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Un menú de playa fresco y ligero

Las Piedras Beach Club es el parador del hotel Fasano en la playa Desembocadura en La Barra

Cuando se piensa en un parador de playa lo primero que llega a la mente es la imagen de un pescado frito, unas rabas o unos buñuelos, algo para comer casi que con las manos entre baños de mar. En cambio Fasano muestra en su nuevo club de playa un aire de frescura con un menú más liviano. Después de un intento en José Ignacio, este elegante hotel de origen paulista e impronta italiana ubicado en el Cerro Eguzquiza vuelve a bajar a la playa, pero esta vez lo hace más cerca, en la playa Desembocadura en La Barra, con el objetivo de brindar un servicio a los moradores de su desarrollo inmobiliario.

Abierto al público general, a este parador se puede llegar de dos maneras. Huéspedes y locatarios acceden desde un simpático barco eléctrico que baja por el arroyo Maldonado hasta el lugar. Los demás, llegan por la Ruta 10 hasta las calles Duende Azul o Serenidad. Un arco de plantas en la bajada a la playa ayuda a cambiar el ritmo, unos escalones que siguen en un camino de maderitas indican el breve trayecto entre el ingreso a la playa y el parador.

Camastros sobre la arena y livings montados en una tarima dan confort a esta experiencia estival en una playa poco habitual para el glamour esteño. El espacio que ocupa este parador es mínimo, pero el suficiente para ofrecer un completo servicio de bar con cócteles y vinos blancos y rosados a la temperatura adecuada, helados, tanto nacionales como importados. El menú está compuesto de cuatro antipasti, dos ensaladas, cuatro platos principales y un postre.

El mediodía en qué Galería visitó el Beach Club, el chef residente Felipe Grecco se ofreció a hacer una pequeña selección de los platos para esta mesa de dos. Primero preparó una refrescante entrada compuesta de cubos de sandía coronados con pequeños bombones de queso de cabra condimentados con aceto balsámico y una hoja de albahaca, una combinación inusual e ideal para un día de sol intenso. Para armonizar, el atento equipo de sala, de forma astuta, ofreció una copa de rosé de Bodega Oceánica, un vino que supo acompañar todo el menú. La calidad en la atención es una de las características más importantes en los restaurantes del empresario gastronómico Rogerio Fasano, tanto dentro como fuera de Brasil.

De vuelta al almuerzo, junto con la sandía, llegó un plato que denominan ceviche de camarones con salsa de naranja. Esta preparación se parece más a un carpaccio que a un ceviche, pues los camarones no se cocinan en el jugo si no que ya están previamente cocidos y cortados a la mitad de forma transversal. La unión de la naranja con los frutos del mar es un clásico que no suele fallar y esta no es la excepción; lo preparan además, con tropezones de piel de naranja, arándanos frescos, cherry y albahaca. ?A continuación, como principal se compartió un arroz con vieiras. Este plato se sirve habitualmente con calamares, pero aquel mediodía no había disponibles. Grecco improvisó con expertise, las vieiras apenas cocidas, nacaradas, casi crudas contrastaron con el calor del arroz cocido de esa forma que solo un brasileño logra. Un puñado de tomate fresco formó una salsa cremosa al unirse con el fondo de mariscos. El chef aromatizó el plato con tomillo, albahaca y más hierbas frescas.

El almuerzo terminó con un café y el único postre de la carta, un merengue con salsa de frutos rojos y almendras, y el anhelo de volver para probar el resto del menú. De las entradas, la empanada de bacalao, de los principales la pesca artesanal con verduras o el bife ancho con calabaza asada. También, deberán esperar las ensaladas como la de lechuga con hongos rosti y tomates con salsa de mostaza o las raíces, alcauciles y láminas de queso pecorino con salsa de miel.

En el Beach Club también hay tragos sin alcohol, cócteles clásicos como el negroni o con vino como un bellini o una mimosa, entre otras bebidas.

Abierto desde el mediodía hasta el atardecer, este parador de playa es ideal para un almuerzo liviano y más aún para un aperitivo a la puesta del sol.

Playa de la Desembocadura, bajada por Duende Azul o Serenidad. Tel.: 4267 0000, Whatsapp 091 482404. Todos los días de 12 a 19 h. Precio promedio por persona: 50 dólares.

Fasano se deja conquistar

Después de 12 años de ofrecer una cocina de impronta muy italiana, dada por quien firma la gastronomía de este hotel, Rogerio Fasano y su familia, este verano los restaurantes convirtieron sus hornallas en parrillas y hornos de barro. Al mando se encuentra el cocinero uruguayo Mauricio Eraso, su nuevo chef ejecutivo, quien se formó en estancias turísticas y el restaurante de la Bodega Garzón. El fuego de leña y la brasa —y no el carbón como en Brasil— es, a partir de ahora, el principal método de cocción tanto del clásico Fasano como de Las Piedras. En este último, haciendo honor a su nacimiento como casco de estancia, se ofrece parrilla al mediodía. Con esta reapertura el hotel recobra todos sus espacios gastronómicos.

Para los fanáticos de la cocina italiana de Fasano, en la cima del cerro Eguzquiza quedaron algunos de los platos más emblemáticos como la cotoletta alla milanese y el risotto, pero se funden con nuevas apuestas en un menú cada vez más uruguayo.

A tener en cuenta

Los precios están en dólares y no incluyen IVA.

Al estilo brasileño, el servicio de 10% se incluye en la cuenta.

Es necesario reservar.