Nombre: Carolina Ache • Edad: 39 • Ocupación: subsecretaria de Relaciones Exteriores • Señas particulares: es sobrina nieta de Jorge Batlle, tiene poca manualidad para presentar la comida, habla cuatro idiomas, le encanta Rosa Luna
Nombre: Carolina Ache • Edad: 39 • Ocupación: subsecretaria de Relaciones Exteriores • Señas particulares: es sobrina nieta de Jorge Batlle, tiene poca manualidad para presentar la comida, habla cuatro idiomas, le encanta Rosa Luna
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá¿Qué consejos le dio su tío, el expresidente de la República Jorge Batlle? Viví dos años en Suiza y cuando volví fui a hablar con él porque había decidido dedicarme a la política. Siempre fue muy accesible y generoso con su tiempo. Me dio un consejo que no olvidaré jamás: "Si algún día estás en una encrucijada, la respuesta es siempre donde haya más libertad".
¿Cómo fue la ceremonia oficial de asunción como vicecanciller? Con el exministro (Ernesto Talvi) ya estábamos trabajando desde antes, pero ese día fue muy emocionante por el apoyo de mis amigos, de mi familia y de mi grupo político.
¿Cómo se siente con el cambio de jefe, de Ernesto Talvi a Francisco Bustillo? La verdad es que al canciller Bustillo no lo conocía, lo estoy conociendo pero tengo una muy buena relación. Y a Ernesto Talvi le estoy muy agradecida por la oportunidad, por haberme tenido confianza para este puesto. Lamentablemente las cosas pasaron como pasaron, pero mi compromiso se mantiene. Más que con el partido es un compromiso con el gobierno, así estoy honrando a mi partido.
¿De niña quería ser embajadora? Sí, quería ser diplomática y hasta presenté la carpeta para dar el examen de ingreso al Servicio Exterior. Mi carpeta debe estar acá (en el ministerio) pero después me casé, me fui y la vida siguió por otro lado. Así que siempre tuve ese deseo, esto es lo mío, estoy muy cómoda, hay que estudiar mucho pero son temas que me interesan.
¿Y cómo se preparó? Siento que de alguna manera toda mi vida me preparé para este trabajo. Estuve en Milán haciendo una pasantía y en Bolonia hice el Máster en Derecho Internacional y Comunitario, por lo que hablo perfecto en italiano. Después, ya casada, trabajé para Banco Santander en Ginebra, que es una ciudad muy internacional, y también hice un intercambio en Estados Unidos. Siempre estuve rodeada de grupos muy heterogéneos y me interesan sus culturas.
¿Qué extrañaba de Uruguay? Cuando viví en Bolonia extrañaba el mar. Por momentos me sentía incómoda y cuando un día fuimos en tren a la playa y vi el mar me di cuenta de que lo extrañaba. En Ginebra, en cambio, no extrañaba tanto porque está el lago.
Pertenece a una familia de hombres destacados en política, pero usted es la primera mujer en asumir en un cargo. Sí, es cierto que uno carga con una responsabilidad y que tiene que cuidar el nombre de la familia. Siempre digo que ‘hay que caminar derecho', no solo por uno sino por los que estuvieron antes y por los que vienen después.
¿Qué recuerdos tiene de los almuerzos en familia? Tengo la política por los dos lados, de mi papá y de mi mamá. Mis padres están separados desde que tengo seis años, entonces el fútbol y la política eran temas recurrentes. Mi mamá siempre estuvo vinculada a la política atrás de bambalinas, trabajó con Jorge Batlle y fue su secretaria cuando él fue presidente. Me acuerdo que de chica siempre la acompañaba a todos lados y viví la política de servicios, de la vocación, del sacrificio, estoy orgullosa de mi madre. Trabajar en política es una tarea muy noble, te debés a los demás. Tengo muy claro que estoy ocupando un lugar que es una responsabilidad muy grande, pero acá estoy de paso. Cumpliré mi función lo mejor que pueda.
¿Le parece que la figura de José Batlle y Ordóñez está un poco manoseada? Sí, todo el mundo lo nombra y todos quieren apropiarse de su figura porque indudablemente es la figura más grande de la política uruguaya. El batllismo es totalmente incompatible con un montón de cosas, como, por ejemplo, la lucha de clases, que está muy presente en el Frente Amplio. Para empezar, Batlle y Ordóñez era un liberal, promovía la movilidad social a través del trabajo y de la educación y no identificaba a la gente por su clase social. Si creés en la lucha de clases, de por sí estás encastando a la gente en un determinado lugar. Entiendo que quieran tratar de adjudicársela, pero su figura es incompatible con el Frente Amplio.
¿Qué relación tiene con Venezuela? Fui prosecretaria por los Derechos Humanos del Partido Colorado y uno de los temas en los que más trabajamos fue el de los venezolanos en Uruguay. El Partido Colorado siempre condenó el régimen de Venezuela y, en lo personal, conozco la situación de muchos de ellos y la siento propia. Su llegada nos enriquece como sociedad y a pesar de todo lo triste y del horror que viven en esa dictadura horrible, llegan a trabajar con la frente en alto y una sonrisa. Sus historias, la nostalgia por su país, todo lo que dejaron atrás te parte el corazón. Personalmente a Venezuela la siento muy cerca.
El fútbol también forma parte de su vida. ¿Siempre fue a ver a Nacional? Con mi padre y mi hermano íbamos a ver a Nacional todos los fines de semana y hasta viajamos a Buenos Aires. Tengo una tía que tiene 12 hijos y uno de ellos, Agustín Viana, jugó en Nacional, entonces era muy divertido ir con mis primos. Los recuerdos de mi infancia están relacionados con el manicero, el canto de "al pop, el pop" y el cafetero que nos fiaba. A veces mi padre compraba la ronda de café y después alguien más lo hacía. Después llevé a mis hijos, pero ahora lo veremos por la tele.
¿El mejor futbolista de Nacional que vio? El Chino Recoba me encantaba y Gustavo Munúa también. Espero que ahora le vaya bien en el clásico.
¿Qué significa la pintura de Rosa Luna que hay en su despacho? Este cuadro de Victoria Rodríguez me lo dio mi papá porque es fanático de Rosa Luna por Nacional. Ella fue lo máximo, una mujer que sufrió y que siempre metió para adelante. Además, la veíamos en el estadio alentando a Nacional. Me encanta Rosa Luna, esa sonrisa y esa energía son únicas.