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Los hitos de John Galliano y las controversias que llevaron a la cancelación del diseñador en un nuevo documental

El creativo estuvo en la cima de la moda, cayó en las profundidades censurado por incidentes producto de su alcoholismo y ahora resurge con Ascenso y caída, del director Kevin MacDonald y disponible en la plataforma Mubi

“Te voy a contar todo”, le dice John­ Galliano (63) a Kevin MacDonald, documentalista escosés ganador de un Oscar, mientras mira fijo a la cámara con ojos oscuros. Está sentado en su casa y lleva una vincha negra en el pelo, que parece recogido con una cola. “Necesito un cigarrillo, estoy temblando”, y estira el brazo para tomar uno y encenderlo. Con esas palabras y un primer plano, comienza el relato de 116 minutos sobre la trayectoria de uno de los diseñadores más transgresores de la historia de la moda. Aquel cuyo estilo de diseño teatral es reconocible al instante y sus desfiles hacen lagrimear a varios hasta el día de hoy, de tanta emoción que logran transmitir. Aquel que diseñó el vestido de novia de Kate Moss y de Penélope Cruz, y algunos atuendos para la princesa Diana. Aquel que, durante el éxito estrafalario que vivió en sus 15 años a la cabeza de la maison Dior —convirtiéndose en el primer inglés (y punk) en ocupar ese puesto— también experimentó los años más oscuros de su vida, sumergido en el alcoholismo y la violencia. 

Gran ascenso. En 1996, al año de liderar la dirección creativa de la casa francesa Givenchy, llenando los zapatos de su propio fundador, Galliano fue contratado para ocupar ese puesto pero en una casa mucho más grande y reconocida: Dior. “Las ventas suben un 50% cada seis meses desde que él entró, espero que así siga”, comentó Bernard Arnault­, el hombre más rico del mundo y director del grupo LVMH (que reúne las marcas de lujo más grandes y del que Dior forma parte), al final de uno de los desfiles de Galliano en esa casa. 

<em> Los corsets son característicos del diseño de Galliano desde sus comienzos y la colección de Dior del 2009 es un ejemplo. Foto: AFP</em>Los corsets son característicos del diseño de Galliano desde sus comienzos y la colección de Dior del 2009 es un ejemplo. Foto: AFP

Al mismo tiempo que dirigió la firma parisina, el inglés no dejó de ocuparse de su marca homónima, algo que resultó en una suma de 30 colecciones por año entre ambas casas (entre las que se encuentran las de alta costura, las ready to wear de hombre y mujer, las de zapatos, joyería, relojes, etcétera). “Galliano surgió cuando la moda era algo muy pequeño”, analiza frente a la cámara la editora de moda de The New York Times, Vanessa Friedman­. “Su carrera evolucionó en paralelo a la evolución de una industria global”, dice sobre la escala que tomó la moda a fines de los noventa y principios de los 2000. Por su lado, al recordar ese período, el diseñador llama a la industria como un “monstruo exigente” al que no podía parar de alimentar. 

Extraordinario. Al ver un desfile del diseñador, al escuchar a las modelos hablar de él y de su manera de darles indicaciones antes de salir a la pasarela (es de inventar personajes para cada una, una historia para cada colección, o referirse a tal obra de teatro), o al escucharlo a él mismo hablar de los momentos históricos que lo inspiran (como la Revolución francesa o los años 70), de su fascinación por el dibujo (estudió ilustración de moda, no diseño, en Central Saint Martins) o por las telas, es fácil darse cuenta de que su talento es inigualable y su imaginación extraordinaria. 

<em> Los accesorios en la cabeza nunca quedan en segundo plano. Dior 2009. Foto: AFP</em>Los accesorios en la cabeza nunca quedan en segundo plano. Dior 2009. Foto: AFP

Habla con emoción y genuidad. Nunca deja de mover las manos de manera teatral para interpretar a alguien o algo, e inspira escucharlo. “Nunca estuve tan interesado en la moda”, comenta Kevin MacDonald en el podcast­ de Mubi sobre su documental. “Siempre sentí que la moda era algo superficial, como algo por debajo de mí. (...) Uno de los grandes debates de la moda es si es arte o no. La gente no paró de decirme que John es un artista. Me fui dando cuenta de que hay un fondo autobiográfico en su trabajo, como en el de cualquier artista. Por ejemplo, en el desfile que presentó cuando murió su padre, quien era violento, homofóbico y español. Ese desfile fue inspirado en el flamenco, el tono era agresivo, las modelos tenían moretones y sangre. Era una reacción a lo que estaba viviendo”. 

<em> Lo teatral y lo voluptuoso también caracterizan su trabajo. Dior 2011. </em>Lo teatral y lo voluptuoso también caracterizan su trabajo. Dior 2011. 

“No pasa seguido de conocer a un gran diseñador, pero cuando veías lo que estaba haciendo John, te dabas cuenta de que él era uno de ellos”, dice Anna Wintour en el documental, directora de Vogue USA y del contenido global de Condé Nast, y por lo tanto abeja­ reina de la moda occidental. El diseñador trabajó­ años como vestuarista en el Teatro Nacional de Londres, una influencia que queda impresa en su trabajo. Fue al final de sus estudios cuando un profesor lo motivó a llevar sus bosquejos a la vida real. “Me dijo que cortara la tela igual a como dibujaba y eso fue el gran click que cambió todo”, recuerda Galliano­. Es así como terminó presentando una colección de ropa para su egreso, cuando en realidad no era necesario porque él no estudiaba diseño. Siempre fue un obsesionado por el detalle —hasta el punto de calcular la longitud perfecta de las pestañas de las modelos para la pasarela— y por la coherencia­ entre la historia detrás de cada colección y sus prendas, que en general son temáticas de escape o de lucha: revoluciones, princesas que huyen de un castillo, mujeres que acaban de ser violadas y escapan de su agresor, entre muchas otras. Si bien la polémica no se despega de Galliano, no se puede discutir la emoción que despierta su trabajo. 

<em> Durante sus años en la casa Dior, Galliano acostumbraba a desfilar por la pasarela. Un verdadero showman. Foto: AFP</em>Durante sus años en la casa Dior, Galliano acostumbraba a desfilar por la pasarela. Un verdadero showman. Foto: AFP

Gran caída. “Amo a Hitler”, “sus madres y antepasados serían todos ‘gaseados’ (gassed­)”, “sos un judío muy feo” y otras del mismo tono fueron las frases que llevaron a Galliano a tocar fondo en 2011. Borracho, solo, con un cigarrillo en la mano y los ojos entrecerrados —está todo filmado— insultó a varias personas con comentarios antisemitas en un bar parisino, en distintas instancias. 

Si bien el diseñador era de tener problemas con el alcohol antes de esto, todos sus allegados que son entrevistados en el documental concuerdan en que empeoró tras la muerte de Steven Robinson en 2007, su mano derecha desde el comienzo de su carrera.“Me había convertido en un blackout drinker (alcohólico que pierde la conciencia)”, recuerda Galliano de aquellos años. “A veces me despertaba en otra parte del país y no sabía cómo había llegado hasta ahí. Cuando tenés nada más que alcohol en tu cuerpo, o pastillas, o la mezcla de ambos…”, dice sin terminar la frase mientras mira a la cámara con ojos llorosos. Después de un gran suspiro enlista las cinco pastillas que tomaba por día en aquel momento, sumado a las grandes cantidades de alcohol que necesitaba para irse a dormir. “A veces me quedaba toda la noche despierto para asegurarme de que respiraba”, cuenta en el documental Alexis Roche, pareja de Galliano desde 2005. 

<em> Anna Wintour apoyó a John Galliano desde el comienzo de su carrera, ayudándolo a conseguir financiamiento y conectándolo con los referentes de la industria. </em>Anna Wintour apoyó a John Galliano desde el comienzo de su carrera, ayudándolo a conseguir financiamiento y conectándolo con los referentes de la industria. 

Los incidentes del bar tomaron gran escala cuando se hizo público un video del momento realizado por uno de los ofendidos. A ese punto, la caldera social ya estaba hirviendo y Galliano se convirtió en mala palabra. Fue despedido de Dior, llamado a juicio y declarado culpable meses después. A su condena en el tribunal le siguió una internación de meses en rehabilitación, para luego mudarse al campo francés para evitar el acoso en la vía pública. Era difícil pasar un día en París sin que le gritaran o abuchearan por la calle. 

“Durante la pandemia estaba buscando algún caso de cultura de cancelación y de perdón para contar, y alguien me propuso la historia de Galliano, que fue de los primeros en verse involucrado en algo así”, comenta el director en el podcast de Mubi. Allí detalla cómo fue el proceso de realización del documental, que duró dos años, y cuenta que Galliano no trabajó con abogados ni agentes de relaciones públicas para su participación en la cinta, algo que ayudó a la intimidad y genuidad que se logró en las entrevistas. 

<em> El show de alta costura de Maison Margiela, presentado en enero en París, hizo que Galliano volviera al éxito luego del incidente del 2011. </em>El show de alta costura de Maison Margiela, presentado en enero en París, hizo que Galliano volviera al éxito luego del incidente del 2011. 

Ascenso y caída: John Galliano (High & Low: John Galliano) se encarga de analizar distintas perspectivas del incidente a través de entrevistas al diseñador, referentes de la moda o cercanos de Galliano, a un psiquiatra judío descendiente de sobreiviventes de un campo de concentración, un psicólogo, un experto en adicciones, hasta a un rabino y a una de las víctimas del incidente. Su hermana Rosamaría, Anna Wintour, Edward Enningful­, Bernard Aranult, Sidney Toledano, Naomi Campbell, Kate Moss, Charlize Therone, Vanessa Friedman, entre varios más, son algunos de los que se sentaron frente a MacDonald para conversar. 

<em> Se llevó a cabo debajo del puente Alexandre III y fue una mezcla de desfile con obra de teatro. </em>Se llevó a cabo debajo del puente Alexandre III y fue una mezcla de desfile con obra de teatro. 

De las cenizas. En 2013 Galliano fue nombrado director creativo de Maison Margiela­, marca fundada por el diseñador de culto Martin Margiela y que se encuentra dentro del conglomerado de marcas de lujo OTB; del que también son parte Jil Sander, Marni y Armani. La ambigüedad del incidente que lo hundió y lo que varios definieron como un rápido retorno a la industria, dio espacio a que muchos opinaran al respecto. “No me sorprendió que fuera capaz de regresar tan rápido, porque tenía gente muy poderosa que lo apoyaba, y es un hombre blanco”, comenta Robin Givhan, periodista del Washington Post, en la pantalla. Wintour, Moss, Campbell y el psiquiatra entrevistado opinan que fue su enfermedad la que habló en el incidente y por eso debía ser perdonado. “Cuando te pasa algo así pensás que todo el mundo te odia. Yo estuve ahí, entonces sé cómo se siente”, dice Moss, quien le pidió al diseñador que se encargara de su vestido de novia a mediados del 2011. “Esa fue mi rehabilitación creativa. Sentía que no iba a poder hacerlo, había perdido toda mi confianza y Kate, Dios la bendiga, no se rindió”, comentó Galliano. 

<em> Generó un gran impacto en la industria, por la emoción que transmitió y el aspecto de muñecos de porcelana de los modelos. </em>Generó un gran impacto en la industria, por la emoción que transmitió y el aspecto de muñecos de porcelana de los modelos. 

Retorno al podio. Algunos de los nombres con mayor impacto en la industria de la moda y el entretenimiento, como Bad Bunny, Zendaya, Kim Kardashian, Gwendoline Christie­, Adam Brody y Natasha Poonawalla, fueron vestidos por él en la reciente edición de la Met Gala. El diseñador no solo estuvo presente a través de sus propios diseños, incluido uno de su época en Givenchy, sino a través de la inspiración que fue para varios otros. Si bien el corset, prenda característica del diseño de Galliano (también polémica por cómo angosta la cintura), vive un renacimiento hace tiempo, su presencia en la alfombra de la Met Gala fue considerablemente mayor que en años anteriores. Un artículo del Washington Post se titula “John Galliano es el verdadero ganador de la Met Gala 2024”, y lo acompañan una larga lista de otros titulares similares en numerosos medios del mundo. 

<em> Bad Bunny llevó un atuendo de Maison Margiela, diseñado por Galliano, a la última Met Gala. Foto: AFP</em>Bad Bunny llevó un atuendo de Maison Margiela, diseñado por Galliano, a la última Met Gala. Foto: AFP
<em>Zendaya también vistió un diseño del inglés. Eligió un vestido vintage, de los años del diseñador en Givenchy. Foto: AFP</em>Zendaya también vistió un diseño del inglés. Eligió un vestido vintage, de los años del diseñador en Givenchy. Foto: AFP

Si es Galliano, es icónico. El retorno del fanatismo Galliano se explica por el impacto que provocó la colección de alta costura de Maison Margiela presentada en enero de este año (y que se puede ver completa en la web de la marca). Era el último desfile de la Semana de la Moda de alta costura en París y el set fue bajo el puente Alexandre III, uno de los tantos que cruza el Sena. Comenzó con la presentación musical del artista Lucky Love, de aspecto similar a Freddie Mercury, y acompañado de un coro de cinco personas. Sus voces hipnotizaron y fue inevitable conectar la letra del tema con la vida de Galliano­. “Tonight­ am I finally enough for you? Am I worth­ your precious time. Can’t believe what you put me through, Cause tonight, It’s me myself and I. Long days, bright lights I won’t come home”, cantó el artista, de lentes negros y con el torso desnudo, que dejaba ver la falta de su brazo derecho. 

<em> Kim Kardashian lució un traje de Galliano para la casa Margiela, que levantó polémicas por lo ajustado de su corset y el saco gris, que no era coherente con el vestido. Foto: AFP</em>Kim Kardashian lució un traje de Galliano para la casa Margiela, que levantó polémicas por lo ajustado de su corset y el saco gris, que no era coherente con el vestido. Foto: AFP

A la energizante presentación le siguió la proyección de una película corta, de tinte vampirezco, sombrío y aún así poético. Al terminar, apareció el primer modelo de la noche: un joven luciendo un corset, una boina y un pantalón negro, caminando como si fuera un muñeco roto y que miraba a los invitados a los ojos. También se llegó a sentar entre ellos. Así, y con la voz de Adele cantando, comenzó algo que escapó de toda definición: un desfile, mezclado con una obra de teatro, una performance, un concierto y una proyección audiovisual. Cada modelo parecía una muñeca rota, por su andar, por sus cuerpos exagerados, sus ropas y su cara: maquilladas por Pat Mcgrath. A partir de ahí, el maquillaje de muñeca de porcelana invadió internet, se volvió viral y coronó la experiencia como una de las más destacadas de la moda de esta década.