Roma, Italia, 6 de octubre de 2024. (De nuestras agencias).
Roma, Italia, 6 de octubre de 2024. (De nuestras agencias).
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáCon el ingreso triunfante de las tropas rusas a la capital de Italia, se consolida la conquista del territorio italiano por parte de los soldados rusos comandados por el joven general Igor Putin, hijo mayor del presidente Vladímir Putin.
Visiblemente emocionado, en una ceremonia y conferencia de prensa llevada a cabo en el Kremlin, el presidente saludó a su hijo y felicitó a sus soldados por el resonante éxito militar, con una ínfima pérdida de vidas humanas. estas se produjeron en algunas refriegas aisladas surgidas en el trayecto de la invasión, cuando algunos grupos de italianos exaltados les tiraron con limones y bolas de mozzarella de búfala a los invasores, quienes repelieron la agresión con ráfagas de ametralladora, aniquilándolos en el acto.
El gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, en cambio, extendió su más cálida bienvenida a los invasores, informando desde su sede en el Palazzo Chigi, que la primera ministra había hablado por teléfono con su amigo Vladímir Putin y le aseguró que trabajarían en conjunto por una Europa más próxima a Rusia y más alejada de la burocracia parásita de Bruselas, sede de la Unión Europea.
El general Putin ha instalado su residencia temporal y la de su Estado Mayor en el Hotel de Russie, sito en la vía Babuino, un cinco estrellas de lujo que el joven militar eligió por la coincidencia de llevar el nombre de su país. Desde la terraza de su suite, bebiendo una copa de Lambrusco Frizzante Borgo Imperiale a la puesta del sol, Igor Putin ha anunciado su visita en el día de mañana al Vaticano, donde se reunirá con el papa Francisco para recibir su bendición y conversar sobre temas de interés común.
La “conquista” de Italia por parte de las tropas rusas se suma a la toma total del territorio ucraniano tras el ataque nuclear a Kiev llevado a cabo el año pasado, en el que murieron más de 50.000 personas, incluyendo entre ellas al malogrado presidente Zelenski.
Meses más tarde cayó Grecia, donde gobierna desde entonces el general Piotr Putin, hijo menor del presidente ruso. Grecia fue tomada por asalto sorpresa en la madrugada, aprovechando un feriado en el que los pocos griegos que estaban despiertos venían de los festejos y los demás estaban durmiendo.
El nuevo gobernante de Grecia se instaló con su Estado Mayor en el lujoso Hotel Electra Metrópolis de la calle Mitropoleos, que tiene una impresionante vista sobre la Acrópolis y el Partenón.
El presidente Vladímir Putin ha utilizado la técnica napoleónica de colocar a sus familiares al mando de los países conquistados y, siendo que tiene tres hijos más que gozan del más alto rango en el Ejército, cabe suponer que los tiene reservados para sus futuras conquistas en el decadente mundo de la Unión Europea.
Se presume que pronto planeará conquistar Francia y Alemania, con el fin de aniquilar las fábricas de armamento que vienen suministrando armas y municiones a los rebeldes de los países conquistados, las que han disminuido sus entregas desde el ataque nuclear a Ucrania.
Desde los Estados Unidos, el reelecto presidente Biden dio una conferencia de prensa en la que atacó verbalmente a Putin, expresando que “la toma de Bulgaria y de Rumania” (países por los que las tropas rusas no han ni siquiera pasado cerca) “constituye otro error fatal del Kremlin, por el que pagarán muy caro si no se retiran de inmediato, especialmente antes del domingo que viene, que es la final del campeonato nacional de la NFL” (N. de R.: el presidente se refiere a la liga de fútbol americano) “entre los Kansas City Chiefs y los Tampa Buccaneers, por lo que yo ese día voy a estar muy ocupado”.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se ha expresado enérgicamente contra la invasión de Italia, reiterando la condena que ya había formulado en oportunidad de la invasión a Grecia, en términos tan duros como los que se transcriben a continuación: “Estos gestos de violencia y falta de respeto a la Carta de la ONU —dice el comunicado— constituyen una agresión inaceptable que merece nuestro más enérgico rechazo, por lo que convocaremos a una Asamblea General de la Organización para analizar posibles medidas a tomar en defensa de la paz mundial y el desarrollo sustentable de nuestros países miembros y sus pueblos”.
El secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, se ha mostrado dispuesto a viajar a Roma para entrevistarse con las autoridades italianas y brindarles su respaldo ante la agresión rusa, pero la primera ministra Giorgia Meloni le ha hecho saber que, por problemas de agenda, no tiene una fecha para recibirlo antes de mayo del 2026.
Mientras tanto, las acciones de las empresas fabricantes de armamento y las de las empresas constructoras, que habían llegado a cifras astronómicas en las bolsas europeas y norteamericanas en el año 2022, cuando operaban con éxito en la destrucción y ulterior reconstrucción de Ucrania, hasta que Putin usó armas nucleares para completar su conquista, han caído fuertemente, provocando el derrumbe de otras acciones de empresas colaterales que trabajaban para ellas.
Las miradas del mundo se han dirigido ahora hacia Gran Bretaña, pensando, y tal vez soñando, con una reconquista que surgiera del espíritu de sacrificio y valentía con el que el Reino Unido acometió para poner fin a la Segunda Guerra Mundial. Muchos medios de prensa han procurado obtener la palabra y el pensamiento del rey Charles III acerca de esta gravísima situación, pero no lo han logrado. El monarca, que fue encontrado en una cacería de zorros en Escocia, pidió unos días para analizar el problema, ya que no tenía toda la información disponible. Incluso llegó a decir que no sabía que Italia había sido ocupada por tropas rusas.
El pueblo inglés ha reaccionado de manera inesperada pero comprensible: se han registrado una cantidad de ofrendas florales en estos días en la tumba de sir Winston Churchill.