Sin pasar el corte clasificatorio en el Genesis Open, Tiger Woods no consigue superar el peor momento de su carrera

El regreso de Woods al circuito más importante del mundo se dio a fines de enero en el Farmers Insurance Open, donde finalizó en el puesto 23º tras los 72 hoyos.

Pero Tiger es Tiger y sigue siendo la gran atracción del golf mundial. Por ejemplo, de acuerdo a un comunicado de la cadena CBS, los números de audiencia saltaron a las nubes con su participación durante el fin de semana en el campeonato de Torrey Pines. Números difíciles de igualar, con 40% más que un torneo regular del circuito norteamericano. La “tigermanía” que dominó al mundo del golf por más de una década, pareciera querer volver a rugir y, más allá del entusiasmo del miles de fanáticos, lleva a varios auspiciantes a extender invitaciones a Woods para que juegue ciertos torneos. Todo indica, por ejemplo, que el exnúmero uno del mundo formará parte desde hoy jueves 22 en el Honda Classic gracias a una invitación del sponsor. Sin embargo, el gran tema es su rendimiento en la cancha. Vale recordar que hoy Woods ocupa el lugar 539 del ranking mundial, posición que lo lleva a tener que recibir invitaciones para poder jugar como ocurrió en el Genesis Open, certamen que recauda fondos para la Tiger Woods Foundation.

En cuanto a los Majors, Woods podrá jugar tanto el Masters de Augusta como el British Open de por vida por su condición de excampeón. En tanto, este año podrá también participar en el US Open, a jugarse en el Shinnecock Hills Golf Club de Nueva York, por la exoneración de 10 años que otorga este certamen al ganador, ya que su última victoria en un Major fue el US Open del 2008. En cuanto al PGA Championship, deberá recibir una invitación para poder jugarlo.

Su rendimiento hoy.

Tras una primera ronda recorrida en 72 golpes, Tiger hizo 37 golpes en los primeros nueve hoyos del Riviera Country Club en Los Ángeles, sede del Genesis Open. A partir de ese momento, tres bogeys consecutivos entre los hoyos 11 y 13 lo alejaron de toda posibilidad de pasar el corte clasificatorio. Las cámaras que lo siguieron a lo largo de las dos rondas, lo mostraban suspirando ante cada mal tiro. Tiger hoy es la imagen de frustración, amargura y confusión en una cancha de golf. Solo acertó 7 de los 18 greens, tanto en la primera como en la segunda vuelta, con lo cual, por más que se trata de Tiger Woods, es imposible lograr scores bajos con tan poca consistencia en el juego corto.

Dentro de ese panorama lo positivo fue verlo bien físicamente tanto en Torrey Pines como en Riviera, por lo cual todo indica que ha superado sus fuertes dolores de espalda tras cuatro operaciones.

La gran pregunta es si Tiger está en condiciones de recuperar su nivel. La ansiedad que transmite buena parte del mundo del golf para volverlo ver ganar, la presión de los medios y hasta las obligaciones con sus propios auspiciantes son también factores que incidirán en su futuro cercano.

Los verdaderos grandes tienen un don especial que los distingue claramente del resto y así lo marca la historia de los deportes. El niño que con apenas tres años sorprendió al mundo al hacer 48 golpes en nueve hoyos está luchando por regresar. Tras una brillante carrera como aficionado, ingresó al profesionalismo en agosto de 1996 y el deporte del golf no volvió a ser el mismo. A lo largo de una década fue el gran referente, con números realmente impresionantes como las 623 semanas que estuvo al frente del ranking mundial, de las cuales 231 fueron en forma consecutiva. Ganador de 14 Majors y 79 torneos en todo el mundo, muchos lo consideran como el mejor golfista de todos los tiempos. Hoy ese mismo golfista, con 42 años, lucha denodadamente por regresar a los primeros planos.