Emma Sanguinetti: “Mi pasión por el arte nació cuando era apenas una niña”

Sobre las características del arte, enfatizó que es de elite porque circula entre unas pocas personas, y lo que ella hace es llegar al público con un lenguaje sencillo; por esto participa en programas de radio, tiene una columna en Búsqueda­ y da clases, entre otras actividades. “El arte ha sido desde siempre un lugar propio de la elite, un lugar que no es permeable. Son pocos y se hablan entre sí, y a mí lo que me gusta es abrir esas puertas. No hay otro modo que no sea acercándose a la gente a partir de un lenguaje comprensible, que se entienda. Lo que yo hago es conectar con la gente, ese lazo solo se consigue a través de la divulgación. Lo que amo es contar historias, dentro de las que se ponen ideas y conceptos que sí vienen de la historia del arte. Ese es el único secreto, no hay más que la comunicación, es conectar con el otro”, comentó.

Gracias a los libros que publicó, la crítica y divulgadora llegó a los niños. Sobre el proceso de producción de estos textos, la experta señaló que sus hijos fueron “los conejillos de Indias” y que al escribir pensó en las familias sin conocimientos de arte que querían que sus niños tuvieran esta formación. “Intento ir generando conexión de puntos. Me empecé a dar cuenta de que el trabajo lo tenía que hacer yo, les contaba a mis hijos de las obras y los pintores, pero ¿y el que no puede? ¿Qué pasa con aquel que no sabe de la vida de (Pedro) Figari o de (Rafael) Barradas, pero sí quieren que su hijo o sus nietos tengan un acercamiento hacia todo este universo sensible?”. Este fue uno de los alicientes que la llevó a escribir su serie de libros para niños.

Consultada sobre el lugar en el mundo que más le gusta, confesó que es Florencia, un sitio en el que “se respira arte” pero de manera humana. “Hay grandes capitales de las artes, pero Florencia tiene una cualidad íntima en la que uno camina y todo lo que encuentra es humano, no tiene una monumentalidad desbordante. En Florencia cada piedra exuda arte”, explicó.

Acerca del mercado, sostuvo que está lejos de ese mundo, por lo que no puede dar una opinión de lo que debería costar una obra en la actualidad. De todas formas, piensa que algunas piezas son vendidas a precios obscenos. “El mercado es un universo que lo abarca todo, desde una lapicera hasta un auto, y también el arte. Entonces son valoraciones distintas, una obra de arte puede valer pero no por su precio. El mercado se maneja a partir de principios y reglas comerciales al igual que otros mercados de objetos”, concluyó.

Fotos: Valentina Weikert