Hasta
entonces, de las 5.700 calles existentes en la ciudad, solo 142 tenían nombre
femenino, lo que equivalía al 2,5%. En tanto, entre las designadas con nombres
de personas, el 93% distinguía a varones y solamente el 7% a mujeres. Fue con
el objetivo de reducir esta brecha y de visibilizar a las mujeres destacadas de
la historia que el Departamento de Desarrollo Urbano y la Asesoría de Igualdad
de Género de la IM trabajaron para concretar la nueva normativa. Hoy, cinco
años después, la realidad no ha variado demasiado.
Según datos
aportados a Galería por la edila Mara Paracampo, presidenta de la
Comisión de Género y Equidad de la Junta Departamental, a finales de 2023 las
calles con nombre de mujer ascendían a 158, manteniéndose el porcentaje del 7%
en relación con la cantidad de calles con nombres de personas. A su vez, según
el proyecto A tu Nombre de Data Uruguay, que trabaja en conjunto con la IM,
mientras que en 2019 existían 32 espacios públicos designados con nombre de
mujer, hoy estos ascienden a 42.
Paracampo
explicó que la poca diferencia entre los números de 2019 y los actuales se debe
a que cada designación sigue un proceso compuesto por diferentes actores y
etapas. Remarcó, además, que “el tiempo de pandemia enlenteció todo”. No
obstante, aseguró que desde la Comisión de Género y Equidad se viene trabajando
y proponiendo nombres, que se están aprobando. “Pronto ese porcentaje va a
cambiar. Sabemos que vamos a tener mujeres con calle”, advirtió.
María
Emilia Pérez Santarcieri, presidenta de la Comisión Especial de Nomenclatura de
la IM, coincidió con Paracampo en que el proceso de designación es largo y no
colabora en este sentido. No obstante, señaló también que muchas veces hay
“mala voluntad”. “Sale de nosotros, va al intendente, del intendente va al
comunal, del comunal vuelve al intendente. De ahí, va a la Junta Departamental.
En ese camino, muchas veces el expediente se mete en el cajón”, afirmó. Para
ejemplificar, mencionó, entre otros, el caso de María Esther Abelenda Pons de
Mendizábal, fundadora de El Tinglado. “Aún no salió. Desde 2014 está en un
comunal”.
El proceso
de designación de las calles comienza en la Comisión Especial de Nomenclatura
de la IM, que tiene la función de asesorar al intendente. A ella llegan los
expedientes con las propuestas, allí se analizan y si se las considera
pertinentes, pasan al intendente. Este los envía al municipio correspondiente,
que luego de aprobarlo, lo devuelve al intendente. Recién ahí, la propuesta se
envía a la Junta Departamental para su aprobación final, que a su vez tiene su
Comisión de Nomenclatura, que muchas veces colige con la comisión de la IM.
Reflejo
de la sociedad. Al
analizar la nomenclatura de Montevideo, hay otros datos que llaman la atención.
Según la información presentada por A tu Nombre en marzo de 2024, al igual que
en 2019, Montevideo continúa teniendo más vías con nombres de espacios
geográficos (690), de naturaleza (377) y de hechos históricos (351), que de
mujeres (158). La categoría hombres es la que se lleva el mayor número de
calles (2.126), seguida por la categoría descriptiva (1.634), que refiere a
aquellas que no tienen nombres específicos, por ejemplo, Pasaje Peatonal.
El estudio
también señala que Montevideo se encuentra entre las ciudades con menor
porcentaje de calles con nombre de mujer, pero advierte que este no es un
problema exclusivo de la capital uruguaya, sino que se observa en diversas
ciudades alrededor del mundo. Mientras que en Montevideo el 6,9% de las calles
con nombre de personas son de mujeres, en Milán la cifra apenas llega al 3,2%,
en Praga a 4,3% y en Buenos Aires a 6,1%. En tanto, dentro del análisis, la
ciudad con mayor porcentaje de calles con nombres de mujer es La Habana, con un
37,8%, seguida por Madrid (18,7%), Berlín (12,51%), París (8,6%) y Lima (8,5%).
Para Pérez
Santarcieri, el hecho de que las mujeres aparezcan poco en la nomenclatura de
Montevideo se debe a que la ciudad “es un reflejo de la sociedad”. “Las mujeres
antes no pesaban en la sociedad, entonces cuando mirás la nomenclatura hasta
mediados del siglo XX, solo aparecen 15 nombres de mujeres”, de los cuales
muchos de ellos responden a personajes de la literatura, como Fedra, Dulcinea y
Blanca del Tabaré. Según señaló, una de las primeras mujeres que tuvo el honor
de bautizar con su nombre una calle fue Dolores Pereira de Rossell, una
aristócrata y filántropa uruguaya, que junto con su marido Alejo crearon el
Hospital Pereira Rossell y donaron el predio del zoológico Villa Dolores. En
la primera mitad del siglo XX también se les asignó calle a las poetisas
Delmira Agustini y Alfonsina Storni y a la científica Madame Curie.
La Comisión
Especial de Nomenclatura se creó en 1952. Pérez Santarcieri, que forma parte de
ella desde 1991, afirmó que desde su ingreso trabaja para que las mujeres sean
visibilizadas en la nomenclatura. “Nosotros no precisábamos que nadie nos
moviera, es lo que la razón nos decía. Así empezaron a ingresar nombres de
mujeres destacadas, algunas nada conocidas, pero importantes, como Dolores
Candales, la primera mujer que grabó un tango”, afirmó. Por esta razón, a su
entender, la normativa de 2019 “no era necesaria”. “Está equivocada. Hay que ir
dejando que las mujeres ganen en la sociedad, para irlas integrando en la
nomenclatura. No hay que poner un número”, aseguró.
Nomenclatura
igualitaria. Sin
embargo, fuentes de la IM manifestaron a Galería que el origen de dicha
normativa fue el proyecto Mujeres con Calle, que se implementó en 2018, en el
marco del Tercer Plan de Igualdad de Género de la comuna. “La campaña surgió en
2018 a raíz de que menos de 150 calles de un total de 5.700 llevaban nombre de
mujeres”, se indicó. El objetivo era la nomenclatura igualitaria, incluyendo a
más mujeres para que “formaran parte de la memoria e identidad de la ciudad”.
Mujeres con Calle invitó a los habitantes de Montevideo a hacer llegar nombres
de mujeres para designar calles o espacios públicos. El proyecto recibió en
aquel entonces 210 propuestas. Paralelo a esto, se promovió la aprobación de
una normativa que a la hora de designar calles con nombres de personas se
fijara una proporción entre mujeres y hombres, a fin de reducir la brecha
existente.
Para Pérez
Santarcieri, esta iniciativa terminó entorpeciendo el proceso de designación
porque se presentaron nombres que ya estaban y aparecían otros “estrafalarios”,
como Cleopatra y Marilyn Monroe, que “nada tienen que ver con Montevideo”.
“Nosotros venimos trabajando con la mirada bien alerta. Estamos haciendo una
labor de rescatar nombres verdaderamente importantes. Por ejemplo, hemos dado
calle a las primeras mujeres profesionales de cada profesión, que se recibieron
por los años 20, y que nadie se acordaba de ellas. Entendemos, entonces, que el
barullo entorpece”. Advirtió también que el hecho de tener que cumplir con la
proporción dada por la normativa no permite dar lugar a algunos hombres que han
tenido una actuación destacada en la sociedad. Al respecto, recordó el caso de
Nicolás Revello, un esgrimista, el primer uruguayo que ganó un campeonato
mundial en 1908.
Más allá de
esto, los datos de A tu Nombre también dan cuenta de que las calles que honran
a las mujeres tienen en promedio el 42% de la extensión de las de hombres. En
tanto, la extensión total de las calles con nombre de mujer es apenas el 3% de
las que llevan nombre de hombre.
La
discusión está dada y todo hace pensar que perdurará por años. Lejos de la
postura de Pérez Santarcieri, en la IM se ha incorporado el concepto de urbanismo
con perspectiva de igualdad de género como marco político para sus
acciones. “Entendiendo que las desigualdades entre hombres y mujeres producen
usos y apropiaciones diferenciales de la ciudad, nuestro Departamento de
Desarrollo Urbano tiene el compromiso de trabajar para que el derecho a la
ciudad sea ejercido por todas y todos”, indicaron a Galería.