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Se estrena La casa Gucci, la última película de Ridley Scott
Lady Gaga y Adam Driver lideran un reparto de lujo, también integrado por Al Pacino, Jeremy Irons y Jared Leto.
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Un imperio del lujo que empieza con un botones y su idea de diseñar equipaje, y termina, trágicamente, tres generaciones después es, sin duda, material jugoso para una película. Lo supo Ridley Scott pero antes lo supo su esposa y productora, Giannina Scott. Cuando cerró el libro The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour and Greed (2001, traducido al español simplemente como La casa Gucci), de Sara Gay Forden, se propuso conseguir los derechos para llevarla al cine; la lucha de poder entre miembros de una familia y el telón de fondo de una firma de alta costura le resultaron fascinantes. La película se concretó, en parte, gracias a su tenacidad.
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Con dos años de diferencia murieron asesinados dos magnates italianos de la moda: Maurizio Gucci (en 1995) y Gianni Versace (en 1997). La historia del segundo originó una serie de televisión, pero el crimen de Gucci guarda implicancias más siniestras, porque involucró a su familia. Para su libro, Gay Forden realizó más de 100 entrevistas, y de esa reconstrucción de la historia de los Gucci es desde donde parte la película de Scott, La casa Gucci. Adam Driver interpreta a Maurizio, tercera generación de la dinastía. Estudiante de abogacía, el nieto de Guccio (fundador de la firma) e hijo de Rodolfo (Jeremy Irons) estaba lejos de interesarse en seguir el negocio familiar. Cuando conoce a Patrizia Reggiani (Lady Gaga), una joven de clase trabajadora, empleada de la empresa de camiones de su padre, y se enamora de ella, Rodolfo le prohíbe a su hijo contraer matrimonio con una mujer tan inconveniente para su clase. Pero Maurizio renuncia a todo para estar con ella.
En los inicios de su relación Patrizia y Maurizio parecían no necesitar nada más que el uno al otro, hasta que Aldo Gucci (Al Pacino), tío de Maurizio y hermano de Rodolfo, propicia un acercamiento que termina incorporándolos a la familia. El tiempo va transcurriendo y la ambición de Patrizia va en aumento mientras Maurizio, cautelosamente, escala posiciones en la compañía. “Adam es fuera de lo común”, comentó Scott sobre el actor, con quien también trabajó en su película anterior, El último duelo (todavía en cartel). “Es uno de los mejores actores del momento en una industria en la que los jóvenes talentos van y vienen, o evolucionan y siguen mejorando. Adam ha evolucionado durante todo este tiempo y sigue mejorando”. El destino de Maurizio a la cabeza de Gucci ya está escrito, y su tío lo va preparando para ser su sucesor. Sabe que Paolo (Jared Leto), su hijo, más inclinado hacia el diseño (aunque con poco talento) y menos hacia el gerenciamiento, nunca podrá ocupar ese lugar. Leto contó que su personaje le “rompió el corazón”: “Lo encontré lleno de humor y amor por las cosas y las personas de su vida. Pero también hay un lado trágico en él, que encontré interesante de explorar”. Para interpretar a Paolo, el personaje que aporta comicidad a esta historia dramática, Leto se entregaba todas las mañana a las manos de Göran Lundström, un artista escandinavo del maquillaje, que empezaba a trabajar a las 4.30 de la madrugada para convertirlo en alguien irreconocible.
Los personajes de la película hablan en un inglés con acento italiano, al que cada uno da forma de acuerdo un poco a su intuición, y otro poco a la investigación que hicieron de cada personaje. No todos los acentos son iguales, y de hecho hay quienes opinan que el de Lady Gaga parece, por momentos, más ruso que italiano. Sin embargo, basta ver una vieja grabación de la Patrizia original hablando en inglés para encontrar las similitudes.
