En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Varios gobiernos han coqueteado en las últimas décadas con la posibilidad de profundizar el relacionamiento comercial y político con Estados Unidos, una de las principales potencias mundiales, incluso mediante la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral. Algunos lo han intentado con firmeza aunque sin éxito, en momentos clave en que el Congreso norteamericano generó la oportunidad. Como ejemplo de ello están los casos del ex presidente colorado Jorge Batlle o del ex mandatario frenteamplista Tabaré Vázquez, quien llegó a asegurar que en este tema “el tren sólo pasa una vez”.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
A diferencia de esos casos, el gobierno del presidente José Mujica —y en particular el equipo que dirige la política exterior encabezado por el canciller Luis Almagro— ha descartado de plano esa posibilidad por motivos comerciales y también ideológicos. Pero esa posición contradice lo que opina la mayor parte de la sociedad uruguaya, porque aunque esa negociación hoy no esté sobre la mesa, una nueva encuesta realizada por la consultora Cifra especialmente para Búsqueda concluye que seis de cada diez uruguayos (62%) piensan que un TLC con Estados Unidos sería bueno para Uruguay.
Por el contrario, dos de cada diez consideran que el acuerdo no sería ni bueno ni malo, sólo uno piensa que sería malo y el resto no opina. A pocos meses de que Mujica viaje a Washington a encontrarse con su colega Barack Obama, la opinión mayoritariamente favorable es común a votantes de todos los partidos, aunque existan ciertos matices, según el estudio representativo que consultó a uruguayos de 17 o más años en Montevideo y localidades del interior en julio de 2013.
Según concluyó Cifra, los votantes colorados y blancos “son más favorables a un Tratado de Libre Comercio que los frentistas”. Es que 85% de quienes se consideran colorados y 69% de quienes aseguran ser blancos apoyan la medida. “Pero incluso entre los frentistas la mayoría absoluta (53%) piensa que sería bueno para Uruguay y sólo el 17% considera que sería malo”, estima Cifra.
Entre los votantes del Partido Nacional y del Partido Colorado, solo el 3% y el 1% respectivamente consideran que un acuerdo de este tipo sería malo.
El nivel educativo es el otro factor que influye en el juicio sobre el tema, ya que cuanto más educados los uruguayos tienen opinión más favorable. El 66% de quienes tienen educación terciaria expresan una postura favorable y un 16% lo considera malo. De igual forma, el 63% de quienes tienen un nivel educativo de secundaria piensan que sería positivo, mientras que el 13% cree que sería malo y entre aquellos que solo tienen nivel de primaria, el 59% cree que sería bueno un acuerdo del estilo y un 6% lo ve como algo malo.
“El tren” o “qué tenemos para ganar”.
En consonancia con varios países de América Latina que ya firmaron acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, los dos gobiernos pasados —encabezados por Batlle y por Vázquez— intentaron concretar esa negociación.
En el período pasado el debate fue especialmente intenso luego de que el entonces ministro de Economía, Danilo Astori, impulsara esa posibilidad en contraposición a la opinión de buena parte del oficialismo que rechazaba un acercamiento con esa potencia, calificada históricamente como “imperialista” por el Frente Amplio.
Tras un largo debate político e ideológico dentro de la izquierda, ante las dificultades que un acuerdo de ese estilo significaba para el mantenimiento del status de socio pleno en el Mercosur y, sobre todo, ante la constatación de que no sería posible hacer un acuerdo “a la uruguaya”, Vázquez desistió de negociar un TLC y optó por negociar un TIFA, que es considerado un paso previo para luego avanzar hacia un acuerdo más profundo.
Ya en ese entonces, esa negociación contaba con opiniones contrarias de los principales referentes en materia comercial del oficialismo actual, entre ellos el ahora presidente José Mujica —en ese entonces ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca— y del canciller Luis Almagro, en ese momento asesor de asuntos internacionales de ese ministerio.
En cambio Astori consideraba que un acuerdo de ese tipo era “indispensable para algunos sectores de la actividad uruguaya”. La negociación también fue impulsada por el entonces secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández.
Vázquez defendió la postura de que las “relaciones comerciales no se ideologizan” y llegó a asegurar en un evento organizado por el “Council of the Americas” que “la historia no retrocede, no se detiene, pero tampoco se repite, el tren algunas veces pasa una sola vez”.
Los principales líderes de la oposición, entre ellos Jorge Larrañaga y Pedro Bordaberry, también consideraban positiva la firma de un TLC con ese país.
Sin embargo, según concluye la investigación realizada por Roberto Porzecansky en el libro “No voy en tren. Uruguay y las perspectivas de un TLC con Estados Unidos”, Vázquez “le dio el golpe de muerte” a la iniciativa luego de concluir, alertado por el embajador en ese país Carlos Gianelli, que pese a su convencimiento la potencia norteamericana no estaba dispuesta a negociar un formato especial para Uruguay por su importancia geopolítica. En ese contexto, avanzó con el TIFA.
Más allá de que el tren pasara en esa oportunidad, la posibilidad de firmar un TLC se mantiene como parte del debate político sobre el rumbo que debe adoptar Uruguay en materia internacional. Incluso pese a que la política exterior ha evolucionado y los países como Estados Unidos ya superaron la fase de negociación sólo de tratados bilaterales. Ahora es más común la firma de “acuerdos de asociación estratégica” más profundos y con regiones en vez de países.
En una entrevista realizada en el programa “Telebuendía” de Canal 4, Mujica volvió semanas atrás a cerrarle la puerta a este tipo de negociación.
“A Estados Unidos le estamos vendiendo el 3% (del total de exportaciones), a Brasil el 20% y a China le vamos a vender el 30% dentro de todo. (Estados Unidos) es el país más concurrente que tenemos, primer productor de soja, compite con nosotros en la carne. ¿Qué tenemos para ganar nosotros?”, planteó.