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Jugaba al fútbol australiano cuando era adolescente. Mucha corrida, ejercicio aeróbico, atrapar la pelota, le encantaba. También jugó al cricket y al tenis. Nunca fue un profesional pero su interés por los deportes estuvo claro desde un principio. Estudió Ingeniería y buscó la manera de utilizar su conocimiento para contribuir “al bienestar de la gente”. Por eso, el profesor e investigador Marcus Pandy se adentró en la ingeniería biomédica. Hoy preside el grupo de Ingeniería Mecánica y Biomédica en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Melbourne, Australia.
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Pandy investiga sobre problemas vinculados al movimiento. Ha creado modelos computacionales para reproducir la manera en que niños con parálisis cerebral caminan. Sus músculos se tensan y les impiden un cómodo andar. Él apunta a brindarles a cirujanos “información biomecánica detallada” para “planificar una cirugía más exitosa” porque hoy los profesionales no están usando esta herramienta.
A continuación, un resumen de la entrevista que mantuvo con Búsqueda al visitar Uruguay para asesorar a investigadores uruguayos.
—Trabaja en la aplicación de modelos computacionales para deportistas lesionados. ¿Cómo aborda el problema?
—Sabemos que los futbolistas tensan sus músculos isquiosurales (ubicados en la zona posterior del muslo) cuando están corriendo muy rápido, entre 8 y 9 metros por segundo. La pierna se mueve rápido porque tiene que levantarse e ir hacia adelante. El músculo se estira muy rápido y sus finas fibras se pueden desgarrar y romper. El músculo se lesiona justo antes de tocar el piso, porque ahí es cuando la tensión máxima ocurre.
Al usar experimentos combinados con modelos computacionales de la persona corriendo a alta velocidad, calculamos cuáles son las fuerzas y cómo se mueve el músculo, cómo se acorta y extiende cuando corre. Los deportistas pueden tener que hacer rehabilitación por un largo tiempo y la manera de ayudar es entender cómo se tensa y se lastima el músculo.
—¿Qué recomienda para prevenir las lesiones?
—Podemos usar ese conocimiento que tenemos y decirle a un futbolista cuando se entrena en el gimnasio que trate de hacer ejercicios en los que su músculo esté estirándose todo el tiempo, para que se fortalezca y no esté vulnerable. Hay que entrenar el músculo. Lamentablemente, esto no está ocurriendo. Muchos jugadores se entrenan con ejercicios que acortan el músculo, doblan la rodilla y necesitan extenderla. Es sencillo para mí decirlo pero los entrenadores y doctores probablemente se preocupen por la fatiga. Necesitamos investigar más para ver cómo aportar en el proceso de rehabilitación y proteger al músculo. Precisamos mejores modelos para medir cuánto se tensan las fibras de los músculos y trasladar los hallazgos a los entrenadores.
—¿Mejoró la comunicación entre entrenadores y científicos? Solían ser mundos aparte.
—Eran completamente distantes. Ahora trabajo bastante de cerca con el Instituto Australiano de Deportes, tengo contacto con la gente que investiga ahí y trabajo con los atletas. Es importante para cambiar la cultura del deporte. Las barreras están disminuyendo porque los entrenadores ven el valor de la investigación, ellos aportan sus ideas y nos hacen pensar.
—¿Cómo pueden ayudar los modelos que usted realiza?
—Tenemos un modelo genérico y estándar y lo ajustamos a cada cuerpo. Podemos aportar información y reproducir la corrida de la persona, estudiar la fuerza que hacen sus músculos. Hacemos tests con deportistas en Australia. En el futuro queremos identificar el problema antes de que la lesión real ocurra, decirles cuando son vulnerables y avisarle al entrenador. Ahorraría mucho dinero. Tal vez pierdan unas semanas de juego pero es mejor que toda una temporada.
—Trabaja también en problemas de la articulación de la rodilla. ¿Qué estudia?
—Es un sitio muy común de lesión y enfermedad. El problema más frecuente es en el ligamento y la enfermedad más frecuentes es la artritis. Las personas mayores tienen artritis y su cartílago se deteriora (tejido dentro de la rodilla). Los huesos comienzan a rozar y es muy doloroso, las fuerzas ahí no son normales, son mucho más altas. Estudio la mecánica de la rodilla en personas con osteoartritis, cómo se comportan los músculos en comparación con otros sanos.
También estudio la rotura del ligamento cruzado anterior, cómo funcionan los músculos en una rodilla sana y enferma y qué pasa cuando la reconstruyen con cirugía. Lo que más me entusiasma ahora es que desarrollamos una nueva manera de medir cómo una articulación se mueve cuando la persona camina. Es un sistema único con dos equipos de rayos X que apuntan a la rodilla y toman imágenes a medida que la persona camina. Podemos calcular precisamente cómo los huesos se mueven y relacionan con otros, con menos de un milímetro y de un grado de distancia. Es emocionante. Una compañía ortopédica que hace implantes puede evaluar la performance de lo que hace si usa nuestro equipo de medición de rayos X cuando el sujeto camina.
También lo pueden usar quienes tienen artritis para medir cómo se mueve la rodilla y obtener información valiosa para entender la fuente del dolor. Pasamos seis años diseñando la máquina y en los últimos meses interactué con cuatro compañías de ortopedia que vinieron de visita a mi laboratorio. ¡Australia no queda de paso a ningún lado! Vieron la oportunidad de mejorar sus implantes, ese es el tipo de contribución que quiero que tenga mi trabajo.