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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAl día siguiente del acto del 1º de mayo (acto con estética y contenido anclado en lo peor de los 60 y compromiso militante millennial —no había nadie) y las interminables cadenas nacionales del PIT-CNT y la del pro PIT-CNT gobierno del Uruguay; las cámaras empresariales claudicaron por tercer año consecutivo en su pretensión de que la OIT laude sobre la ley de negociación colectiva vigente y, fundamentalmente, sobre la legalidad de la ocupación de lugares de trabajo.
Una expresión nítida del aplastante triunfo cultural de la izquierda, la omnipresencia del Estado, el poder de la indisoluble sociedad FA/PIT-CNT/Gobierno; a la vez que de la debilidad —y soledad— de cualquier organización que pretenda llevar las relaciones laborales a un lugar más justo y el temor de la oposición política de apoyar todo intento de cambiar el statu quo.
En suma, nuevo éxito del PIT-CNT y su —nuestro— gobierno. A los que creemos que la ocupación de los lugares de trabajo es ilegal e inconstitucional, solo nos queda rezarle a UPM…
Ramiro Gutiérrez