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Luego de 10 meses del accidente automovilístico que protagonizara en la madrugada del lunes 23 de febrero en la zona de Palos Verdes, a las afueras de Los Ángeles, Tiger Woods volvió a jugar al golf. El hombre que cambió este deporte en todos sus aspectos retornó después de una formidable recuperación y el mundo del golf lo celebró de una manera especial. La ocasión fue el Father & Son Challenge jugado el fin de semana pasado en la cancha del Ritz Carlton de Orlando, certamen que reúne a 20 parejas integradas por un profesional que haya ganado un Major y un familiar. La dupla John Daly y su hijo John II fue la ganadora con un acumulado de 117 golpes para los 36 hoyos, estableciendo un récord para la competencia, mientras que en segundo lugar finalizaron Tiger y su hijo Charlie, de 12 años, con dos golpes más.
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A raíz del accidente, Woods se fracturó la tibia y el peroné de la pierna derecha, lo que dejó una gran incógnita de si volvería a jugar con su físico tan castigado por cinco operaciones de espalda y otras tantas de rodilla. El último listado del ranking mundial lo muestra en el puesto 503, con más de dos años sin ocupar un top ten; sin embargo, el hombre que cambió el golf como nadie lo hizo en cuatro siglos, ganador de 82 campeonatos oficiales y 15 Majors, está de vuelta.
La palabra de Tiger
“Por favor, tengan en cuenta que esta es mi quinta vuelta de 18 hoyos en lo que va del año”, fueron las primeras palabras de Tiger ante una enorme cantidad de periodistas de todo el mundo en la conferencia de prensa posterior al torneo.
“Luego de la última operación de columna tuve que subir a mi monte Everest, pensé que no volvería a jugar, sin embargo, lo hice. En esta oportunidad no creo que mi físico me permita volver a subir al Everest, esta es la realidad y debo aceptarla”, dijo. “Estuve tres meses en una cama; durante la recuperación puedo decir que las posibilidades eran 50 y 50, había una posibilidad concreta de que saliera del hospital con una sola pierna; fueron momentos terribles, no se lo deseo a nadie”.
“Si mis piernas responden, podré jugar un campeonato de tanto en tanto, nunca más podré volver a jugar una temporada completa del PGA Tour”, relató Woods. “Voy a hacer como Mr. Hogan, solamente algunos torneos al año, es una cruda realidad, es mi realidad y debo aceptarla. En esto de trepar la montaña tratando de llegar a la cima, siento que no es una expectativa real en el corto plazo”.
“Soy extremadamente competitivo y eso no lo voy a perder nunca, esto fue lo que me llevó a una recuperación tan buena. Este es mi mundo, estoy acostumbrado a esto desde niño”, dijo el golfista. “Quiero agradecer especialmente al grupo de médicos, enfermeras, fisioterapeutas que me han ayudado tanto en este tiempo; yo quería volver y fueron ellos los que me empujaron hasta aquí. Es un camino muy largo, donde no hay días libres ni tampoco metas; sinceramente, no sé hasta dónde podré llegar”.
Y describió: “Hoy por hoy estamos enfocados en las prácticas, los entrenamientos, los ejercicios y no mucho más. Estoy muy lejos del nivel que requiere un torneo del PGA Tour, no tengo resistencia, ni siquiera podría caminar los 18 hoyos. Todavía no puedo esforzarme para pegar más largo, la bola no vuela tanto como antes, tampoco puedo imprimir más velocidad al palo, esta es la realidad. Muchos tiros no salen como los imagino, aún estoy muy lejos; agradezco los comentarios de Justin Thomas y Matt Kuchar en cuanto a mi regreso a la competencia a mi nivel, pero siento que estoy lejos”.
“Jamás voy a utilizar un carrito eléctrico para jugar un torneo del PGA Tour, directamente no lo aceptaría. Este torneo es especial, hay aquí verdaderas leyendas como Lee Trevino, Gary Player que están compitiendo, por lo cual los carritos son un elemento más”.
“En cuanto a Charlie, pienso que tiene una velocidad de palo que yo no tenía, quizás a su edad yo era más alto, pero mucho más delgado. Él ha mimetizado muchos de mis gestos como generalmente los hijos copian de sus padres. Aclaro que yo no soy su entrenador, soy su padre, le tengo que inculcar que los estudios es lo primordial. Si me pregunta algo sobre golf, por supuesto que ahí estaré”, dijo.
Ben Hogan
El 2 de febrero de 1949, regresando junto con su esposa Valerie luego de participar en el Abierto de Phoenix, el golfista Ben Hogan sufrió un terrible accidente automovilístico camino a su casa en Fort Worth (Texas). A causa del impacto contra un camión, Hogan se rompió la pelvis, el tobillo derecho, varias costillas, la clavícula y el hombro izquierdo. Tras un largo proceso de recuperación en el Hospital El Paso, Hogan aseguró: “Será muy difícil que recupere mi nivel”.
Sin embargo, el milagro, como fue bautizado en la época, llegó 16 meses después con su victoria en el US Open disputado en junio de 1950 en Ardmore (Pensilvania). Quizás al nombrar a Hogan en la conferencia de prensa, Tiger Woods encontró un espejo donde mirarse.
