descalificando a quien piensa diferente. No se construye convivencia democrática sin debates francos, en los que se fundamentan y refutan seriamente ideas y posiciones. La democracia se defiende y consolida día a día con actitudes más que con emociones.