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“Es el niño fatal de la moda francesa”. “Guio a las mujeres hacia la emancipación a través de la afirmación de un cuerpo blindado, resistente a cualquier convención social”. “Fue pionero en el power dressing”. “Si la palabra única se pudiera vestir, sería un vestido Mugler”. Así es como los medios especializados en moda más reconocidos, también los museos que hoy exhiben sus atuendos y fotografías, describen el legado de Manfred Thierry Mugler (1945-2022). El modisto visionario, bailarín, director de teatro, fotógrafo y perfumista francés, nacido en Estrasburgo, dejó una huella en el mundo de la moda desde 1973, cuando fundó su propia marca en París. Michael Jackson, Madonna, Diana Ross, George Michael y David Bowie vistieron sus diseños. Hoy los usan Kim Kardashian —como sucedió con el viral atuendo wet look de la Met Gala 2019—, Lady Gaga, Cardi B, Beyoncé, Rosalía, Dua Lipa, Bad Bunny y varios más.
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Thierry Mugler fundó la marca que lleva su apellido en 1973. Se convirtió en un sinónimo de sex appeal y una oda al cuerpo femenino. Foto: Jean Regisroustan
La supermodelo Kate Moss presentó la colección otoño-invierno 1995-1996. Foto: Pierre Verdy, AFP
Vestidos con alas doradas o de colores oscuros. Sostenes completamente transparentes, con escotes simulando la forma de un caracol. Bustiers de superheroínas. Vestidos largos, al cuerpo, y con las nalgas, sin ropa interior, al descubierto. Tops hechos con telas metálicas, látex o PVC (materiales ajenos a la moda de lujo hasta que Mugler los incorporó) y hombros en forma de pincho. Mujeres vestidas de insectos exóticos, ostras con perlas, femme fatales de hombros anchos y hasta de híbridos mujer-máquina. Un perfume extremadamente dulce, con un aroma que mezcla pachulí, praliné y chocolate que se convirtió en una de las fragancias más exitosas en el mundo. Ángeles, mariposas, sirenas, hormigas, hasta automóviles, naves espaciales y la ciencia ficción como inspiración para diseñar los atuendos con más sex appeal en la historia de la moda. Dramatismo, mundos fantásticos, la silueta del cuerpo bien marcada, alta costura y desfiles performáticos. De eso se trata Mugler, la marca de lujo que se dedica a hacer énfasis en las siluetas femeninas desde sus orígenes; y cuya colaboración con H&M es lanzada globalmente este 11 de mayo.
Thierry Mugler nació en Estrasburgo, Francia, en 1945. Foto: Jean-Regis Roustan, AFP
Oda al cuerpo de la mujer. “El potencial de tu cuerpo no tiene fin” es una de las frases más conocidas del diseñador. Al decir esas palabras resumió la filosofía y ADN de su marca, que a lo largo de sus colecciones transgresoras logró crear una silueta icónica y reconocible. Con una cintura de corsé diminuta, hombros anchos, busto y caderas enfatizadas, la silueta Mugler es sinónimo de sexappeal y empoderamiento femenino, hasta la actualidad. Una figura que reinó especialmente durante los años 80 y 90, tanto en Europa como en Estados Unidos, especialmente en Nueva York; y marcó al mundo de la moda. Naomi Campbell, Kate Moss, Linda Evangelista, Cindy Crawford, Carla Bruni y Helena Christensen son solo algunas de las supermodelos que solían desfilar los diseños extravagantes de Mugler a lo largo de los años.
A pesar de tener una línea de ropa masculina, la marca es más conocida por sus creaciones femeninas. Si bien la mayoría de sus colecciones son, sin lugar a dudas, inspiradas en el contorno de la mujer, el diseñador adoptó la fluidez de género y diversidad de cuerpos de manera constante. Buscó inspiración en la comunidad LGBTQ+ colaborando con modelos trans, artistas drag y estrellas porno desde sus comienzos. De hecho, sus musas fueron Joey Arias, artista americana trans, Dianne Brill, performer icónica de la noche neoyorquina en los años 80, y Stella Ellis, de las primeras modelos plus size. Todas ellas participaron de sus pasarelas y campañas.
Lady Gaga presentó la colección otoño-invierno 2011-2012 de Mugler, en París. Foto: Francois Guillot, AFP
Moda como arte performático. Las luces se encienden y queda al descubierto la pasarela, cuya puesta en escena parece de un concierto. El Cirque d’Hiver, gran circo en París, está repleto de invitados que miran a ocho modelos vestidas con calzas de látex brillante, bustier y sombrero negros sobre el escenario. Están quietas, como si posaran para una foto. En el segundo nivel del escenario hay ocho modelos más luciendo capas largas y sombreros negros. Cuando suena la música, de sonidos electrónicos, todas empiezan a moverse en el lugar. Cambian de pose como si estuvieran en una sesión de fotos. Así comenzó el desfile, que duró una hora, de Mugler otoño-invierno de 1995. Y así siguen siendo los desfiles de la marca: teatrales. La fascinación por el cuerpo, la apariencia, el movimiento corporal, el acting y la coreografía se derraman en cada uno de sus shows.
Eva Herzigova modeló para la marca un bodie, prenda ícono del diseñador, en la primavera- verano de 1998. Foto: Thomas Coex, AFP
“Nunca soñé con ser diseñador de moda. Quería ser director de teatro”, dijo a T Magazine en 2019. “Pero la moda resultó ser una buena herramienta. Es un medio de comunicación”. Su primera pasión era la danza. Con 14 años se unió al Ballet de la Ópera Nacional del Rhin, ubicada en Estrasburgo, y considerada de las academias de baile más importantes de Francia. Allí se enamoró de la magia de la escenografía y el vestuario.
No se sabe exactamente por qué decidió dejar su lugar de origen y formación de bailarín. Se sabe que a los 20 años viajó a París, y algo allí sucedió. En la capital francesa se convirtió en estilista freelance para distintas marcas que vestían a Jim Morrison, Jimi Hendrix, Lou Reed, David Bowie, John Lennon y los integrantes de Pink Floyd, entre otros, y comenzó a vender sus primeros diseños. Su clientela de celebridades y expertise lo llevaron, en 1973, a lanzar su primera colección de prendas ready to wear, llamada Café de París. Esto lo llevó a fundar Mugler.
En abril de 1992 Ivana Trump desfiló para Mugler en un show a beneficio de enfermos de Sida en Los Ángeles. Foto: Hal Garb, AFP
Pasó de expresar su obsesión por el cuerpo a través de la danza profesional a hacerlo con la moda, para terminar luego en el fisicoculturismo durante los últimos años de su vida. Cansado de la industria de la moda, Thierry Mugler se retiró de su propia marca en 2003. A partir de allí le dedicó tiempo a la ropa pero de manera esporádica y separado de su marca. Se convirtió en el director artístico y de diseño de vestuario de la Comedia Francesa, y colaboró con el Cirque du Soleil. Hasta se encargó del vestuario de la gira mundial IAm... de Beyoncé en 2009 y dejó al mundo boquiabierto con el famoso wet look que Kim Kardashian lució en la Met Gala 2019. De tan ajustado que era, el vestido parecía ser la segunda piel de la celebridad. Fue inspirado en las sirenas y es por eso que su efecto fruncido, color páildo, casi transparente, y pequeños colgantes en forma de gota hacen alusión a un vestido mojado, a una sirena que acaba de salir del agua. La extravagancia lo hizo viral y marcar una tendencia hasta el día de hoy.
El wet look diseñado por Thierry Mugler para Kim Kardashian en la met Gala de 2019 se hizo viral. Foto: Angela Weiss, AFP
Bella Hadid es una de las caras de la grifa y los atuendos ajustados con transparencias son característicos. Foto: Christophe Aechambault, AFP
Honrando a su fundador. La marca Mugler hoy es puro color negro, sex appeal y outfits más que ajustados. Al despedirse de su marca a principios de los 2000, Thierry Mugler dejó a la firma sin director creativo por casi un año. Nicola Formichetti y David Koma son los nombres que le siguieron y hoy es el americano Casey Cadwallader el que ocupa el sillón de director creativo. Con formación en arquitectura, Cadwallader se apega a la sensualidad característica de Mugler. También a la extravagancia en los shows. La pasada Semana de la Moda de París fue Arca, artista venezolana trans, la que abrió el desfile y dio una performance que recorrió Internet. El diseñador americano juega con telas casi transparentes y con dejar al descubierto varias partes del cuerpo en casi todos sus diseños. Las leggings pegadas al cuerpo, el látex, tops de malla, soutienes visibles, bodies de cuerpo entero, botas de taco y las hombreras brillan en sus creaciones recientes, haciéndoles honor a las colecciones de Mugler de los años 90.
Casey Cadwallader, director creativo de Mugler, y ann-Sofie Johansson, asesora creativa de H&M