Hoy el LARC, uno de los más de 100 centros de investigación que tiene
Harvard alrededor del mundo, se encuentra apostado en el latu, y como su nombre
lo indica está 100% dedicado a la investigación. Es decir, en él no se dictará
ningún tipo de curso. Se trata de un centro pequeño, pero moderno y muy
luminoso, con casi todos los espacios integrados, de manera de favorecer el
trabajo en equipo. La directora ejecutiva es Fernanda Miguel, economista y MBA de HBS, argentina que hace años reside buena parte del año en Uruguay. “Yo acá,
en Uruguay, estoy feliz”, comentó a Galería. Por su parte, Chu nació en
China, pero se crió en Uruguay y se siente muy uruguayo. Es también MBA de HBS.
Hoy vive en Boston, es profesor en la Universidad de Harvard, y cada tres meses
aproximadamente viaja a Uruguay. “Como uruguayo, me llena de orgullo que el
centro de investigación de la institución que represento esté instalado aquí,
en la ciudad y país donde crecí y me formé”, expresó en aquel discurso de
inauguración, ante el presidente Luis Lacalle Pou y otras autoridades
nacionales.
M. C.: Lo que hace LARC es lo que hacen los otros centros de
investigación, aunque obviamente lo que hace el centro en Estambul es diferente
a como lo hace el de América Latina. La iniciativa de montar centros de
investigación nació hace un par de décadas, cuando HBS se dio cuenta de que el
mundo se había globalizado. Entonces, uno no podía pretender ser un líder en
capital intelectual sobre la economía, sobre el mundo empresarial, si no
desarrollaba capital intelectual a escala global y si no estaba al tanto de las
cosas interesantes que estaban pasando en el mundo, desde la perspectiva local,
no desde cómo se veía en Boston. Entonces, se empezaron a abrir varios centros
en el mundo. LARC fue de los primeros.
La columna vertebral de un centro de
investigación es apoyar la investigación y la docencia de HBS, cuya pedagogía
es muy particular, es el método del caso. De ahí que cuando yo entro a una
clase, no dicto cátedra. Cuando entro a una clase, los estudiantes ya han leído
un caso y lo que se da es una discusión. Es un método socrático. Con mi colega
John Kim investigamos (el plan Ceibal) y escribimos el caso. Luego cada uno lo
dio en su curso del programa MBA de Harvard.
Fernanda Miguel, directora ejecutiva de Latin America Research Center de Harvard
¿Hacen investigaciones
solo empresariales o cualquier tipo de investigación?
M. C.: La misión explícita del HBS es educar a
líderes que van a hacer una diferencia. Esos líderes pueden venir del sector
privado, del sector público o de la sociedad civil. Lo que nos interesa,
entonces, es la conducción de organizaciones en la realidad del mundo, cómo
superar los desafíos que enfrentan las entidades en un momento dado. Cómo las
personas a cargo de esas organizaciones pueden lograr los objetivos definidos.
¿Les resulta fácil que las
organizaciones les abran las puertas para que ustedes investiguen?
F. M.: La mayoría de las veces nosotros, o el
profesor, tenemos el contacto, entonces eso te facilita bastante la entrada en
la organización. En el caso de que no lo conozcamos, hacemos lo que llamamos
una call-call (acercamiento). La mayoría de las veces tenemos muy buena
recepción.
M. C.: En una organización, cuyo CEO es un graduado de Harvard, la
entrada es mucho más fácil porque entienden el uso del caso. Para las personas
que no lo conocen, hay todo un proceso de explicación porque el caso es un
bicho raro: no es periodismo, no es historia, no es artículo para revista
académica. Entonces, tenemos que explicar que el caso describe una realidad
para poder generar una discusión de calidad en nuestras aulas. Tenemos que
explicar también que el hecho de que el HBS quiera escribir un caso sobre una
compañía, no quiere decir que esté respaldando su modelo de negocio. Muchos de
los casos más ricos y difíciles de conseguir son los casos de fracaso.
Más del 95% de los casos que escribimos es en colaboración con la
organización, esto quiere decir que compartimos información. Nosotros
escribimos lo que nos parece, pero nunca se va a enseñar y menos diseminar por
el mundo, sin que la compañía le dé el visto bueno. Si no llegamos a un
acuerdo, el caso no se cierra. Son situaciones rarísimas.
Cuando realizan estas investigaciones, ¿ayudan
también a la empresa a encaminar la situación, les dan lineamientos para
mejorar?
F. M.: La escritura de los casos se enfoca en la
elaboración del instrumento pedagógico exclusivamente. Dicho esto, el proceso
implica entrevistas entre la empresa y el profesor, que muchas veces lleva a un
proceso de reflexión que puede ser muy valioso para ambas partes.
Michael Chu, senior lecturer de Harvard Business School
Dentro del área
organizacional, ¿hay algún rubro que les interese en particular dentro de la
región?
F. M.: Los temas de gran interés y relevancia son
entrepreneurship (emprendedurismo), sustainability
(sustentabilidad), agribusiness (agroindustria), income inequality
(inequidad de ingresos), entre otros.
¿Actualmente cuántas
investigaciones se están llevando a cabo desde Larc?
F. M.: Tenemos unos 15 casos ongoing, en
promedio, en toda la región.
¿Cuántos investigadores
trabajan para Larc?
F. M.: Acá tenemos a la directora de Research y a
dos investigadoras más. Después tenemos un investigador en Brasil y uno en
México.
¿Por qué tomaron la
decisión de instalarse en Montevideo?
M. C.: Montevideo es importante porque es un lugar donde la gente quiere
y le gusta vivir. larc requiere de profesionales que puedan lidiar con
situaciones complejas, que tengan empatía con el manejo de las organizaciones,
que tengan facilidad para entender los números y se sientan cómodos con
principios económicos y, a su vez, que puedan comunicar todo eso por escrito, por
lo menos, en dos idiomas. Incluso, tenemos recursos que son trilingües. Este
perfil es demandado en todo el mundo, son personas con mucha movilidad en
término de sus habilidades. Por eso es importante estar en un lugar donde a los
profesionales que necesitamos para el centro les guste vivir.
En segundo término, es necesario estar en un
lugar donde podamos reclutar el talento, porque el centro es un organismo vivo
y necesitamos de profesionales con estas características que se nos unan. De
hecho, ya hemos reclutado a la primera profesional uruguaya, una investigadora.
Y tercero, como organización dedicada a la
creación de capital intelectual, necesitamos estar en un lugar donde la
libertad de expresión y de pensamiento sea total. Porque no queremos pedirle
permiso a nadie de lo que escribimos y pensamos.
¿México o San Pablo no
cumplen con estas condiciones? Allí Harvard tiene oficinas administrativas.
M. C.: larc es un organismo viviente. Necesitamos
estar en un lugar donde podamos reclutar y operar. Cuando pensamos dónde mudar
a larc se consideraron todas las alternativas posibles: San Pablo, Bogotá,
Lima, Ciudad de México fueron opciones. Fuimos atrás de todo eso y nos pareció
que Montevideo era la mejor ubicación.
Desde aquí, además, es relativamente fácil llegar a otros puntos, tiene
facilidades logísticas y también una infraestructura transparente y clara, no
solo en las leyes, sino también en lo financiero.
¿Cómo es el reclutamiento
en Uruguay? ¿Piensan seguir contratando profesionales
uruguayos?
F. M.: Como decía Michael, no es fácil reclutar por el tipo de
profesional que buscamos. Por ahora, no estamos buscando a nadie más, pero esto
es un organismo vivo y en la medida en que se necesite saldremos a buscar. Pero
no siempre vamos a buscar a un uruguayo, si necesitamos un investigador en
Brasil, buscaremos en Brasil.
Es verdad que Uruguay
cumple con las condiciones que enumeran, pero también es una realidad que acá
los jóvenes quieren irse a trabajar al exterior. ¿Cómo lo ven ustedes?
M. C.: Me gustaría pensar que larc puede ofrecer
esas oportunidades por las cuales un joven profesional uruguayo encuentre acá
lo que está buscando afuera. Yo creo que se está dando un proceso que de cierta
manera incide en lo que son las ventajas de vivir en Montevideo. Con la era
digital, Uruguay tiene una nueva oportunidad para insertarse en la corriente
medular del mundo. Uruguay ya fue world class (primera categoría) en
carne y lana. (A principios del siglo xx) cuando la carne y la lana eran
esenciales para el mundo, el frigorífico más avanzado del mundo estaba en
Uruguay y fabricaba el corned beef. Hoy estamos ante la creación de
entidades uruguayas que se están insertando en la era digital en todo el mundo,
en un mundo donde las distancias no importan. Por eso, creo que la era digital
le vuelve a dar una chance a Uruguay.
Ahora, para mí uno de los temas importantes a
resolver es quién se va a beneficiar de esa inserción. ¿Se van a beneficiar
solo esos profesionales, que hoy podrían estar trabajando en las grandes
capitales, pero se quedan en Uruguay porque este ofrece la posibilidad de
insertarse desde acá, haciendo lo mismo? ¿O tenderá a beneficiar al país
entero, a toda la población? Ahí está el rol de la educación pública. Porque
hoy Uruguay puede producir profesionales de primera, pero el tema es que esos
profesionales no salgan siempre de las mismas instituciones privadas, sino que
salgan de la educación pública. Es una de las cosas que para mí está en juego
cuando se habla de la transformación educativa. Uruguay se está posicionando
para el siglo XXI, pero la mayoría del Uruguay no puede estar preparado si
recibe una educación que fue buenísima para el siglo XIX o el siglo XX.
¿Es eso lo que le falta a
Uruguay para despegar?
M. C.: Hubo una época en la que Uruguay ya
despegó. La era digital le da la posibilidad de que las barajas se vuelvan a
repartir y de insertarse en el siglo XXI. Por supuesto, hay que hacer cambios.
Uno puede mirar la mitad del vaso lleno o la mitad del vaso vacío.
¿Piensan establecer
vínculos con las universidades uruguayas, algún convenio?
F. M.: No necesariamente porque nuestro trabajo,
como bien decíamos, es apoyar a los profesores de HBS. Nosotros acá no
enseñamos. Damos apoyo en la parte de academia, fundamentalmente en research
y educación ejecutiva. También colaboramos con el proceso de admisiones. Más
allá de esto, sí, estamos trabajando en networking con ellas, tanto con
las privadas como con la Universidad de la República. Estamos en conversación
permanente.
A futuro, ¿Harvard tiene
previsto instalar una escuela de negocios o ampliar su oferta en Uruguay?
M. C.: No. El centro LARC es un centro de
investigación, no es un centro de docencia.
F.
M.: Todo lo que es docencia se realiza desde HBS en Boston.