Nº 2196 - 20 al 26 de Octubre de 2022
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl problema no es que al obispo Jaime Fuentes no le guste la música de Martina Stoessel (Tini), la cantante y compositora argentina que se presentó en el Estadio Centenario el pasado 7 de octubre. De hecho, sería hasta raro que a un obispo perteneciente al Opus Dei le gustaran las letras y los ritmos que canta esta joven de 25 años que se hizo famosa actuando en telenovelas. Y, aunque la imagen viral de este señor leyendo con parsimonia la letra de un reguetón puede resultar graciosa y un tanto absurda, encuentro interesante que alguien se tome el tiempo de analizar los contenidos de una canción si no fuera que todo el análisis resulta parcial y poco profundo.
Como él mismo lo explica en el video que publicó el 11 de octubre en su canal de YouTube, la razón por la que se detuvo a escuchar las canciones de Stoessel (alguien que hasta el momento no le había resultado para nada relevante) fue el extraordinario éxito que la cantante tuvo en su presentación en Montevideo: “Llenó el Estadio”, dice incrédulo el obispo emérito. Es verdad: es la primera vez en 10 años que un espectáculo musical llena por completo el Centenario (la última vez había sido en 2012, en el primer show de Paul McCartney) y la primera vez que una artista mujer llena el Estadio.
Este hecho es más que relevante porque los datos muestran, en Uruguay y en el mundo, las dificultades que tienen las mujeres para abrirse camino en la industria de la música. Y es, quizás, una de las razones por las que Stoessel “molesta” tanto. ¿Por qué hay tanta gente a la que le interesa ir a escuchar a esta mujer? Algo raro habrá.
Como dice Fuentes: “No me explico un éxito tan notable de público y que el producto ofrecido sea este”, por eso quería “levantar la liebre”. Sin dudas que lo logró: el video del sacerdote no pasó desapercibido y generó todo tipo de comentarios en redes sociales. “Frente a muchos insultos y ordinarieces que aparecen en las redes, la primera reacción es de fastidio, pero no respondo de la misma manera porque enseguida me viene lo que nos dijo Jesús: ‘Amen a sus enemigos’”, comenta Fuentes en un nuevo video publicado el 14 de octubre. Sin embargo, no todos los comentarios son insultos: hay reflexiones interesantes que Fuentes bien podría considerar para analizar. En particular encuentro relevantes los comentarios que señalan que han tocado en Uruguay muchísimos artistas masculinos con letras problemáticas y violentas, que sin embargo no han llamado la atención del sacerdote.
Por ejemplo, las letras del cantante colombiano Maluma (similar estilo musical y casi de la misma edad que Tini) han sido cuestionadas en todo el mundo por sus contenidos machistas. De hecho, en 2018 se popularizó el hashtag #MejorSolaQueConMaluma, una iniciativa que se opone a lo que el músico promueve desde sus canciones. Sin embargo, no imagino al obispo leyendo: “Yo estoy metío en un lío, a todas yo quiero darle, me tienen bien confundío, ya no sé ni con cuál quedarme”.
El público que escucha a Maluma también es un público joven, y sus letras también “van entrando en las cabecitas, el corazón y las conductas de sus hijos e hijas”, como advirtió el obispo a las “mamis y papis” de los fans de Tini. El hecho de señalar únicamente las letras de una cantante mujer y exitosa que habla abiertamente de su sexualidad sin haber nunca cuestionado las formas violentas en la que tantos hombres han hablado de estos temas resulta problemático. Sin embargo, no sorprende: el obispo, que tiene formación como periodista, se dedica desde hace años a criticar desde sus múltiples redes (Twitter, YouTube, blog) cualquier tema que refiera a un “empoderamiento” de las mujeres.
Todo un pionero en la utilización del término denostativo “ideología de género”, ya en el año 2014 lo usaba para criticar el librillo que la Administración Nacional de Educación Pública había distribuido como parte del plan de educación sexual de niños, niñas y adolescentes. Como expresó en aquel momento en su blog Desde el Verdún, una de las cosas que más le molestaban de la guía era una ilustración en la que “dos chicas, con aspecto de ‘loquitas’, se están pintando para ir a bailar, y una le pregunta a la otra: ‘¿Llevo preservativos?’”.
Quién sabe, quizás las niñas que leyeron aquella guía son las mismas que el viernes 7 de octubre llenaron el Estadio para ver a Tini.