El gobierno realiza una “depuración” de los juegos de apuestas

La Dirección Nacional de Loterías y Quinielas (DNLQ), la dependencia del Ministerio de Economía (MEF) encargada de autorizar y controlar estos juegos, suspendió provisoriamente el año pasado el Juego de la Cédula y también se discontinuó el Reloj Millonario. El primero no ofrecía un “100% de transparencia” al apostador, ya que por ejemplo no había una depuración adecuada de los documentos de identidad cuando fallecían las personas, dijo a Búsqueda el director de esa repartición, Luis Gama. “Ante la duda que se podía plantear, optamos por darle de baja”, agregó.

El Kini, que estaba en funcionamiento desde 2005 y en los hechos se discontinuó en febrero, era uno de los de “peor resultado” económico entre todos los juegos, dijo Gama. La DNLQ resolvió en un primer momento permitir que se pudiera hacer dos veces por semana —en lugar de diariamente—y con otras características, pero en los últimos días esa decisión quedó en suspenso.

En 2013 las apuestas en el Kini rondaron los $ 66,7 millones —unos U$S 3,2 millones—, en un total de $ 8.316 millones (U$S 406,4 millones), de acuerdo con datos de la DNLQ.

“La oferta es demasiado amplia, está saturada para mi gusto, y no hay que tener juegos simplemente por tenerlos. No hay que atomizar a la gente todos los días y con cualquier juego”, afirmó el jerarca. Agregó que hay buen diálogo con los operadores privados y que estos entienden cuando “la oferta no se justifica”.

En febrero la Banca de Quinielas propuso reformular el 5 de Oro porque la evolución de las apuestas empezó a “inquietar”, comentó Gama. La semana pasada se acordó con la DNLQ incrementar el pozo (de 45% a 55% de las apuestas), permitir recuperar el dinero con dos aciertos y cobrar los premios menores en cualquier agencia del departamento donde se hizo la apuesta. También se aumentó la cantidad de bolillas (de 44 a 48) y se bajó el precio del juego, sobre lo cual informó “El País” el sábado 15 asociándolo con el intento del gobierno por contener la inflación. Gama aclaró que esa modificación del 5 de Oro no tiene “nada que ver” con esa estrategia.

Después de esta “depuración bastante importante”, dijo, quedan como juegos de apuesta diaria la Quiniela, la Tómbola y el 5 de Oro. También sigue la Raspadita y, por vía telefónica, el Minuto de Oro.

Desde hace un tiempo la Lotería —el único juego que explota directamente la DNLQ— dejó de ser semanal y pasó a efectuarse una vez por mes, también con un sentido de racionalización. Si bien subió el precio de los billetes, la venta aumentó en parte gracias a mejoras en su promoción, lo que incluyó la realización de algunos sorteos en el interior del país.

“Con 14 sorteos de Loterías recaudamos dos veces y media más que con 43 en todo 2012. Quitar frecuencias no quiere decir que se tendrá menos ingresos”, señaló el jerarca.

Comentó que para este año está previsto que se permita la venta de billetes de Lotería por Internet.

Los aportes que vuelca la DNLQ a Rentas Generales pasaron de unos U$S 76 millones en 2012 a aproximadamente U$S 86 millones en 2013, informó.

Gama dijo que se espera aumentar la recaudación entre 10%-11% en términos corrientes este año.

Inversión edilicia.

Para este año la DNLQ espera poner en marcha las obras de construcción de un nuevo edificio de “dos o tres pisos” en el predio donde tiene actualmente su vieja sede, en la Ciudad Vieja. La intención es “hacer unas instalaciones decorosas para lo que es la Lotería, que realiza aportes importantes para Rentas Generales”, comentó su titular.

Estimó que la inversión será inferior al millón de dólares, incluidas las mejoras previstas en el equipamiento. El financiamiento podría canalizarse a través de un fideicomiso asociado a otro edificio de propiedad de la DNLQ, aunque los detalles del mecanismo están siendo discutidos con la Corporación Nacional para el Desarrollo y el MEF.

“Rezago”

institucional

Por otra parte, el Poder Ejecutivo impulsa una reorganización institucional que permita separar las funciones de contralor y de explotación de los juegos de azar. En esa línea quiere crear un nuevo servicio descentralizado comercial: la Administración Nacional de Casinos y Juegos de Apuestas del Estado; un proyecto de ley con la propuesta fue elaborado por MEF (ver Búsqueda Nº 1.739).

En la Memoria anual enviada el sábado 1º por el Ejecutivo al Parlamento se indicó, en el capítulo referido a la Dirección de Casinos del Estado, que “resulta fundamental y de sentido común, concretar cuanto antes la transformación” de esa unidad ejecutora del MEF como un servicio descentralizado. Allí se explica que la dependencia requiere de una “capacidad operativa, logística y un grado de innovación y respuesta, imposible de implementar y desarrollar eficientemente desde el marco de restricciones y exigencias operativas que impone la administración central”. Son 34 las salas de casinos en funcionamiento en el país, algunas en concesión a privados, y otras explotadas directamente por el Estado o en régimen mixto.

Sobre la actividad hípica, el Poder Ejecutivo plantea que la cadena productiva del pura sangre “debería contar con el respaldo y consistencia en una política de promoción”, y reclama además “aportar claridad y certezas en el juego de azar, que eriza sensibilidades a nivel público pero padece un gran rezago en materia de definiciones legislativas. Es imperiosa una decisión parlamentaria que defina un marco legal muy claro acerca de cuál es el juego legal o ilegal y avanzar en cuanto al tipo de sanciones a aplicar. El atraso legislativo y la indefinición al respecto, producen confusión, expansión de modalidades de juego ilegal y consolidación de las clandestinas”.