En el caso de que la Comisión de Candidatos, que discutirá la conformación de la nueva Mesa Representativa, no llegue a un acuerdo que luego sea refrendado por el plenario, se realizarán elecciones mediante voto secreto el sábado 24 en la sede del PIT-CNT. Para la elección, el plenario deberá haber determinado la cantidad de integrantes que tendrá la nueva Mesa Representativa, uno de los puntos sobre los que existen diferencias entre las corrientes.
Una vez conformada la Mesa Representativa, esta debe decidir cómo se integrará el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, que es el organismo de conducción cotidiana de la organización.
Del congreso participarán 1.173 delegados en representación de 67 filiales. Los delegados que le corresponden a cada sindicato o federación se determinan en función de sus afiliados cotizantes: “Hasta 200 afiliados” corresponde “un delegado” y, de ahí en más, se suma un delegado “cada 200 afiliados subsiguientes o fracción mayor de 100 afiliados”.
Las cinco organizaciones más grandes del movimiento sindical son la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), con 135 delegados; el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) y la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), con 125 cada una; la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), con 120, y la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), con 75. Solo entre ellas suman 580 delegados, casi la mitad de los que formarán parte del congreso.
Si se extiende la lista a las 10 filiales más grandes, concentran casi el 70% de los delegados.
Una división de trazo grueso por corrientes muestra que los sindicatos de mayor porte, en los que predomina la línea comunista, ya representan unos 355 delegados; con varios de los sindicatos más pequeños, supera los 400. Las principales filiales en las que Articulación es mayoría (FUM, Fuecys, AEBU y la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte) llegan a 270 delegados, y alcanza los 310 si se suman los representantes del sindicato policial, que suelen votar con esta corriente. En Lucha, liderada por COFE, llega con sus principales organizaciones a 171 delegados.
Estas cifras sirven solo como referencia, ya que no todos los delegados de las filiales responden a la misma corriente.
La Coordinación de Sindicatos verá en este congreso disminuido su peso, al perder en su integración al sindicato de trabajadores de la UTE (AUTE) y al de la educación privada (Sintep). Estos dos sindicatos, que juntos tendrán 65 delegados en el congreso, eran los más grandes de ese espacio de coordinación.
La nueva dirección
“Este es el congreso más incierto de los últimos años. Es más incierto incluso que el de 2011, que terminó en elecciones”, dijo a Búsqueda Favio Riverón, referente de la corriente Articulación y dirigente de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys). Dentro del panorama incierto algo parece claro: “Es casi un hecho que va a haber elecciones”.
En esto último coincide el dirigente de la educación privada (Sintep) Sergio Sommaruga. “Todo va encaminado para ese lado”, dijo a Búsqueda.
La corriente comunista es la más cauta. Javier Díaz, referente del Sunca, sostuvo que en los intercambios previos al congreso se manejaron todos los escenarios posibles en los que se puede derivar para la conformación de los organismos de dirección y no descarta que pueda existir un acuerdo.
Articulación llega al congreso en un momento particular: está procesando un recambio de dirigentes, sin figuras ascendentes todavía consolidadas.
En 2021 la corriente sufrió la baja de Fernando Pereira, que dejó la actividad sindical en el congreso de 2021 para pasar a presidir el Frente Amplio. En los últimos meses también su sucesora en la Federación Uruguaya de Magisterio y en el PIT-CNT, Elbia Pereira, dejó sus cargos para pasar a desempeñarse en el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Finalmente, Fernando Gambera, dirigente de la Asociación de Empleados Bancarios (AEBU) anunció su jubilación.
En la discusión sobre las estructuras de dirección, Articulación plantea una reducción en la integración de la Mesa Representativa de 48 a 41 filiales integrantes y volver a las figuras de coordinadores en el Secretariado Ejecutivo, en lugar de las de presidente, vicepresidente y secretario general. En estos dos puntos está alineada con la corriente En Lucha.
Tanto la disminución de la Mesa Representativa como la vuelta a la figura de coordinadores son el resultado de un diagnóstico que plantea que en este último período el PIT-CNT tuvo dificultades de conducción. Articulación y En Lucha fueron críticas del plebiscito contra la reforma de la seguridad social y creen que en esa definición se evidenció que la conformación actual de la Mesa Representativa permite que se generen mayorías para decisiones estratégicas, sin que exista un respaldo significativo en términos de afiliación.
Sintep y AUTE, que van al congreso con una posición común, creen que la Mesa Representativa debe mantenerse en 48 integrantes. Sommaruga reconoció que en esto existe “una diferencia importante de criterios”.
“El PIT-CNT es una unidad de sindicatos y de corrientes. La discusión sobre la Mesa Representativa se ha dado entre un criterio que pondera la representatividad del mundo del trabajo y otro solo pondera la de las corrientes”, dijo.
Según su visión, Articulación y En Lucha tienen “una preocupación superlativa por la representatividad de las corrientes”. “Nosotros estamos más preocupados por la representación del mundo del trabajo”, dijo.
La corriente comunista es la que aparece con una postura más flexible en este asunto y con más margen a buscar acuerdos. La Coordinación de Sindicatos, por su parte, plantea que en la Mesa Representativa deben estar todas las filiales que quieran hacerlo.
Sintep, AUTE y la corriente comunista son partidarias de mantener las figuras de presidente, vicepresidente y secretario general. Díaz cree que esto le da “mayor calidad” a la representación del PIT-CNT. Sommaruga ve con buenos ojos este esquema porque refleja la forma de organización que tienen los sindicatos, que cuentan con estos mismos cargos. Igualmente, cree que debería “reglamentarse” el alcance que tienen estos cargos.
“El problema no es el envase, es la sobrerrepresentación que a veces se da a través de estos cargos. Yo me inclino por reglamentar las funciones. Reglamentando las funciones, prefiero tener presidente y secretario”, argumentó.
Para Sommaruga, que el desenlace más probable sean elecciones con voto secreto más que un problema es una buena noticia. “La gente en general no entiende el mecanismo del acuerdo. Hacia la sociedad es un mensaje más potente que haya elecciones. Y hacia la interna también: cada uno tiene los votos que tiene y ahí se dirimen las discusiones”, dijo.
Para Díaz, la palabra incierto no refleja bien la previa del congreso. Aunque haya varios puntos difíciles de prever, insiste en que en las instancias preparatorias se previeron y trabajaron los distintos escenarios posibles.
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Acto inaugural del XIV congreso del PIT-CNT en el Palacio Peñarol en Montevideo
Javier Calvelo / adhocFOTOS
Alianzas y elecciones
“En un escenario de elecciones, de voto secreto, Sintep presentaría con AUTE una lista propia. A la que probablemente se sumen otros cuatro sindicatos”, dijo Sommaruga a Búsqueda.
Díaz, por su parte, informó que si ese es el desenlace, la Gerardo Cuesta también buscará una plataforma que permita sumar a otras filiales. Le llamarán “lista unitaria”.
Articulación, según contó Riverón, maneja tres escenarios. El más probable es presentar una lista conjunta con En Lucha. Otro, algo más difícil, es que se sume a ellos también la Gerardo Cuesta. Eso, aclaró, dependerá de qué decisiones se tomen respecto al tamaño de la Mesa Representativa y la figura de los coordinadores, porque para Articulación es importante que existan señales de “cambio en la conducción”. El tercer escenario es que vayan solos en una lista, si en el transcurso del congreso surge algo que les complique para acordar con En Lucha.
Programa
Dentro de la incertidumbre que para Riverón rodea al congreso, el dirigente reconoció que la discusión programática muestra un panorama más claro. Hay un marco amplio de acuerdos y algunas diferencias ya identificadas.
Para Díaz, el documento aprobado como base de discusión refleja “madurez programática” y está a la altura del “momento histórico complejo” en que se desarrolla el congreso. El secretario general del Sunca resaltó que hay planteos de “luces largas”, más allá de los asuntos del “quehacer cotidiano” del movimiento sindical.
En una línea similar, Sommaruga sostuvo sobre el énfasis que pone el documento programático en promover una Estrategia Nacional de Desarrollo: “Es lo que más me motiva de todo el congreso”. El dirigente destacó que el PIT-CNT debe abordar temas como “la transformación del mundo del trabajo, el modelo de dependencia externa del Uruguay y la economía de los algoritmos”.
Uno de los puntos en los que existen diferencias está explicitado en la redacción del documento acordado entre las corrientes. Allí se plantean dos redacciones contrapuestas en un pasaje del capítulo que analiza el escenario político y el vínculo con el nuevo gobierno.
Mientras Articulación y la corriente comunista hablan de un “bloque histórico alternativo” al proyecto del gran capital, y ubican en él tanto al PIT-CNT como al Frente Amplio, Sintep y AUTE plasman su desacuerdo y plantean que “el movimiento sindical debe construir su política de alianzas y de acuerdos, con mucha amplitud y profundidad, pero siempre regido por el ejercicio de su independencia de clase, tanto sea para potenciar las coincidencias como para no subordinar sus posiciones de clase”.
Aunque no quedó plasmado en el documento, el otro punto de disidencia es el balance sobre el plebiscito contra la reforma de la seguridad social. “Articulación va a promover en el congreso un balance más crítico que el que figura en el documento”, adelantó Riverón.