¿Cómo fue que una ejecutiva con 30 años de carrera en grandes empresas y startups pasó un día a convertirse en la “mami corporativa”, como le dicen en TikTok?
Estudié Relaciones Públicas, entonces siempre usé todas las redes sociales. En abril del año pasado mi hija hizo un TikTok en su red sobre mi agenda de viajes. Yo viajo una vez al mes por placer, no por trabajo; es mi meta. Ahí la gente preguntó si era narco o política. ¿Cómo se hace, si no? Contesté que había trabajado en Mercado Libre, en Rappi, en Cencosud, en Falabella, y ese video tuvo casi 7 millones de vistas. Me di cuenta de que había una necesidad muy grande de hablar del mundo corporativo como nosotros lo conocemos, que es diferente a como lo conocen los jóvenes. Contesto preguntas en un lugar donde no se habla de eso, hablamos de cómo conseguir trabajo, de cómo ir a una entrevista, de qué pasa si tenés un jefe tóxico. Y lo hago muy espontáneo, creo que eso es lo que más llega a la gente. A mí me siguen mucho los de entre 30 y 40, gente en carrera, creciendo en las empresas, que tienen por primera vez equipos a cargo, muchas personas de Recursos Humanos.
¿Cuáles son las mayores necesidades de sus seguidores y qué es lo que usted les brinda?
Necesitan sinceridad y no un relato. Que alguien les cuente de verdad cómo es. Entender cómo hacer para acercarse a las empresas. No saben cómo usar LinkedIn, cómo aplicar. No todas las familias tienen un profesional en la familia que los pueda ayudar. Muchos son hijos de un policía, una enfermera, que por ahí entraron a sus trabajos de una forma tradicional, diferente, o incluso padres que son profesionales, pero que quizás trabajaron toda la vida en una misma empresa. Entonces te dicen: “Mi papá me dice que tengo que imprimir el currículum”. Y no, ya no se imprime más. A algunos no les gusta tanto mi sinceridad, pero yo trato de no prometer algo que no se puede cumplir. No todos vamos a conseguir cierto trabajo, no todos vamos a poder progresar. Y hago mucho hincapié en la importancia del estudio continuo, desarrollar tus habilidades, hablar idiomas. Sobre todo para quienes quieren trabajar en las grandes empresas del mundo.
¿Qué aprende de las nuevas generaciones?
Ellos se priorizan mucho más que nosotros y en eso los admiro. De verdad se priorizan, al punto de pensar: “renuncio, no me importa, si estoy mal, estoy mal”. Cosas que nosotros no hubiésemos hecho nunca. Se priorizan en el balance y la cantidad de horas de trabajo. En segundo lugar, ellos sí valoran líderes que generan cercanía, que son empáticos, que los escuchan y se preocupan por ellos. Por eso hago tanto hincapié en que tenemos que cambiar como líderes. No podemos seguir haciendo lo que hacíamos hace 30 años, cuando creíamos que se lideraba de una forma y seguimos liderando así. Tenemos que adaptarnos porque son las personas con las que vamos a trabajar en los próximos 10, 20 años. La persona que hoy tiene 25 y empieza en el mundo laboral, en cinco o 10 años va a ser jefe, y es superimportante adaptarnos. Aprendo mucho de lo que piensan, lo que dicen. La gente ahora cambia de trabajo en promedio al año o dos años. Antes era cada tres o cuatro. Si tomaste a alguien, lo capacitaste y se va al año, perdiste un montón de plata. Hasta por eso es necesario que nos ocupemos de ellos; hay que verlo hasta por el lado económico. Ni siquiera es solo por tener a la gente contenta, sino porque quiero que se queden.
¿Cuál es la principal causa de renuncia?
La relación con su jefe es la principal. No podés explicar que haya empresas que tienen todos los beneficios del mundo y ves que en un sector se van todos y en otros no. Hay un tema de liderazgo. Después todo lo que tiene que ver con crecimiento, que también lo hace el líder. En empresas chiquitas no todos pueden ser CEO, pero sí puedo hacer que la persona esté contenta, que le guste lo que haga, que tenga desafíos nuevos, todo eso es desde el líder y los desafíos que el empleado tenga en la empresa.
¿Cómo se explica la dicotomía entre el bienestar al que las empresas apuntan cada vez más y el creciente estrés de los empleados?
En esto de que se priorizan, las generaciones más jóvenes también tienen la mecha más corta. Llegan más rápido al estrés, al burnout. Porque son una generación que se pone mucha presión sobre las cosas, y eso lo hicieron las redes sociales. Quieren ser perfectos. Quieren todo y si no llega, les agarra esa frustración. Por eso, creo que los líderes pueden ayudar a los más jóvenes a salir de eso, a trabajarlo.
Por mucho que se hable de bienestar, un trabajo no deja de ser un trabajo. Hay que trabajar. ¿Cómo priorizar el bienestar y al mismo tiempo fomentar la productividad?
Trabajar por objetivos te ayuda. Por ejemplo, para tal objetivo, tenés un mes. Cómo lo hacés, si lo querés hacer todo en un día o desde la Luna, me da lo mismo. Eso ayuda. Obviamente, si después no llegamos al objetivo, eso nos genera estrés. Pero como líder, en el camino podés ir preguntando, coacheando. El líder puede ayudar mucho a que no haya esos niveles de estrés. Creo que tenemos que reaprender a ser líderes, y es un gran desafío. Hay dueños de empresas que piensan: “si yo traje a la empresa hasta acá, ¿por qué tengo que reaprender?”. Porque los que vienen a trabajar con vos ya no quieren lo mismo que vos creés, no los motiva solamente la plata, no los motiva solamente ser gerentes. Los motiva por ahí poder salir a la tarde a surfear, poder viajar tres veces por año y trabajar desde otro lugar. Otras cosas.
ADR_8942 (1).jpg
Patricia Jebsen da consejos sobre el mundo corporativo a jóvenes y no tan jóvenes en su cuenta de TikTok
Adrián Echeverriaga
Habla de que las políticas no deberían ser las mismas para todos, sino uno a uno.
Las personas hoy necesitan un plan para cada uno. Por ejemplo: se muere tu gato. Para otra generación no era un tema. Hoy, para esa persona su gato es como un hijo y tenés que entender que esa persona ese día necesita estar tranquilo, se tiene que ir, tiene que llorar. Si vos le das ese espacio ese día, esa persona va a estar muy agradecida porque lo entendiste, lo acompañaste en ese momento de dolor. Entonces, cuando venga al otro día va a estar con ganas. Lo mismo si te estás por recibir. No le podés poner presión a una persona si se está por recibir, está con la cabeza en otro lado. Dejalo que se reciba. Va más allá de si tiene día de examen o no, tiene que ver con que lo entiendas, que sepas qué le está pasando. Obviamente, una vez que se reciba, hay que volver a la normalidad.
¿El líder del futuro será más parecido a un mentor que a un jefe?
Exacto, como un coach. ¿Qué necesitás para hacer esto? Bueno, vamos.
A algunos no les gusta tanto mi sinceridad, pero yo trato de no prometer algo que no se puede cumplir. No todos vamos a conseguir cierto trabajo, no todos vamos a poder progresar. Y hago mucho hincapié en la importancia del estudio continuo, desarrollar tus habilidades, hablar idiomas. Sobre todo para quienes quieren trabajar en las grandes empresas del mundo. A algunos no les gusta tanto mi sinceridad, pero yo trato de no prometer algo que no se puede cumplir. No todos vamos a conseguir cierto trabajo, no todos vamos a poder progresar. Y hago mucho hincapié en la importancia del estudio continuo, desarrollar tus habilidades, hablar idiomas. Sobre todo para quienes quieren trabajar en las grandes empresas del mundo.
Uno de los grandes cambios en su carrera fue pasar de un puesto en una gran corporativa a Mercado Libre, que en 2004 estaba en sus comienzos. ¿Qué fue lo que más le sorprendió al pasarse a una startup?
En Mercado Libre eramos 200 personas, no cotizaba en bolsa; de hecho, a mí me entrevistó Marcos (Galperín). Abrí el sector de Prensa y Comunicación porque había que empezar a hablar con los medios, con los accionistas, con los inversores. Cuando cotizás en bolsa tenés que ser vocal, hablar y contar los resultados. Era parte del desafío entrar y armar eso. Viví muchas cosas increíbles. Era una época en la que estábamos empezando la historia del e-commerce. Cuando dije que entraba a Mercado Libre mi familia me dijo que estaba loca, que no me iban a pagar el sueldo. Pero fueron grandes cambios en la forma de trabajar, de metodología. Los procesos en una startup son mucho más cortos, las cosas se prueban mucho más rápido. Hoy no es tan así porque es muy grande, pero Mercado Libre todavía tiene esa mentalidad emprendedora.
¿Qué puede aprender una empresa grande de una startup?
La agilidad, la forma de contratar. En las startups se busca talento, el proceso de contratación es mucho más largo, realmente la persona que tomás es la persona correcta. Las empresas grandes también lo hacen, pero las pymes seguro no lo hacen. Contratan por referido, por amigo, por ser el sobrino de mi hijo, por confianza. Contrata por lo que puede pagar y la confianza, en vez de por la capacidad y el talento que tiene.
Suele decir que el talento por sí solo tampoco es suficiente.
Tiene que ser una persona talentosa pero que tenga los mismos valores, que se lleve bien con el resto del equipo. Después tenés que tener la plata para que pueda hacer las cosas; no solo recursos financieros, sino que la empresa tenga la habilidad o las ganas de abrirse para hacer esas cosas nuevas.
¿Por qué mucha gente aún se resiste a la inteligencia artificial?
Le tenemos miedo. Nos resistimos, pero sobre todo lo que tenemos que entender es quiénes son los que van a liderar las empresas que van a llevarnos hacia eso. Si el líder compra la idea, va a hacer que el resto la compre. Si el líder tiene miedo, y piensa que va a perder su trabajo, nunca va a hacer que su equipo la use.
En su charla hizo una sugerencia concreta: contratar a un pasante para que use la versión plus de GPT, que seguro la domina, y ver qué sucede.
Para mí es reimportante, porque nosotros no tenemos las capacidades para hacerlo. Mi primer trabajo era con máquinas de escribir. Pero vos agarrás una persona de 20, 22 años, le das un celular y le decís: “probá todo lo que quieras probar” o “replanteate mi organización”. No tenemos que inventar nada, a veces hay mil procesos que hacemos mal, o información incorrecta, o emails que mandamos a nuestros clientes que son reviejos. Hay un montón de cosas muy básicas, muy chiquitas en las que nos puede ayudar la inteligencia artificial para mejorar nuestros procesos. Eso nos hace más rápidos, más rentables, mejores. La IA nos va a reemplazar de alguna forma, pero tenemos que aprender nosotros a adaptarnos para que no pase. ¿Qué voy a aportar yo que no va a aportar la inteligencia artificial? Las habilidades blandas es lo que vamos a aportar. No vamos a hacer más rápido las cuentas. Lo que vamos a poder hacer es contratar a la gente, motivarla, escucharla, trabajar en equipo para que sucedan las cosas.
En las startups se busca talento, el proceso de contratación es mucho más largo, realmente la persona que tomás es la persona correcta. Las empresas grandes también lo hacen, pero las pymes seguro no lo hacen. En las startups se busca talento, el proceso de contratación es mucho más largo, realmente la persona que tomás es la persona correcta. Las empresas grandes también lo hacen, pero las pymes seguro no lo hacen.
¿Empezó a trabajar en su marca personal al irse del mundo corporativo, o era algo que trabajaba desde antes?
Siempre la trabajé. Le di mucha más importancia cuando me fui del mundo corporativo. Tenía dos miedos al irme de las empresas: uno, perder el apellido. Vos sos Patricia de Mercado Libre, Patricia de Falabella. Después me di cuenta de que si hacés bien las cosas tu apellido sigue siendo el tuyo. Mi segundo miedo era perder la seguridad a fin de mes, y la verdad es que hoy me va mucho mejor que cuando era gerente general, porque tengo mucha más posibilidad de hacer cosas, y elijo las cosas que hago. Los dos miedos que tenía: tengo que decir que estaba equivocadísima. No sé si todo el mundo podrá trabajar su marca personal para después hacer algo que le gusta, pero sí es muy importante mientras estamos en el mundo corporativo trabajar nuestra marca personal, porque nosotros vamos a trabajar muchos años. Mi papá tiene 80 y sigue trabajando y está perfecto. Nosotros, más allá de lo económico, queremos ser útiles mucho más años porque lo necesitamos para nuestra cabeza, para mantenernos activos, entonces la marca personal la vamos a usar en algún momento, porque no vas a trabajar en relación de dependencia hasta los 80, pero tenés un montón de know-how que podés usar.