La tendencia en casamientos indica que sean más íntimos, personales y menos tradicionales. ¿Cuánto cuesta casarse hoy?
La tendencia en casamientos indica que sean más íntimos, personales y menos tradicionales. ¿Cuánto cuesta casarse hoy?
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPara su casamiento, Sofía dividió los costos a la mitad con su novio y acordaron cada uno pagar por sus invitados. Sus padres, por otro lado, costearon la parte familiar. Siguieron algunas tradiciones y omitieron otras. Por ejemplo, eligieron bailar el vals pero no cortaron la torta juntos. Las decisiones las tomaron entre los dos, aunque él confiaba en el criterio de Sofía, sobre todo en lo estético. Para ahorrar y por una cuestión sentimental, optaron por hacer partícipes a sus amigos en distintas etapas del proceso. Una amiga hizo el tocado, otra diseñó las invitaciones y unas tías cocinaron tortas para el festejo civil, que lo hicieron en su casa después de dar el sí en el registro.
Lo que para otra generación era un ritual casi obligatorio de pasaje a la adultez, se ha convertido en una elección y en los últimos 30 años las bodas disminuyeron 57%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hoy, se casan unas 9.000 parejas al año en Uruguay. Por eso, cuando efectivamente deciden casarse, suele ser una decisión meditada luego de un proceso de noviazgo largo -80% de los jóvenes menores de 29 años viven en pareja sin estar casados, según una investigación del sociólogo Gustavo Leal.
"Si en el pasado el casamiento era la única forma socialmente aceptada de vivir en pareja, hoy es posible convivir de muchas maneras e incluso establecerse sin vivir en una misma casa. La sociedad se escandaliza a veces, pero va aceptando gradualmente que el cambio es la realidad", explica la socióloga Verónica Massonnier. Y agrega: "El casamiento es entonces una elección, una decisión que ya no se toma por obligación, y para muchos consolida una convivencia ya probada. Por otro lado, ha cambiado la idea de que es una decisión ‘para siempre', ojalá todo funcione bien por mucho tiempo, pero la sociedad tiene claro que hay una potencial vuelta atrás, que no hay nada forzado".
Con este cambio de paradigma, las tradiciones asociadas al casamiento ya no son imprescindibles. La familia no tiene tanta injerencia, sino que son los novios quienes eligen (y pagan) a la mayoría de los invitados. La ceremonia religiosa cada vez más se transforma en una cuestión de fe y no de costumbre, los votos son más personales y algunos rituales van quedando atrás: los vestidos no siempre son blancos, el vals puede ser reemplazado por una coreografía con amigos y a algunos invitados se los convoca después de las 12 de la noche para que solamente vayan a bailar.
"Las bodas son una historia que habla de los novios y de su familia. Está bueno no perder de vista que las fiestas multitudinarias siguen mucho más un mandato social o un modelo, mientras que las más chicas hablan más de las parejas en sí. Además, hoy en día, los novios no son tan jóvenes, entonces buscan algo personal, ya saben lo que quieren. Deciden mucho más sobre su fiesta", explica Gaby Curbelo, especialista en ambientación de eventos. Flo Pollio, tocadista desde hace siete años, coincide con Curbelo: "Ahora todo es más relajado, se admiten más cosas que antes", asegura. El novio, además, es más activo a la hora de tomar decisiones.
Como menciona Curbelo, según varios empresarios del rubro de locales, las fiestas tienden a ser más pequeñas con relación a otros años. En ese sentido, la ceremonia civil ha cobrado más importancia, convirtiéndose en una nueva instancia de festejo, más allá del trámite legal, e, incluso, la única celebración para algunas parejas.
En ese contexto, las novias llegan más relajadas a las diferentes etapas. "Ese estrés o nerviosismo que la gente tiende a asociar al mundo de las novias, no es real. Mis clientas son muy relajadas y confían en mí, es distinto a unos años atrás, que iban con exactamente el vestido que querían en mente", asegura Clara Laborde, creadora de Estudio Monaqueda. Laborde identificó que las novias buscaban opciones más ágiles y por eso creó la línea ready to go, con vestidos ya listos para llevar -aunque ofrece la opción de ajustarlos y modificarlos.
El fotógrafo Mateo Boffano, por otro lado, instaló la instancia de la preboda para conocer a los novios antes del gran día, algo que es cada vez más común y no tiene un costo extra. "Nos vamos a un ambiente descontracturado para charlar sobre la boda y sobre ellos. También hacemos fotos para que ellos sepan lo que yo voy a estar haciendo y darme cuenta de si son un poco duros o si fluye la cosa. Cuanta más confianza hay, las cosas salen mucho mejor", explica. Pero algunas cosas no cambian: 90% de las veces es la novia quien lo contacta.
¿Cuánto cuesta casarse?
Aunque las nuevas generaciones están haciendo cada vez más personales las bodas, hay ciertos aspectos que son ineludibles a la hora de planificar un casamiento. El salón, el vestido, el catering, los anillos y el dj son algunos de ellos. Y, en ese sentido, los únicos límites son la imaginación y el presupuesto. Una boda para 250 personas puede costar desde 10.000 dólares hasta 100.000, aunque el promedio se podría ubicar alrededor de los 20.000 o 30.000.
De acuerdo con las fuentes consultadas, los proveedores suelen agregar un extra por el estrés que implica lidiar con una boda. Por ejemplo, un vestido con el mismo diseño y la misma tela, hecho para una novia sale más caro porque implica un "ida y vuelta mayor".
Salón con catering
Entre 900 y 1.500 pesos por invitado, lo que resulta entre 6.000 y 10.000 dólares en total.
Dj y música en vivo
Un dj cobra un estimado de 6.000 pesos y una banda en vivo otro tanto.
Vestido
Un vestido confeccionado en Uruguay lleva un aproximado de 40.000 pesos de diseño y confección. En cuanto a las telas, depende del gusto de la novia, pero puede ir desde los 300 dólares hasta los 1.000 dólares. Otra opción es comprarlo en el exterior a través de Internet, una alternativa cada vez más común. Un vestido del sitio Reformation ronda los 400 dólares, mientras que uno de China anda por los 200. A eso suele sumarse el costo de una modista local para ajustar algunos detalles.
Tocado
Un tocado de diseñador cuesta alrededor de 8.000 pesos, aunque puede llegar a los 1.000 dólares. También hay opciones de tocados ya hechos, como los de Hómini, que se compran online y van desde los 1.750 a 4.130 pesos.
Peinado y maquillaje
Un peinado profesional cuesta unos 3.000 pesos y el maquillaje otro tanto. En total, se estima unos 6.000 pesos en este rubro.
Anillos
La base para el precio de un anillo de compromiso es de 200 dólares, pero en función de las piedras y el material puede llegar a salir hasta 6.000 dólares. Las alianzas cuestan otros 200 dólares cada una.
Fotografía
Luego del salón, la fotografía y el video es uno de los rubros más caros dentro de una boda. Un fotógrafo y videógrafo profesional puede cobrar desde 40.000 pesos hasta 180.000 pesos, incluyendo factores extra como el casamiento civil, un video corto para compartir en redes sociales o un dron para obtener tomas aéreas de la fiesta.
Decoración y flores
De acuerdo con diferentes proveedores, depende mucho del presupuesto que maneje la pareja y qué quiera para la decoración: por ejemplo, trabajar con rosas importadas es más caro que usar flores de productores locales. También varía en función de las prestaciones que ofrece el salón: vajillas, cubresillas y manteles, y si es en Montevideo o en el interior. Teniendo eso en cuenta, se pueden gastar desde 2.000 a 25.000 dólares.
Viajar para casarse
Foto: Florencia Saavedra.
Una alternativa cada vez más popular es hacer una "boda destino": una ceremonia íntima con familiares y amigos cercanos en locaciones como Hawai, Bahamas, Costa Rica o Las Vegas. Esta modalidad ofrece dos grandes ventajas: es más sencilla de planear (existen paquetes ya armados que se pueden comprar online) y, por otro lado, suele ser más accesible. Según el sitio web destinationweddings.com, el costo promedio de este tipo de celebraciones es de 7.000 dólares.
Ese fue el caso de Alfonsina. Tanto ella como su ahora marido tienen familias grandes y sabían que si festejaban en Uruguay estaban hablando de una boda de más de 500 personas, que se iba de su presupuesto. El aspecto económico, sumado a lo abrumador que resultaba planear un casamiento tan grande, los llevó a optar por casarse en Las Vegas. Un mes antes de la celebración avisaron a su familia y amigos más cercanos, el día antes hicieron un aviso general vía mail, acompañado de un link de streaming para seguir en vivo la ceremonia que tendría lugar en una capilla de Las Vegas, donde cantaría un imitador de Elvis. Luego de la fiesta recorrieron la costa oeste de Estados Unidos como luna de miel.