Para los uruguayos que peinan canas la inflación alta era un dato cotidiano con el que debían convivir: si eran asalariados o pasivos, el rápido encarecimiento de los bienes y servicios les quitaba poder de compra a sus ingresos; si eran empresarios, la reacción casi intuitiva era ajustar al alza los precios de sus productos.
Hace prácticamente una década que los agentes económicos en Uruguay no ven niveles de inflación anuales de dos dígitos. Pero el mes pasado ese umbral quedó más cerca y ello es algo a lo que le prestan atención las autoridades económicas por una razón de expectativas, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales.
Después del salto que había registrado en enero, la inflación se moderó algo en febrero. El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó ayer miércoles 5 que el Índice de Precios del Consumo (IPC) aumentó 1,66% en febrero y la suba fue de 4,14% en lo que va de 2014; es el mayor incremento en un primer bimestre desde 1995.
La inflación en los últimos 12 meses llegó a 9,82%, el registro más alto desde agosto de 2004 (10,17%).
El gobierno quisiera que esa tasa se ubicara en no más de 7% cuando cierre el 2014. La preocupación por el 10% radica más que nada en que se considera un umbral psicológico para los agentes: si es superado, pueden sentir que hay una situación de pérdida de control del gobierno sobre los precios en la economía.
En Montevideo el IPC en los 12 meses a febrero llegó a 9,92% y en el interior a 9,68%.
Por rubros, los mayores incrementos en ese lapso en todo el país se dieron en “Educación” (4,96%), “Muebles, artículos y productos para el hogar” (4,63%) y “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (2,48%).
Una lechuga se encareció de $ 29,4 en enero a $ 38,8 en febrero, la tarifa de saneamiento subió de $ 188,9 a $ 208,5 y el gas por cañería lo hizo de $ 739,7 a $ 766,8. Estos fueron algunos de los bienes y servicios sobre los cuales el INE informa un precio medio, que más aumentaron en ese lapso.
Sobre la medición de marzo presionará el incremento del boleto de ómnibus urbano y del litro de leche común. Ambas son tarifas reguladas administrativamente.
Factores
La valorización del dólar, los eventos climáticos que afectaron la oferta de ciertos alimentos, las subas de salarios y los ajustes de las tarifas públicas son algunos de los factores que atizan la inflación como a una fogata difícil de apagar.
Hay teorías que la vinculan a la demanda, es decir por un aumento del consumo que surge de mayores sueldos y el incremento del gasto público principalmente, y también de los mercados externos. Inflación de oferta se le llama cuando la misma está asociada normalmente a una suba de los costos, donde los salarios y los demás insumos —en buena medida importados— suben y las empresas ajustan los precios de sus bienes o servicios para no perder ganancias. Fenómenos climáticos adversos, como las abundantes lluvias ocurridas este verano, también afectaron la disponibilidad de frutas y verduras frescas, generando “inflación de oferta”.
Las expectativas son otra variable. Si los agentes esperan que los precios suban y toman sus decisiones en base a esa idea, ello incide en los precios a futuro.
La teoría monetarista de la inflación sostiene que si la cantidad de dinero crece más rápido que la oferta de bienes, los precios suben para equilibrar esa diferencia. Es en este concepto en el que se apoya el Banco Central para aplicar su política monetaria, que busca regular el aumento del circulante de medios de pago.
A su vez, los precios internos muchas veces dependen de factores externos o de la evolución del valor del dólar, ya que se forman en el comercio exterior. Otros, no transables, están sujetos solo a fuerzas domésticas de oferta y demanda.
Internas.
En enero y febrero hubo algunos factores que jugaron al interior de la economía uruguaya y se pueden relacionar a los relativamente elevados registros de inflación.
Directamente sobre el IPC inciden las tarifas de la mayoría de los servicios públicos, que se ajustaron casi todas en enero. Los precios vinculados a la vivienda subieron 11,85% en los primeros dos meses del año con la suba de la factura del gas, el agua y la electricidad; la finalización en enero del plan “UTE Premia” —por el cual muchos usuarios pagaron la mitad de su consumo en diciembre— generó un aumento fuera de lo común en este rubro.
También se ajustaron las tarifas de los combustibles en el primer mes del año y eso impulsó el costo del transporte, que aumentó 3,22% desde el cierre de 2013 a febrero.
Las lluvias y el granizo afectaron algunos cultivos, lo que impactó sobre el valor de las verduras y hortalizas; los alimentos fueron de los rubros que más se encarecieron en el bimestre (3,84%).
El consumo en Uruguay representa el 80% del Producto Bruto Interno, y desde hace unos años crece más rápido que la oferta de bienes disponibles. Esto está impulsado —entre otros factores— por el aumento del poder adquisitivo de los ingresos y el gasto público.
Los ajustes de sueldos y pasividades en su mayoría fueron en enero y se pagaron en febrero. El Índice Medio de Salarios se incrementó 4,8% en la medición del primer mes del año y eso implica más costos para las empresas y mayor demanda de productos o servicios.
El gasto público lleva aumentando entre 10% y 20% en términos anuales desde hace varios años. Dicha dinámica tiene incidencia sobre los bienes transables y también los no transables, que son en su mayoría servicios. Entre éstos se destacó el aumento de los precios vinculados a la educación, de 6,93% en los primeros dos meses del año.
Ese tipo de rubros no transables son de los componentes del IPC que registraron más aumentos en sus precios; al cierre de febrero habían subido en promedio 11,7% frente a un año atrás, calculó Búsqueda.
Externas.
Dado que en Uruguay el dólar convive con el peso como unidad monetaria para muchas transacciones, el aumento que tuvo el tipo de cambio en enero (1,35%) y febrero (3,3%) fue otro factor de presión sobre los precios al productor y al público en general (minoristas).
En parte por el aumento del valor de la divisa estadounidense, la inflación “importada” fue mayor durante los últimos dos meses. Los precios de los productos que llegan desde fuera de la región subían mucho menos durante 2013, antes de la escalada del tipo de cambio desde fines de ese año. Los bienes importados desde los países vecinos también aceleraron su aumento de precios.