Previo al estreno, recobró fuerza en redes sociales la campaña #GiveElsaAGirlfriend.
Previo al estreno, recobró fuerza en redes sociales la campaña #GiveElsaAGirlfriend.
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáHace exactamente seis años del estreno de Frozen, la película que en Uruguay llegó al cine en diciembre de 2013 con el agregado en el título de Una aventura congelada. La historia no enganchó solo a las niñas y a sus madres, también a varones (los hijos de celebridades como Adele, Charlize Theron y Megan Fox aparecieron con disfraces de Ana y Elsa), atraídos por esas tormentas de nieve tan bien logradas, el humor de Olaf (el muñeco de nieve) y por sus canciones, una en particular, Let it Go, traducida al español como Libre soy. La película fue un éxito, recaudando casi 1.300 millones de dólares en el mundo (fue la más taquillera del año); ganó el Oscar a Mejor cinta animada y Let it Go se llevó el de Mejor canción.
Para refrescar un poco la trama, la primera entrega de Frozen presentaba a las hermanas Elsa y Ana, que, criadas en el mismo palacio pero en aposentos separados, crecieron sin verse desde que eran muy niñas. Cuando se reencuentran en la coronación de Elsa, la mayor, Ana no sabe el motivo de su distanciamiento. Pero no tarda en entender el porqué cuando accidentalmente su hermana congela con un solo gesto el palacio y todo el reino de Arandelle. Elsa huye, para alejarse con ese superpoder tan dañino para su entorno, y Ana se lanza al más crudo invierno para encontrarla, apoyada por Olaf y su novio Kristoff acompañado del reno Sven.
Lo incomprendida que se siente Elsa, tan solitaria en el castillo de hielo que se construye lejos de todo, y la melodía que se volvió emblema de la película, Libre soy, volvieron al personaje una especie de ejemplo y a la canción un himno de la comunidad LGBT, que empezó a entonarla con fines catárticos y celebratorios. Por fin, una princesa Disney (reina en realidad) —además de Mérida, en Valiente— que no se enamora de un príncipe; que no se enamora de nadie. Entonces, la red social más arriesgada y combativa estrenó un hashtag: #GiveElsaAGirlfriend (Den una novia a Elsa), asumiendo de alguna manera la homosexualidad del personaje. El primer tuit con ese asunto data de alrededor de 2013 y fue retuiteado profusamente hasta convertirse en trending topic. Ahora, ante el inminente estreno de la secuela, la conversación se retomó donde quedó, y volvieron a hacerse oír los fans que piden una novia para la hermana de Ana. Aunque la película se estrena en Montevideo recién hoy jueves 5, hace días que los spoilers aseguran que, aunque hay un nuevo personaje femenino en la trama, no es más que una amiga.
Segunda parte. Frozen 2 empieza tres años después del final de la primera, y enfrenta a la reina Elsa a un nuevo desafío. Así como en la película anterior temía por sus poderes e hizo lo imposible por aprender a dominarlos, en esta nueva entrega sigue buscando la respuesta al origen de esos dones sobrenaturales al tiempo que debe usarlos cada vez más para defender su reino. Si bien aparece un nuevo personaje femenino, Honeymaren, una de las indígenas de la tribu Northuldra, que entabla una amistad con Elsa y tiene un papel preponderante en el nuevo viaje de la reina hacia las tierras encantadas, no hay señales de un interés romántico entre ambas. Ni siquiera las canciones más relevantes de esta secuela, Into the Unknown (Mucho más allá en la versión en español) o Show Yourself (Muéstrate), apuntan a un descubrimiento sentimental en la historia —aunque sí se les podría dar una interpretación en ese sentido.
En contraposición con su hermana, la enamoradiza Ana, Elsa se enfoca en su fuerza, en sus poderes y en su autoconocimiento desde la primera película. El foco no está puesto en que tenga novio o novia, y ahí está lo interesante y lo diferente, que la separa de la mayoría de las películas animadas con protagonistas femeninas. Frozen se ha ganado el título de la película más feminista de Disney, y por algo es.
Elsa quiere estar sola. “Encontramos que no estaba lista para una relación”, contó Jennifer Lee, directora de Frozen 2 junto a Chris Buck, con quien también codirigió la primera parte. “Carga con una gran presión y el peso de su reino sobre los hombros mientras lucha por el llamado de sus poderes. Para nosotros, no encajaba en términos del rumbo de la historia. Y sabíamos el final que queríamos para ella. No sé si encajará en un futuro. No nos hemos hecho esa pregunta”.
Idina Menzel, la actriz y cantante que da voz al personaje de Elsa en la versión en inglés, dijo que, de hecho, están “muy orgullosos de que la película no gire en torno a ningún romance”. “En estas películas (Frozen y Frozen 2) lo más poderoso es que Elsa siempre está tratando de encontrar y construir su amor propio. No necesita un hombre que la complete, y el foco no está ahí”.
“En última instancia, Frozen es sobre el poder de toda clase de amor, y eso resonó, y significa todo”, agregó Lee, refiriéndose a las ansias de gran parte del público por encontrarle un amor a Elsa. “No íbamos a forzar nada. Ella nos dirá a dónde quiere ir”, concluyó.
Aunque está claro que para Disney no sería sencillo decidir mostrar una princesa declaradamente homosexual en una película animada (no solo por la polémica que provocaría, sino también por el impacto económico que podría tener en algunos mercados más conservadores), gran parte de los impulsores de la campaña #GiveElsaAGirlfriend aseguran que sería una forma clara y eficiente de mostrarles a los niños que el amor tiene muchas formas y no tiene por qué manifestarse en una única dirección.
DATOS CURIOSOS
Para crear el bosque encantado, los realizadores se inspiraron en los pintores rusos de principios de siglo XX por el uso de la luz en los paisajes y en el artista Eyvind Earle, uno de los célebres integrantes de Disney Animation en la década de los 50, responsable de los fondos y la elección de los colores para La bella durmiente.
De modo de asegurarse que la vegetación del bosque encantado fuera realista, se consultó a un botánico de Oslo, Noruega. Entre las 10 variedades de árboles que lo conforman está el álamo, y también se exhiben plantas tapizantes como la gayuba, camarina negra, helechos y epilobios.
El espíritu del agua, Nokk, está inspirado en el folclore nórdico y fue un desafío. Los realizadores resolvieron darle la forma de caballo, con sus movimientos, y efectos de agua en las crines y la cola.
Frozen 2 fue la primera película en utilizar Beast, un software para simular cabello que ayudó a lograr los rizos de Ana, un nuevo estilo para Elsa y los mechones despeinados por el viento de Kristoff.