Una ciudad linda y cosmopolita, pero queda mucho para mejorar.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáUna de las cosas más lindas de viajar es volver a Montevideo y entrar a la ciudad por la rambla, tener la oportunidad de recorrerla bordeando el Río de la Plata. Montevideo es linda. Aun en los días grises o lluviosos, la belleza no se pierde. La rambla es un privilegio al que solemos acostumbrarnos, pero que vuelve a cobrar valor cada vez que uno regresa a la ciudad. Para Mariano Arana, actual edil y exintendente de Montevideo por el Frente Amplio, una de sus partes favoritas de la capital es la rambla sur. Arana, arquitecto de formación, esteta por deformación y placer, disfruta de apreciar el contraste de la piedra de granito rojo -una obra que se inauguró oficialmente en diciembre de 1935 y está asociada a años de optimismo y obras colosales como el Palacio Municipal o el Estadio Centenario- con el mar y el cielo.
Arana llegó a la política casi que de casualidad. Tras la insistencia de Liber Seregni y con el título de arquitecto, fue el candidato de la izquierda a la Intendencia de Montevideo a la salida de la dictadura. Antes, su profesión ya lo había acercado a la preocupación por la vivienda social y el rescate de la identidad patrimonial de la ciudad. Y son esas dos cosas las que todavía, con casi 87 años, le quitan el sueño. Sus dos administraciones tuvieron denuncias y momentos de crisis, pero es innegable su preocupación por la preservación de zonas históricas de la capital -sobre todo Ciudad Vieja- y por mirar Montevideo con ojos globales -durante su gestión se creó el Servicio de Cooperación y Relaciones Internacionales, que promovió la vinculación con las ciudades del Mercosur.
Hoy, Montevideo está más cosmopolita que nunca. Por sus calles es frecuente escuchar hablar portugués o inglés, pero también lenguas más lejanas como danés o hindi. En varios barrios antes meramente residenciales ahora hay cafés, tiendas gourmet o de diseño. Circulan muchos autos, es cierto -y Arana lo dice en la entrevista que le hizo Elena Risso-, pero también hay bicisendas (debería haber más y mejores, en eso hay coincidencia), monopatines y autos eléctricos como antes solo veíamos en Europa. En los parques infantiles está prohibido ir con perros y quienes los sacan a pasear por la ciudad llevan bolsas biodegradables para recoger cuando hacen sus necesidades. Cada vez es más frecuente que la gente lleve su propia bolsa a la hora de hacer las compras en el supermercado e incluso recipientes para reponer queso o dulce en la feria. En ese sentido, la campaña de medio ambiente de la intendencia con la japonesa Midori como protagonista fue uno de los grandes aciertos de la gestión de Daniel Martínez.
Cuando faltan pocos días para que asuma el nuevo gobierno nacional, el ruido por las elecciones municipales ya se empezó a sentir. Dentro del Frente Amplio, la reaparición de Martínez como candidato departamental después de la derrota en las elecciones nacionales fue noticia. Como competencia, se enfrenta nuevamente -como sucedió en la elección interna- con la exministra de Industria Carolina Cosse y el director del Hospital Maciel Álvaro Villar. Por la coalición multicolor, la designación de Laura Raffo, economista, comunicadora y empresaria como candidata única, también revolucionó la escena. Laura, muchas veces protagonista de entrevistas y columnas en galería, tiene un perfil diferente a lo previsible, con una impronta feminista y hasta ahora con experiencia siempre en el ámbito privado; hasta su nombramiento, integraba el Directorio del Banco Santander. La campaña departamental recién comienza y el énfasis debería estar, más que en nombres, pasado o abolengo, en las propuestas.
Se vienen tres meses intensos de campaña y actos en todo el país. En Montevideo, la carpeta de los debes no es liviana. Está la seguridad, la revitalización del Centro, la mejora del transporte público, la inclusión de la periferia. Y está uno de los grandes temas, en el que hay coincidencia más allá de colores y partidos, el de la gestión y destino de los residuos. Los que tenemos hijos sabemos que la clave es la educación y que las nuevas generaciones son una versión mejorada de los que ya vamos por los 40. De todas maneras, ante la voluntad individual de clasificar la basura, todavía hay dificultades en la respuesta más institucional. En la Usina Felipe Cardoso la basura se amontona toda por igual, sin hacer casi nada con ella. Las campañas electorales suelen dejar la ciudad más sucia, con carteles plásticos en las columnas de alumbrado y papeletas tiradas a mansalva en las calles. Pero las elecciones pasan, son la ciudad y sus habitantes los que quedan. Entonces, gane quien gane, que la contienda sirva, al menos, para pensar propuestas que hagan de Montevideo un lugar más lindo y mejor de lo que ya es.