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La mayoría de los rubros agroindustriales lograron en los últimos años solucionar sus problemas de endeudamiento, pero otros todavía están luchando con eso, a pesar de que su actividad crece. En ese sentido, el Poder Ejecutivo y algunos bancos de la plaza local tomaron medidas que alivian la situación financiera al sector citrícola, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales.
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Indicaron que con el compromiso de que un grupo de empresas citrícolas pague sus deudas al Banco República (BROU), el gobierno prolongó hasta fin de este año el aumento —de 2% a 4%— de la devolución de impuestos a las exportaciones de frutas cítricas y jugos, que había sido dispuesto inicialmente de forma transitoria durante el segundo semestre de 2011. El decreto que implementa esa decisión fue aprobado el 23 de marzo pasado.
De los casi U$S 50 millones que debe el sector citrícola a los bancos, unos U$S 40 millones corresponden a créditos otorgados por el BROU, añadieron.
Señalaron que los bancos, por su parte, redujeron la tasa de interés que cobran a esas empresas.
Búsqueda procuró contactar a ejecutivos de algunas de las principales citrícolas para ampliar la información, pero los intentos resultaron infructuosos, en un caso —según se dijo— porque la persona se encontraba fuera del país.
Según los datos de la Central de Riesgos Crediticios del Banco Central, Citrícola Salteña (Caputto) tiene una deuda vigente de U$S 30,5 millones con el BROU y ocho bancos privados; posee una calificación de 2A (capacidad de pago adecuada) y 2B (con problemas potenciales) en la mayoría de los casos, a excepción de una de las deudas con un banco privado que tiene la calificación 1C (capacidad fuerte).
Azucitrus de Paysandú tiene una deuda vigente de U$S 18,5 millones con el BROU y Nuevo Comercial que está calificada como con capacidad de pago comprometida.
El crédito vigente por U$S 6 millones con el República de Sandupay tiene la misma calificación. En un contexto de dificultades financieras, comerciales y operativas, esa firma fue vendida a un inversor uruguayo que reside en Perú, publicó el 14 de febrero el diario “El Telégrafo” de Paysandú. Informó que el comprador decidió arrendar el área de producción de citrus a Citrícola Salteña, mientras que la planta de packing fue vendida a la empresa láctea Pili.
La “fragilidad financiera” y la “falta de atractivo” del sector para recibir inversiones extranjeras relevantes son las restricciones más importantes para el desarrollo de la citricultura, según un informe de consultoría que divulgó en 2010 el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca-MGAP (ver Búsqueda Nº 1.584). Ese documento advertía que “las empresas podrían llegar a abrir su capital o aun transferir la propiedad a futuros inversores”.
El problema del endeudamiento había sido aludido también en el decreto del Ejecutivo que en setiembre de 2011 aumentó por primera vez la devolución de impuestos a las exportaciones del rubro hasta fin de ese año. Las empresas del sector citrícola registran un “elevado nivel de endeudamiento” que “limita su reconversión”, indicaba.
En el nuevo decreto prorrogando ese beneficio, el gobierno explicó que “el sector citrícola continúa el proceso de reconversión a efectos de acceder a nuevos mercados que permitan reducir su dependencia de la demanda europea”.
A fines de marzo el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, se reunió con representantes del sector citrícola en Paysandú para analizar la problemática del rubro. Por su “importancia económica y social”, el gobierno tiene claro que “hay que salvarlo” en este momento que “atraviesa una tormenta”, dijo el jerarca según “El Telégrafo”.
Factores.
Una de las alternativas para mejorar la perspectiva del negocio citrícola y reducir la alta dependencia de las exportaciones a la Unión Europea, es la apertura del mercado de Estados Unidos (EEUU), restringidas con argumentos sanitarios. Pero esa posibilidad no se concretó hasta ahora y las autoridades del gobierno estiman que en 2012 tampoco se lograría, debido a que es un año electoral en ese país, señalaron las fuentes.
Al describir el panorama de la citricultura en Uruguay durante una reunión del Consejo de Ministros en marzo, el subsecretario de Ganadería, Enzo Benech, dijo que “se cayó una empresa (Sandupay) y el empresario que la compró tiene problemas con los trabajadores jornaleros y con los del packing. Están jugados a abrir el mercado a EEUU del citrus, y las exportaciones no están dando resultados”, dijeron a Búsqueda asistentes a ese encuentro.
Añadieron que Benech comentó que en muchos países la mandarina o naranja se produce acorde a lo que pide el cliente. Y que se puede hacer manipulación genética de la planta para producir lo que uno quiere, como especies con cáscara fácil de pelar y sin semillla. Varios de esos aspectos vinculados al mejoramiento genético, la actualización de las variedades de plantas y la adecuación a las exigencias de los mercados, entre otros requisitos, fueron señalados en la consultoría del MGAP en 2010.
Una reciente encuesta citrícola difundida por esa secretaría de Estado indica que la producción de cítricos crecerá de 270.300 toneladas en 2011 a 318.700 en 2012 (suba de 18%).