¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
$ Al año*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
$ por 3 meses*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
stopper description + stopper description

Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

Suscribite a Búsqueda
DESDE

UYU

299

/mes*

* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

Marcela Bensión: “Yo le digo a papá: ‘Te sacaste la lotería al revés”

Nombre: Marcela Bensión • Edad: 53 Ocupación: Directora de Política Económica • Señas particulares: Bailó flamenco, hizo su tesis con Azucena Arbeleche, le gusta la natación

En el colegio era una de las mejores de la clase. ¿Le gustaba estudiar? No era una de las mejores de la clase. Era superaplicada, más que estudiosa. Me gustaba prestar atención en clase. Me ponía nerviosa estar dispersa en clase.

¿Siempre le gustaron las matemáticas? Me gustaban todas las materias, no tenía una predilecta. Me gustaban mucho las sociales también. Geografía Económica y Social, que la teníamos en inglés, me parecía fascinante. Yo creo que esa materia fue como mi introducción al gusto por la economía, a pesar de que mi papá era economista. Te enseñaban de todo un poco, desde enfermedades en otras partes del mundo hasta estructuras productivas, tenía mucho de económico.

¿En el colegio conoció a Azucena Arbeleche? Sí, nos conocimos en el colegio. Estábamos en el mismo año, pero en clases diferentes. Nos hicimos más amigas en la facultad, nos conocimos más, hacíamos cadena. Empezamos a estudiar juntas un poco avanzada la carrera. Después hicimos la tesis juntas y nos recibimos juntas.

¿Cuál fue el tema de la tesis? Fue sobre el efecto Olivera Tanzi. Con 25 años, estudiábamos y nos preguntábamos qué impacto tendrían las cuentas fiscales con una baja de la inflación. Eso es el efecto Olivera Tanzi. Hoy justamente estamos en una situación de fuerte baja de la inflación, que obviamente tiene un impacto en las cuentas fiscales. Increíble. El otro día nos acordábamos y no podíamos creer. Es un camino que nunca nos imaginamos: terminar acá, trabajando juntas y justo en este contexto.

¿Fue Arbeleche la que le propuso liderar la sección de Política Económica? Sí. Sus años de experiencia en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) le hicieron ver que faltaban cargos intermedios entre la ministra y las áreas más temáticas. Entonces, sobre finales de la última campaña, empezó a pensar en la creación de dos cargos para oficiar de directores y coordinadores de varias de las áreas del MEF. A mí me ofreció el cargo de directora de Política Económica. El cargo de director de Finanzas Públicas es el de Fernando Blanco.

¿Aceptó enseguida? Me tomé mi tiempo para aceptar porque era disruptivo hacer el cambio. Yo estaba trabajando en un banco y había que hacer toda una movida, más los cambios en logística en el ámbito familiar, pero acepté.

Tiene dos hijos, ¿cómo hace para compaginar su papel de madre con su trabajo en el ministerio? La verdad, tengo ayuda de una señora que hace años que trabaja conmigo y es un pilar importante. Es un equilibrio complejo. Porque como dicen los psicólogos, se necesita un mínimo de cantidad, más allá de la calidad del tiempo que madres y padres dedicamos a nuestros hijos. Entonces, los fines de semana, salvo que haya algo realmente muy complejo, procuro cortar con el ministerio y dedicárselo a ellos. En las mañanas estoy con ellos, preparo viandas, el desayuno y los ayudo a levantarse, y de noche ceno con ellos y hablamos del día. Es difícil cuando surgen imprevistos, por ejemplo, los cumpleaños a mitad de la tarde. Ahí dependo mucho de la ayuda de otras madres, pero después el fin de semana me pongo al día y compenso con llevadas y traídas.

Bailaba flamenco. ¿Por qué dejó? Sí, hice flamenco muchos años. La verdad que en algún momento me encantaría volver. Lo dejé cuando tuve a mi primera hija. ¡Me encanta! Me gusta la rítmica, los contratiempos. Debe de venir de mis antepasados, tengo una bisabuela andaluza. Me pasaba que miraba un espectáculo flamenco y se me iba el alma, de decir: quiero estar en ese escenario.

Trabajó en Revista 3 también. ¿Qué hacía? Trabajaba en la sección Economía. Creo que trabajé un año o menos, unos meses. Me llevó Javier De Haedo. Fue una experiencia espectacular. Me acuerdo de un consejo que me dio Elías Bluth, que me quedó grabado: “Arrancá la nota con la frase más potente”. Guardo mis buenos recuerdos de la experiencia y de los periodistas que conocí.

¿A su padre lo consulta sobre temas de economía? Papá nunca fue de hablar de economía en casa. Ahora que estoy acá lo entiendo. Es tan intenso lo que se vive día a día que uno trata de no llevarlo a la casa, de hacer un poco de desenchufe mental. Entonces, nunca fue un tema que estuviera presente en mi relación con papá.

Cuando le dijo que se iba a trabajar al MEF, ¿qué dijo? Amén de que no hablaba de economía en casa, siempre fue muy disciplinado en no querer influir en las elecciones de sus hijos. Entonces, nunca me incitó ni a estudiar ni a dejar de estudiar. Lo mismo ocurrió cuando le comenté de esta decisión. Para mí fue importante comentárselo, sentí esa necesidad por la experiencia que él tenía y por lo difícil que fue la etapa en la que le tocó trabajar en el MEF. Como le digo yo: “Te sacaste la lotería al revés, te tocó el peor momento del siglo a nivel económico en Uruguay”. Por esta razón, porque es economista y porque lo respeto mucho, dado que es una persona muy informada, culta y objetiva, para mí fue importante tener una devolución. Y aunque no me dijo sí o no, en general su devolución fue positiva, porque para un economista trabajar en el MEF y en el rol que me toca hoy es un verdadero privilegio.