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    El uso del plural para referirse a uno mismo

    Sr. Director:

    El plural mayestático: emperadores, papas, políticos y sindicalistas. Llama la atención que políticos que se proclaman “republicanos” y dirigentes sindicales que dicen profesar el ideal de igualdad imiten a emperadores, reyes y papas al usar el plural mayestático en sus intervenciones públicas, en pleno siglo XXI.

    El diccionario Vox define el plural mayestático como el “Uso del pronombre personal de primera persona en número plural y de las formas verbales correspondientes, para referirse a sí mismos los papas, reyes o emperadores”. Se trata, pues, del uso del pronombre nosotros para referirse a uno mismo. La expresión proviene del latin pluralis maiestatis “plural de majestad”.

    Este empleo de nos(otros) era habitual en las monarquías europeas: Carlomagno solía firmar nos Carolus (Nosotros, Carlos), al igual que muchos monarcas europeos y todos los papas. Modernamente es común en los usos oficiales de las monarquías y en las autoridades eclesiásticas.

    En el bajo latín de la Edad Media, el emperador romano era la única persona que podía usar el pronombre Nos en singular, y lo hacía al dirigirse a los personajes más encumbrados de la corte, quienes lo llamaban vos, el vocativo de máximo respeto; el único referente de vos en la lengua del Bajo Imperio era el emperador de Roma.

    El uso del nosotros perduró a lo largo de los siglos para realzar la superioridad de las clases dirigentes sobre el común de los mortales, aunque, por su origen y significado, parece poco congruente con el ideal de igualdad proclamado desde la Revolución Francesa. Sin embargo, en el etcétera de la Academia Española entran políticos de todos los partidos, quienes lo usan para realzar su importancia, su poder y el hecho de que creen estar un escalón por encima de todos sus interlocutores.

    “La semana pasada estuvimos resfriado”, declaró cierta vez ante cámaras de televisión un destacado líder partidario, mostrando que se daba cuenta de que el participio resfriado, no podría en este caso concordar en número con el verbo estuvimos, como manda la gramática, porque habría sonado ridículo.

    Si el uso del plural mayestático es incongruente con las ideas republicanas y con el sistema democrático, resulta no menos absurdo oírlo en boca de dirigentes sindicales, quienes quizás lo empleen para indicar que son tan importantes como los políticos a quienes critican, pero no parecen tener noción de que, al utilizar este recurso expresivo, están poniendo en evidencia que creen ser más que sus representados y renegando del ideal de igualdad que proclaman en los manifiestos de los sindicatos.

    Por supuesto, los hablantes tenemos el derecho de hablar como nos plazca, pero, tal como los “actos fallidos” de que hablaba Freud, el lenguaje que empleamos también desnuda nuestras actitudes ante el mundo.

    Lic. Ricardo Soca

    CI 1.010.140-2