El psiquiatra Augusto Cury, docente, investigador y uno de los autores brasileños más leídos en la actualidad, dedica tres libros a profundizar sobre causas, consecuencias y tratamiento de la ansiedad, el mal de nuestra época.
El psiquiatra Augusto Cury, docente, investigador y uno de los autores brasileños más leídos en la actualidad, dedica tres libros a profundizar sobre causas, consecuencias y tratamiento de la ansiedad, el mal de nuestra época.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSufrir dolores de cabeza, musculares, despertar cansado, estar irritable, tener problemas de concentración y de memoria, ser intolerante a las contrariedades. Todas esas características, que parecen inherentes a la vida moderna, son síntomas de ansiedad.
"Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias", explica la Mayo Clinic de Estados Unidos. La ansiedad es un mecanismo de protección, un estado de alerta que anticipa posibles amenazas, aunque sentir estos síntomas de forma prolongada es perjudicial para la salud. En casos extremos puede generar aturdimiento, nerviosismo, taquicardia, sudoración, temblores, ahogo, opresión en el pecho, náusea, molestia abdominal, mareos, hormigueos (parestesias), escalofríos o sofocos, miedo a perder el control, a volverse loco o morir, lo que produce conductas de aislamiento.
Unos 264 millones de personas sufren trastornos de ansiedad, de acuerdo con los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud -que datan de 2015-, lo que refleja un aumento de 14,9% desde 2005. Según ese organismo, los trastornos de ansiedad están clasificados como el sexto factor que contribuye a la pérdida de salud. En Uruguay se estima que son unas 205.000 personas, 6,4% de la población. Los trastornos mentales comunes están en aumento en todo el mundo. Entre 1990 y 2013, el número de personas con depresión o ansiedad ha aumentado cerca de un 50%, de 416 millones a 615 millones.
En los últimos años, las consultas y la bibliografía sobre el tema se multiplicaron a la par. El psiquiatra, investigador y escritor brasileño Augusto Cury ya tiene tres volúmenes específicamente dedicados a explorar el tema: Ansiedad: cómo enfrentar el mal del siglo, explica el aumento de este trastorno, Ansiedad 2: Autocontrol. Cómo controlar el stress y mantener el equilibrio brinda herramientas para controlar el estrés -ambos acaban de llegar a Uruguay- y Ansiedad 3. Celos. Cuando el miedo a la pérdida acelera la pérdida. Sus trabajos se publicaron en más de 70 países y vendieron más de 28 millones de ejemplares, convirtiéndolo en uno de los autores brasileños más leídos en la actualidad.
Para el psiquiatra, el alarmante crecimiento de la ansiedad está relacionado con lo que él denomina Síndrome del Pensamiento Acelerado (SPA) que, según afirma, es "el mal del siglo". De acuerdo con sus estimaciones -realizadas a partir de 20.000 consultas psiquiátricas y psicoterapéuticas-, afecta a entre 70% y 80% de la población mundial. "Sin percibirlo, la sociedad moderna, consumista, rápida y estresante, alteró algo que debía ser inviolable: el ritmo de construcción de los pensamientos, lo que genera consecuencias muy serias para la salud emocional, el placer de vivir, el desarrollo de la inteligencia, la creatividad y la sustentabilidad de las relaciones sociales. Colectivamente estamos enfermos", sostiene en su libro Ansiedad 2: Autocontrol. Cómo controlar el stress y mantener el equilibrio.
Cury actualmente dirige la Academia de Inteligencia de San Pablo, un centro académico especializado en educación socioemocional, con más de 250.000 alumnos.
Qué es el Síndrome del Pensamiento Acelerado. De acuerdo con Cury, el aumento de la ansiedad guarda relación directa con la aparición del Síndrome de Pensamiento Acelerado (SPA). "Hay que tener en mente que pensar es bueno, pensar con conciencia crítica es excelente, pero pensar en exceso y sin administración es una bomba a la salud psíquica. (...) El movimiento exacerbado de los pensamientos desencadena un desgaste cerebral intenso y produce ansiedad, que estresa al cerebro y genera síntomas físicos que, a su vez, retroalimentan la ansiedad y el estrés", asegura. A veces es confundida con el estrés; sin embargo, la ansiedad es un estado de tensión psíquica, mientras que el estrés es un estado de tensión cerebral. Uno es causante del otro y viceversa.
El aceleramiento intenso de la construcción de pensamientos predispone a trastornos emocionales y baja la tolerancia al estrés. También genera repetición de errores, infantilización de las emociones, fatiga excesiva, aburrimiento atroz y dificultad enorme para soportar la soledad creativa.
El Síndrome de Pensamiento Acelerado es uno de los tipos de ansiedad, pero existen otros, como fobias, síndrome de pánico, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastorno de ansiedad generalizada (TAG), síndrome de burnout (estrés profesional) y el síndrome del patrón inalcanzable de belleza (PIB).
¿Por qué ahora? La psicóloga social y autora estadounidense Jean Twenge lo resumió en una frase muy sencilla: "Creo que la investigación nos indica que la vida moderna no es buena para la salud mental". En ese sentido, Cury señala algunos de los factores que generan terreno fértil para la ansiedad.
1. Exceso de información
"En el pasado, el número de datos recibidos por una persona se duplicaba cada dos siglos; hoy se duplica cada año. Un diario de gran circulación contiene más información general en su edición diaria que lo que un ser humano podía adquirir durante toda su vida siglos atrás. Pero esa avalancha de datos no es inofensiva para el cerebro. El exceso de información agota el cerebro y lo vuelve menos creativo".
2. Exceso de preocupaciones
"Las mentes inquietas están hiperpreocupadas y son excelentes para el trabajo y la sociedad, pero son verdugas de la tranquilidad. Pensar con obsesión en los hechos, antes de que sucedan, es una agresión en el territorio de la emoción".
3. Exceso de trabajo intelectual
"El trabajo intelectual intenso es muy estresante. Actividades como escribir, analizar, juzgar, investigar, debatir ideas, enseñar, trabajar en equipo, elaborar estrategias, administrar y atender a personas en conflicto consumen mucha energía cerebral. El cerebro de quien ejerce un trabajo intelectual excesivo vive siempre en alerta. El desgaste es equivalente a estar con frecuencia ante un depredador".
4. Exceso de uso de smartphones y redes sociales
"Las redes sociales trajeron consigo una paradoja: se intercambian mensajes rápidos y superficiales con muchas personas, pero rara vez se conoce a alguien en profundidad. Y, todavía peor, en la era digital no se vive solo en la superficie de las relaciones sociales, sino también respecto a la relación con el propio ser".
Otros expertos -entre ellos el Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard- señalan que factores externos, como las crisis económicas, el calentamiento global y los atentados terroristas, tienen una relación directa con el aumento de la ansiedad, sobre todo entre las generaciones más jóvenes.
Diagnóstico. "¿Cuándo la ansiedad se vuelve enfermiza? Cuando presenta síntomas psíquicos negativos, continuos e intensos, como irritabilidad, humor depresivo, angustia, bajo umbral para las frustraciones, fobias, preocupaciones crónicas, aprensión continua, obsesión, velocidad exacerbada de los pensamientos", asegura Cury.
La ansiedad enfermiza se manifiesta en cuatro grandes áreas:
1. Genética/Metabólica
Los neurotransmisores y otras sustancias, incluyendo drogas psicotrópicas, alteran el metabolismo cerebral, excitando el territorio de la emoción y generando agitación mental, tensión, irritabilidad o, en algunos casos, lentitud, letargo, alienación.
2. Personalidad
Privaciones, abusos, fobias, pérdidas, frustraciones, traiciones, envidia, celos, timidez, sentimiento de incapacidad.
3. Socioprofesional
Exceso de trabajo, presiones, metas inalcanzables, ofensas, miedo al futuro, crisis política, dificultades financieras, presión por los exámenes escolares. Con frecuencia vivimos en familias ansiosas, empresas ansiosas, escuelas ansiosas.
4. Estilo de vida moderno
Trabajo intelectual intenso, exceso de información, tiempo prolongado delante del televisor, uso extremo de smartphones y del Internet.
Consecuencias y tratamiento. Según la Organización Mundial de la Salud, vivir con ansiedad tiene un impacto directo en la calidad de vida. De acuerdo con el Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard, en lo somático este trastorno se manifiesta de forma física con síntomas como dolor (de cabeza, muscular), náuseas, mareos y debilidad sin causas aparentes.
A largo plazo, la ansiedad se ve directamente relacionada con varias enfermedades crónicas, sobre todo de tipo cardíaco, respiratorio y gastrointestinal. Cuando las personas tienen ansiedad sin tratar, la enfermedad en sí empeora.
Los especialistas coinciden en que es imperioso tratar la ansiedad, al igual que otros trastornos psicológicos. Esto puede ser abordado con un terapeuta o un psiquiatra, según las necesidades del paciente.
En sus libros, Cury ofrece algunas herramientas que pueden ser beneficiosas para quienes sufren ansiedad y un puntapié para la mejora.
1. Renunciar a ser perfecto.
2. Vencer la necesidad de protagonismo social y no preocuparse por lo que piensan los demás.
3. Disminuir la necesidad de poder.
4. Reducir la necesidad de criticar y exigir a los demás.
5. Tener autoconciencia: preguntarse todo el tiempo sobre el propio conflicto.
6. Realizar un autoanálisis: ubicar los propios fantasmas mentales.
7. Establecer metas claras: saber dónde está y a dónde quiere llegar.
8. Tener enfoque y disciplina.
NÚMEROS SEGÚN LA OMS
Se calcula que, en el 2015, la proporción de la población mundial con trastornos de ansiedad fue de 3,6%. Al igual que en la depresión, los trastornos de ansiedad son más comunes en las mujeres que en los hombres (4,6% en contraste con 2,6%, a escala mundial).
En la Región de las Américas, se estima que hasta 7,7% de la población femenina sufre trastornos de ansiedad (3,6% de los hombres).
Las tasas de prevalencia no varían sustancialmente entre los grupos etarios, aunque se puede observar una tendencia a una mayor prevalencia en los de menor edad.
El número total estimado de personas con trastornos de ansiedad en el mundo fue de 264 millones en 2015, lo que refleja un aumento de 14,9% desde 2005.