Nombre: Paula Scorza • Edad: 47 • Ocupación: Periodista, conductora de Desayunos Informales y de Paren todo • Señas particulares: Tiene un tatuaje de los Beatles, va a recitales con su hija de 14 años, ama los gatos y es hincha de Peñarol
Nombre: Paula Scorza • Edad: 47 • Ocupación: Periodista, conductora de Desayunos Informales y de Paren todo • Señas particulares: Tiene un tatuaje de los Beatles, va a recitales con su hija de 14 años, ama los gatos y es hincha de Peñarol
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSus primeros pasos en periodismo fueron en periodismo deportivo. ¿Esa era la rama a la que se quería dedicar? No, fue medio casual. Yo estaba estudiando Derecho, pero me daba cuenta de que no me gustaba, entonces empecé a buscar qué quería hacer. De casualidad, encontré un curso de periodismo general del IPEP (Instituto Profesional de Enseñanza Periodística) que me interesó. Lo hice y me gustó. A su vez, iba mucho al estadio y me gustaba mucho Peñarol, entonces quise probar periodismo deportivo e hice el curso. Cuando lo terminé, me surgió la posibilidad de trabajar en Peñarol, pero fue medio casual. Me encantaba, pero no era que yo pensara en ser periodista deportiva.
Es fanática de Peñarol. ¿Hasta dónde llega ese amor? Ahora, cada tanto voy al estadio y miro los partidos, pero en otra época llegué a viajar para ir a ver alguno. Como mis hijos salieron de Nacional, como su padre, tampoco es que haga tantos planes en torno a Peñarol. Hoy es una cosa más de amor, del cariño de siempre.
¿Y cómo se lleva eso de ser la única de Peñarol en la familia? Se lleva. En realidad, fue algo que se dio así, porque cuando nacieron nuestros hijos, yo dije: los voy a dejar libres, que ellos elijan lo que quieran. Y el padre dijo: yo no. Cada uno optó y bueno, ganó él.
¿Le toman mucho el pelo? Sí, bastante, pero tenemos algunas reglas de respeto. Por ejemplo, cuando miramos clásicos no nos molestamos, no nos reímos del otro. Eso pensando en que ellos entiendan que esa convivencia es importante. Ellos saben que la familia es de Peñarol y de Nacional, que eso está bien y que (la convivencia) debería ser así en cualquier lado. Nos encantaría algún día poder ir todos juntos al estadio, pero no se puede. Es increíble.
Es una persona muy sensible e incluso algunas veces se ha llegado a emocionar en alguna nota. ¿Qué es lo que más la conmueve? En general, las cosas que tienen que ver con niños me conmueven mucho. Me acuerdo de una entrevista con la mamá de Lola Chomnalez. Lo que me conmovió mucho fue esa fortaleza, que no entendés de dónde sale, para seguir buscando la verdad y saber qué fue lo que pasó con su hija. Pese a que vos ves que la mujer está destrozada, ella sigue adelante. ¡Es conmovedor!
¿Disfruta de ser una madre presente? Dentro de lo que puedo, sí. Me gusta sobre todo —y lo pienso bastante— entender el mundo en el que ellos viven, que es completamente distinto al que yo viví a su edad. Entonces, trato de estar bastante al tanto de en qué está ese mundo. A veces, te sorprendes. Uno piensa que la tiene reclara y todo el tiempo te estás enterando de cosas que pasan en los círculos de los niños o adolescentes que no tenés ni idea. Es una tarea difícil. Trato de hacerlo sin invadirlos mucho. Lo importante es generarles confianza, que ellos sientan que pueden confiar en sus padres siempre. Cualquier cosa, por muy grave que sea, es mucho mejor que nos la cuenten. Pero para que eso no sea solo un discurso, después hay que bancar. Porque cuando viene el cuento medio difícil, ¿cómo reaccionamos? Es un aprendizaje de todos los días.
Otra de sus pasiones es la música, sobre todo el rock. ¿De cuándo viene? Desde siempre. Cuando era chica en mi casa se escuchaba mucha música: música popular, por mis abuelos, y mi madre escuchaba a los Beatles. Para mí, los Beatles son… (se arremanga el buzo y muestra un tatuaje en su antebrazo izquierdo, de la icónica imagen de la banda cruzando la calle Abbey Road). Siempre fueron “la banda”, de ahí en más todo el resto. Cuando estaba en el liceo, en mi tiempo libre iba a un laboratorio que tenían en el Anglo, donde estudiaba inglés, elegía un disco, lo ponía, lo escuchaba, sacaba la letra y la aprendía. Para mí la música es imprescindible, no me imagino la vida sin música (en el otro brazo muestra el tatuaje de una nota musical). Mis hijos ahí salieron parecidos, pero con otros gustos. A mi hija, Delfina, le encanta ir a recitales.
¿Ha ido con ella a alguno? A varios. Fui a ver a uno de los integrantes de One Direction, a Duki, a María Becerra. Es música que le gusta a ella, pero si me dice que la acompañe, seguro voy.
Desde hace un tiempo tienen una gata como nuevo integrante en la familia. Sí, y ahora además tenemos un perro. Me gustan mucho los gatos, a Indie la amamos. Es la reina. Ahora se sumó Rafa, que es el perro. Marcos, mi hijo, desde chiquito quería tener un perro, pero vivíamos en apartamento, entonces era complicado. Cuando nos mudamos a una casa, fue lo primero que hicimos.
¿Cómo la lleva? Tengo que limpiar mucho más, hay que hacer un montón de cosas, pero me gustan mucho los animales. Hace poco nos fuimos de vacaciones y en el viaje pensábamos en ellos. Mi hijo me decía: “Extraño mucho a Rafa, quiero volver para abrazarlo”. Cuando volvimos, el reencuentro con ellos fue todo un evento. Eso es divino. Me gusta que ellos se eduquen con eso.