A un año de las elecciones presidenciales en estados unidos, Elizabeth Warren lleva la delantera de su partido al vencer en las últimas encuestas al exvicepresidente Joe Biden
A un año de las elecciones presidenciales en estados unidos, Elizabeth Warren lleva la delantera de su partido al vencer en las últimas encuestas al exvicepresidente Joe Biden
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl año que viene, cuando Estados Unidos celebre sus elecciones presidenciales, una mujer tendrá oportunidad de llegar a la Casa Blanca. Después de que el republicano Donald Trump le ganara a Hillary Clinton en 2016, el Partido Demócrata vuelve a tener una representante femenina con grandes chances de ganar.
La actual senadora de Massachusetts Elizabeth Warren superó en las últimas encuestas a sus copartidarios más relevantes, el exvicepresidente Joe Biden (27%) y el veterano izquierdista Bernie Sanders (11%): ella obtuvo 30%. Todo el mundo habla de esta mujer de 70 años e ideas progresistas que, a más de un año de las elecciones, superó a sus dos principales contrincantes ubicándose primera entre las opciones demócratas. Entre sus principales propuestas están un sistema universal de salud, la cancelación de parte de las deudas de los estudiantes universitarios y terminar con el monopolio de algunos gigantes tecnológicos, dividiéndolos. La campaña de Warren no se financia con "comités de acción política o lobbistas", como escribe en su web, sino con pequeños aportes particulares que pueden hacerse desde esa misma plataforma, con montos sugeridos entre los 15 y los 250 dólares.
Es probable que en su estrategia ya esté planificada una paulatina baja en el tono de su discurso que la ubique ligeramente más hacia el centro para captar más votos, pero no le está yendo nada mal jugando al extremo opuesto del gobierno de turno.
Warren marchó a principios de octubre en el desfile del orgullo gay de Las Vegas junto a la drag queen Shea Couleé. AFP, Ethan Miller.
Quién es. Nació en Oklahoma en 1949, en una familia trabajadora. Su padre murió cuando ella tenía 12 años y entonces su madre, que hasta entonces era ama de casa, consiguió un trabajo de vendedora en la tienda Sears. Pero el núcleo requería también de su ayuda y ella empezó a trabajar de moza. Se casó a los 19 años con su novio de la Secundaria y empezó la universidad cuando ya tenía una hija. Se separó muy joven y volvió a casarse con un académico de Derecho, pero conservó su primer apellido de casada.
Se recibió de abogada y dio clases de Derecho con especialización en regulaciones y comercio por más de 30 años en la Harvard Law School. Su experiencia en legislación comercial de quiebras hizo que en 2008, en un escenario financiero catastrófico en Estados Unidos, fuera seleccionada para integrar un panel que supervisó el rescate de la banca y creó un nuevo marco regulatorio. Poco después fundó la Oficina de Protección del Consumidor Financiero. Desde 2013 es senadora por Massachusetts y las de 2020 serán sus primeras elecciones como candidata demócrata a la presidencia.
Foto: AFP, MANDEL NGAN
Progresista de extrema izquierda. En esa ala del partido -en la que también está Bernie Sanders- se ubica Warren, que, entre otras medidas, propone la universalidad de la asistencia médica a través del programa Medicare for All, y apoya la eliminación del seguro de salud privado, limitando las ganancias de las compañías que ofrecen el servicio y ofreciendo más asistencia financiera a aquellos que se afilien a través del programa Obamacare (la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible que impulsó Obama y se promulgó en su primera administración en 2010). Además, pretende instaurar una industria farmacéutica estatal para bajar los precios de los medicamentos.
Otra medida que propone Warren es reducir 50.000 dólares de las deudas de los estudiantes cuyos ingresos familiares no sean mayores a 100.000 dólares anuales. En materia de educación, promete multiplicar los centros públicos, a través de becas y más community college.
También le preocupa la vivienda, por lo que asegura que invertirá miles de millones de dólares para ayudar a la familias a acceder a una casa propia y para facilitar el pago de las hipotecas a quienes ya la tienen.
Para los trabajadores, planea crear guarderías estatales en todo el país para ofrecer a la clase trabajadora la posibilidad de acceder a un cuidado gratuito para sus hijos.
Todo esto se financiará con un impuesto al patrimonio que regiría para las 75.000 familias ricas estadounidenses. Concretamente, supondría un pago de 2% anual para los hogares con patrimonio mayor a 50 millones de dólares.
La candidata demócrata apoya el derecho al aborto y la legalización de la marihuana en todo el país. Se opone a la pena de muerte, apoya el matrimonio homosexual y promueve los derechos individuales de las personas trans.
En cuanto al medioambiente, tiene como meta iniciar un proceso que en 10 años logre que 100% de la energía utilizada en el país sea renovable. Sumaría además un impuesto a las emisiones de carbono para cortarlas del todo, e invertiría un billón de dólares en las comunidades más vulnerables al cambio climático.
A fines de 2010, el entonces presidente Barack Obama anunció que Warren asesoraría al secretario del Tesoro Timothy Geithner y participaría en la creación de la Oficina de Protección del Consumidor Financiero. AFP, MANDEL NGAN.
Aunque no llegó a conformar la fórmula, Warren fue una de las opciones para acompañar a Hillary Clinton en las elecciones de 2016. AFP, ROBYN BECK.
Inmigrantes y política exterior. En el polo opuesto de Donald Trump, Warren se ha mostrado preocupada también por los inmigrantes, sobre todo los niños, y por eso apoya el programa de Obama Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA) que protege a los niños y jóvenes que entran al país ilegalmente, y ha dicho: "La verdad es que los inmigrantes que buscan refugio en nuestro país no son una amenaza a la seguridad nacional. Es tiempo de terminar con esa política y volver a tratar a la inmigración como una cuestión civil, no criminal".
También se ha mostrado a favor de la retirada de las tropas de Afganistán y ha sido crítica con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y con el gobierno en los últimos años en lo referente al trato con los palestinos.
Warren y Wall Street. "Creo en los mercados, soy una capitalista, me encanta lo que los mercados pueden hacer. En lo que no creo es en el robo, creo que los mercados deben funcionar para más gente", ha dicho la candidata. Sin embargo, hay quienes la ven como una amenaza. Los inversores tienen los ojos puestos atentamente en ella y consideran a Joe Biden una apuesta más segura.
Estos miedos -que también despertaron en su momento algunos planteos de Obama en su campaña- se desprenden de las propuestas de Warren, que tienen como base, además de los impuestos a la riqueza, la regulación de las industrias financieras y tecnológicas, fundamentalmente. También ha hablado de sus inquietudes sobre las relaciones comerciales con China y se ha mostrado en contra de las políticas laborales y de derechos humanos de ese país, lo que le ha generado tantos adeptos como adversarios.
Los monopolios y la tecnología. Silicon Valley también ve inconveniente un posible triunfo de Warren. Mark Zuckerberg especialmente, pues la candidata se ha referido directamente a su intención de dividir las compañías tecnológicas que representan monopolios como Facebook -que engloba también a WhatsApp y a Instagram- y Amazon.
En unos audios que se filtraron, el creador de Facebook asegura que si Warren resulta electa, tendrán un "desafío legal", y aunque se mostró confiado de que lo ganarían, "eso todavía apesta"; "no quiero enfrentarme a una enorme demanda contra nuestro gobierno. Esa no es la posición en la que queremos estar. Nos importa nuestro país y queremos trabajar con nuestro gobierno para hacer algo bueno", dijo, pero agregó que, llegado el caso, "hay que pelear a muerte".
La actual senadora de Massachusetts no se quedó callada y salió a responder los dichos de Zuckerberg: "Lo que realmente 'apestaría' es que no arregláramos el sistema corrupto que permite que los gigantes como Facebook se involucren en prácticas anticompetitivas, pisoteen los derechos de privacidad del consumidor y que repetidamente no asuman su responsabilidad de proteger nuestra democracia". Su propuesta prohíbe también a las compañías compartir información de sus usuarios con otras empresas u organizaciones.
En el caso de Amazon, que también es propietario de Whole Foods, las críticas de Warren van dirigidas al hecho de que la compañía es dueña de un mercado en el que vende sus propios productos.
Su objetivo es impulsar la libre competencia, dar más opciones a los consumidores y asegurar que hasta los gigantes más poderosos jueguen limpio y se atengan a las reglas. "Para hacerlo necesitamos evitar que esta generación de grandes compañías tecnológicas se aprovechen de su poder político para moldear las reglas a su favor y utilicen su poderío económico para eliminar o comprar a cualquier potencial competidor", dijo a The New York Times. Esto le ha valido también algunos apoyos de la industria tecnológica, sobre todo de emprendimientos más pequeños que ven en estas políticas nuevas chances de participar en el mercado de una manera más equitativa.
La carrera hacia las elecciones de 2020 recién empieza en Estados Unidos y los próximos meses se avizoran intensos. Todo parece indicar que Warren, que comenzó su carrera política tardíamente, llegó para quedarse.