“No
importa el éxito que
hayamos tenido en nuestra carrera profesional, siempre queda alguna
frustración, algo que no pudimos hacer, un sueño que no pudimos concretar”.
Estas palabras de Gabriel Rozman, chairman de Tokai Ventures &
Consulting y presidente de Xeniors, una organización dedicada al desarrollo
emprendedor +50, a simple vista pueden sonar pesimistas. Pero nada más lejos.
La mirada de Rozman sobre la etapa posjubilatoria está cargada de optimismo: con
sus 81 años, el empresario la considera una edad propicia para emprender y
concretar los sueños que no se pudieron realizar antes “porque estábamos
pegados a la máquina de escribir o porque no teníamos plata, tampoco tiempo o
porque teníamos hijos para educar”.
La visión
de Rozman no solo es optimista, sino muy actual. La mejora del bienestar y la
calidad de vida con la que se llega a la vejez, ha propiciado que cada vez más
personas mayores se animen a emprender. De hecho, según datos aportados
por The Global Institute for Experienced Entrepreneurship (GIEE), desde 2008 la
actividad emprendedora senior a escala mundial ha aumentado más de un
50%, y esta franja etaria tiene casi el doble de probabilidades de fundar
empresas exitosas que quienes emprenden entre los 20 y los 34 años. A su vez,
el 70% de los emprendimientos de seniors continúan funcionando a los
cinco años, mientras que solamente un 28% de empresas fundadas por jóvenes
logran mantenerse en el mercado en el mismo lapso de tiempo. El monitor de GIEE
también establece que la tasa más alta de emprendimiento a escala mundial
pertenece a la franja que va desde los 50 hasta los 64 años.
Estos datos
son muy alentadores si se tiene en cuenta que el emprendedurismo senior
evita que estas personas se conviertan en una carga financiera para la
sociedad, genera nuevos empleos, promueve la capacitación y la reconversión
laboral y agiliza las inversiones, al tiempo que es una fuente de bienestar y
empoderamiento para las personas mayores. “Yo creo que es un sector de la
economía muy grande, que ahora está floreciendo porque la gente se dio cuenta
de que llegar a los 65 no es el fin del mundo, sino el comienzo de una etapa
más”, señaló Rozman en conversación con Galería.
Xenior, la
organización que preside, existe en Uruguay desde 2012 y tiene el objetivo de
asesorar y capacitar a través de seminarios, tutorías y coaching a
aquellas personas mayores deseosas de emprender y concretar los sueños
postergados. “Hacemos la convocatoria, analizamos la viabilidad de los
proyectos que se presentan y si vemos que es factible, los asesoramos en cosas
básicas como redes sociales, contabilidad, finanzas. También en la parte
legal”, señaló Rozman. En sus 10 años de trayectoria, Xeniors ha puesto en
marcha 147 emprendimientos. “En general, la gente no lo hace por dinero, lo
hace porque le quedó algo pendiente, porque necesitan hacer algo para
mantenerse activos y, sobre todo, con la cabeza trabajando”, añadió.
Emprendedoras
senior. Isabel
Albers, venezolana de 72 años, es una de estas personas mayores que se animó a
emprender. “Es una satisfacción personal, más allá de que se venda (el
producto) o no”, señaló a Galería. Albers es licenciada en Educación y
llegó a Uruguay hace ocho años, con intención de buscar trabajo en ese rubro,
pero no le fue bien. La edad no la ayudaba. Por eso, cuando llegó a ella la
convocatoria de Xeniors, no lo dudó. En Venezuela había aprendido a hacer
cerámica y decidió tirarse al agua por ese lado. Su emprendimiento se llama
Albers Ceramics y se dedica a la creación y venta de piezas de cerámica únicas.
Hoy tiene un taller en Punta del Este, una cuenta en Instagram y una página web
en construcción. Si bien el lanzamiento de sus productos al mercado tiene
pensado realizarlo en setiembre, Albers ya ha iniciado sus ventas y está muy
entusiasmada.
La
necesidad de contar con un ingreso extra de dinero y de “estar activa”, fue lo
que la llevó a emprender. “Además de tener ingresos adicionales, me permite
sentirme útil y tener una visión de futuro”, afirmó. En este sentido, manifestó
lo importante que fue para ella formar parte de Xeniors. No solo recibió
capacitación y coaching para definir el proyecto y sacarlo adelante,
sino que además conoció gente de la misma edad en circunstancias similares. “Te
das cuenta de que no sos la única” que siendo mayor, tiene ganas de emprender.
Fanny
Berger, psicóloga de 68 años, es otra emprendedora senior que sigue
ejerciendo su profesión. Nunca se jubiló, pero quiso darle un giro nuevo a su
carrera. Para eso en 2020 se presentó a la convocatoria de Xeniors, donde la
ayudaron a concretar su idea. Hoy no solo atiende a sus pacientes en terapia,
sino que además está a cargo de su nuevo emprendimiento: Empatika, una página
web para agendar y mantener consultas psicológicas virtuales que ayuden a
resolver problemas concretos. La sesión dura 40 minutos y se basa en la
psicología resolutiva, que es aquella que define bien el problema, para luego
analizar las posibles soluciones y dar lineamientos de cómo enfrentarlo. Una
vez terminada dicha consulta el paciente no tiene por qué volver. “Yo no hago
seguimiento. Si la persona quiere volver, puede hacerlo”, pero no es como la
terapia en la que se necesitan muchas sesiones, explicó Berger. La consulta
tiene un valor de 1.500 pesos.
La
psicóloga, que lanzó su emprendimiento a fines del año pasado, expresó que
Empatika está pensada para personas que no quieren hacer terapia, pero sí
tienen problemas puntuales que desean resolver o para personas que viven lejos
y no tienen fácil acceso a un psicólogo. Consultada sobre qué fue lo que la
llevó a emprender a su edad, incluso estando trabajando aún, Berger manifestó:
“Siento que estoy en el mejor momento de mi carrera profesional. Tengo una
personalidad muy activa y quiero aprovechar toda mi experiencia”. A su vez,
agregó: “El no tener un trabajo fijo, ni absorbente, me permite tener mucha
energía libre que no quiero desperdiciar”.
Miedos. A la hora de emprender, Rozman
señaló que la principal dificultad con la que se encuentran los seniors
es el financiamiento, dado que la edad les juega en contra. “Cuando uno es
joven se consigue dinero (a través de préstamos), pero cuando sos mayor, ya no
te dan”, afirmó el presidente de Xeniors. En este sentido, comentó que se está
trabajando con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para facilitar
fuentes de financiamiento que apoyen este tipo de emprendimientos.
Explicó que
esta realidad está muy ligada al principal miedo con el que se encuentran las
personas mayores cuando analizan la posibilidad de emprender: a perder su
dinero. “¿Y qué pasa si pierdo todo y vivo hasta los 90 años?”, suelen
cuestionarse, advirtió. Eso mismo fue lo que se le cruzó por la mente a Albers
cuando se disponía a emprender. “Sentí miedo porque los recursos son escasos.
Yo me preguntaba: ¿y qué hago si fracaso? ¡Me voy a quedar con el taller lleno
de tazas y platos!”, exclamó.
Rozman
indicó que otra dificultad con la que suelen encontrarse las personas mayores
es la brecha tecnológica. “Cuando pasan los años, uno les tiene miedo a las
nuevas tecnologías, pero hay que probarlas”, aconsejó. No obstante, sugirió que
es importante tener un socio o alguien que los ayude con la tecnología. En el
caso de Albers, ese alguien es su hija. Según contó, si bien ella se mantiene
activa en las redes sociales y con la tecnología, necesitaba apoyo en ese
aspecto, así fue como involucró a su hija, que es fotógrafa en el
emprendimiento. “Ella se encarga de las fotos, la web y las redes sociales.
Además, para mí es un empuje”, comentó.
“Si me
preguntas, hace 30 años no me imaginaba haciendo esto. Llegué a Uruguay con la
idea de trabajar en la educación y acá estoy. Pero no me sorprende, porque en
Venezuela, en mis ratos libres lo hacía y participaba en ferias. Es algo que me
gusta. Tengo ese poder en mis manos y Xeniors me ayudó a que mi emprendimiento
fuera productivo”, expresó Albers.
En Estados Unidos las universidades tienen cursos adaptados para los adultos mayores.
Estudios
universitarios. La
economía plateada o “la revolución de las canas” está llegando también a las
universidades. Según contó Rozman, en otras partes del mundo las universidades
ya están ofreciendo cursos adaptados para las personas mayores. Este es el
caso, por ejemplo, de Estados Unidos, donde brindan cursos, con menores
exigencias, para los seniors que no pudieron cursar la universidad
cuando eran jóvenes. “Son cursos que no tienen deberes, ni notas. Tampoco se
necesita tener ninguna formación previa. Las personas lo hacen por satisfacción
o porque les interesa alguna rama de estudio en particular”.
En Uruguay
todavía no existe ninguna oferta al respecto. No obstante Mariana Gugelmeier,
encargada de Comunicación Institucional de la Universidad de Montevideo (UM),
dijo a Galería que se encuentran trabajando en este sentido, aunque
prefirió no dar mayores detalles. “Somos conscientes de la creciente
importancia de atender a una población que aumenta y que tiene una alta
expectativa de seguir formándose”, indicó. Al respecto, subrayó que actualmente
los programas que ofrece la universidad no tienen límites de edad. “Sobre todo
en posgrados, tenemos llegada a un público adulto heterogéneo. En las áreas que
hemos tenido más público adulto mayor, incluyendo mayores de 65 años, ha sido
en los cursos de posgrado de la Facultad de Derecho y en la Facultad de
Humanidades y Educación”. Más allá de esto, no pudo dar números concretos sobre
la evolución de la matrícula de alumnos adultos mayores.
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Servicios
financieros en el debe
El área de
servicios e inclusión financiera es un rubro donde la economía plateada todavía
no ha llegado en Uruguay. Mientras que en otras partes del mundo los bancos
ofrecen una multitud de servicios y facilidades para las personas mayores de 65
años, aquí es un área que todavía no se ha explotado, aunque tímidamente
empiezan a vislumbrarse los primeros indicios. Una investigación del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) denominada Finanzas plateadas. Zona de no exclusión
financiera. Un acercamiento a mejores prácticas globales y oportunidades para
América Latina y el Caribe, establece que “el sector financiero tiene una
oportunidad única para añadir valor y obtener beneficios ofreciendo soluciones
a los retos que nos depara una sociedad más envejecida”.
En este sentido,
Carolina Gianola, gerente de Comunicación de BBVA, adelantó a Galería que el
banco ya lanzó en América Latina una adaptación de la app pensada para adultos
mayores que ya se comenzó a probar en Perú, y en el correr de este año estará
llegando a Argentina y México. La ejecutiva manifestó que si bien esa
adaptación también va a llegar a Uruguay, todavía no tienen fecha de lanzamiento.
“No la vamos a tener en el corto plazo”, acotó. El objetivo de la app, que se
lanzó en España el año pasado, es facilitar la navegación y el uso a los
adultos mayores. Por ejemplo, desde ella pueden comunicarse directamente con su
gestor en el banco y ver más fácilmente su estado de cuenta.
Una acción que el
BBVA sí ya está llevando a cabo en Uruguay para facilitar las gestiones a los
adultos mayores es la presencia en todas las sucursales de personas dedicadas a
realizar un “acompañamiento digital” a los clientes, así como una célula en el
call center especialmente dedicada a esto. Gianola manifestó que si bien tanto
uno como otra atienden a todo público, un alto porcentaje de las personas que
solicitan estos servicios son personas mayores. “Es algo en lo que nos estamos
focalizando”, añadió.
En otros países, además de estos servicios los bancos
cuentan, por ejemplo, con herramientas para evitar el fraude en esta población,
que se encuentra más expuesta a este tipo de delitos, o con sucursales especialmente
adaptadas para las personas mayores de 65 años. Estas cuentan, entre otras
cosas, con ventanillas más bajas, personal capacitado para atenderlos y
dispositivos para atender las discapacidades visuales o auditivas. Al respecto,
Rozman señaló que esto es muy positivo porque para los adultos mayores muchas
veces las gestiones bancarias son una excusa para salir de su casa, caminar y
conversar con otros. “Con la digitalización todo esto está desapareciendo, pero
hay que volver a componerlo”, advirtió.