En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
+
Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad
Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.
Suscribite a Búsqueda
DESDE
UYU
299
/mes*
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Personalmente, sentí enorme pena ante la claudicación de Ernesto Talvi. Por varios motivos: 1 personal: es un amigo y debe estar sufriendo mucho; 2 como oriental: su derrota vuelve a enterrar al Partido Colorado y desfibra la coalición de gobierno. Las dos cosas son malas para la democracia y, por ende, para el país.
Pero cuidado con sumar a esos perjuicios (que no son poca cosa) el daño enorme que produce el coro de lugares comunes, achacando lo ocurrido a una suerte de conjura perversa y corrupta, llamada política (“la política”).
Pues, la política no es victimaria, ni de Ernesto Talvi, ni de la democracia.
No repitamos zonceras. La política no es una actividad esotérica y maligna, poblada de mezquinos, mediocres y chorros. Tiene sí sus peculiaridades y defectos, pero que no son otra cosa que reflejos de la naturaleza humana. No están ahí los “otros”, peores que yo. Están peores, están iguales y están mejores. El asunto es que el ser humano es el ingrediente básico de la política y se da ahí en grandes cantidades.
¿Qué tiene la política que genera rechazos y resistencias?
Para empezar, es muy absorbente. Pocos son quienes pueden hacer política sin que les trague amigos, familia, feriados, noches y casi cualquier momento de paz e intimidad.
La política también exige abundante paciencia. Para escuchar cosas carentes de interés y para soportar pequeñas tramoyas.
Como los hombres tienden a moverse más por aversiones y odios que por amor, la política exige sabiduría y condescendencia.
Por último, en política hay que transar. A veces eso podrá ser fruto de acuerdos menores o hasta espurios, pero es, en definitiva, la consecuencia de no poseer poder absoluto. Lo que no es mala cosa.
En suma, la política absorbe, desgasta y, con frecuencia, disgusta, pero no es una perversión de la conducta humana y no es justo, ni legítimo, ni bueno, construirla como un monstruo que tritura a los que se le acercan. Porque, además, es una actividad donde uno puede servir a los demás y hasta conseguir realizar grandes cosas (y pequeñas grandes cosas, también).
La derrota de Ernesto Talvi no debe alegrar a nadie ni, mucho menos, alimentar la leyenda negra sobre la política.
La saga de Talvi no es una historia de fracaso de la política.
No hay democracia sin política: porque no hay democracia sin seres humanos.
Para los jóvenes, el episodio no debe ser motivo de escándalo y rechazo. Al contrario, Ernesto deja un vacío en la trinchera, hay que incentivar a los jóvenes a ocuparlo.
