• Cotizaciones
    miércoles 15 de enero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Academia y empresas “necesitan conciliar” para hacer biotecnología

    A veces parecen distantes el mundo de las empresas del sector productivo y el de los académicos y el sistema de investigación. Sin embargo, para que la biotecnología exista necesita de esa interacción: investigadores interesados en los problemas de la industria y productores dispuestos a invertir en soluciones.

    La biotecnología —aplicación tecnológica que usa organismos vivos, sistemas biológicos o sus derivados— “necesita de esa articulación” entre la academia y la empresa. Sin ese vínculo “no hay biotecnología posible”, dijo a Búsqueda el bioquímico Federico Battistoni, investigador asistente del Departamento de Bioquímica y Genómica Microbianas del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable. Hay “visiones distintas de la realidad”.

    “El sector productivo necesita resolver las cosas ya, rápido y ahora. La investigación tiene todo un desarrollo que implica tiempo y plata. Es a riesgo, genera un problema, una dicotomía entre la academia y el sector productivo. Esto es difícil no solo en Uruguay”, resumió Battistoni.

    “Somos científicos, no le podemos decir que le vamos a solucionar el problema en dos años y cuánto va a rendir. Podemos hablar de una solución factible y eso es difícil para las empresas”, dijo a Búsqueda la química Claudia Etchebehere, jefa del Laboratorio de Ecología Microbiana del Departamento de Bioquímica y Genómica Microbiana del Clemente Estable.

    El Consejo Sectorial de Biotecnología (CSB) que funciona en el Ministerio de Industria intenta unir estas dos partes, mientras la reciente ley que regula la biotecnología (19.317), aprobada en febrero de este año, aguarda su reglamentación.

    Protección.

    La “manera en que se protege el conocimiento” en el sector productivo es diferente que en el sistema académico, opinó Battistoni. Para los investigadores, publicar sus trabajos en revistas científicas arbitradas es una cuestión de currículum. El Sistema Nacional de Investigadores (SNI) utiliza ese parámetro para evaluarlos. Por otra parte, las empresas no desean divulgar los resultados antes de registrarlos y presentar solicitudes de patentes. Es la forma de obtener luego un rédito económico por el hallazgo. “Siempre es una discusión cómo juntar esos dos intereses”, dijo Battistoni.

    El CSB recomendó a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) crear un Sistema Nacional de Tecnólogos para los profesionales dedicados a la biotecnología que no publican y no pueden integrar el SNI. “Hay que encontrar la manera de conciliar”, porque “es un sistema que tiene cierta tensión. Todavía nuestra unidad de producción es la publicación y formación de recursos humanos. Implica difusión de conocimiento”, dijo Pablo Zunino, jefe del Departamento de Microbiología y presidente del Consejo Directivo del Clemente Estable.

    La bioquímica Mariela Bollati, responsable de la Unidad de Biología Celular del Instituto Pasteur, dijo a Búsqueda que la clave para hacer que esas dos visiones sean compatibles son los acuerdos de confidencialidad que debe firmar el investigador con la empresa y dejar planteadas las “reglas de juego”. Bollati fue disertante durante el desayuno de trabajo “Bionegocios: las oportunidades de la biotecnología en el Uruguay hoy”, que se realizó el 11 de agosto organizado por el Ministerio de Industria y la Asociación Uruguaya de Biotecnología.

    Según Inés Ponce de León, investigadora asistente del Departamento de Biología Molecular del Clemente Estable, hace falta “gente formada en escribir, defender y generar patentes, que es complejo”. Etchebehere propone “buscar un mecanismo para poder incluir” el trabajo de investigadores cuando por acuerdos de confidencialidad no publican y finalmente el trabajo no termina en una patente pero sí se generó conocimiento.

    Público.

    En el sector público hay un problema. “Todo el mundo adhiere a la premisa de que es fundamental la relación entre la academia y el sector productivo, pero cuando se baja a tierra y se generan colaboraciones, el medio no está preparado para vehiculizarlas y estimularlas. Es algo tan nuevo que no se está preparado”, comentó Zunino.

    Algunas empresas públicas pueden ser ejemplos positivos. “Ancap tiene trayectoria en esta relación con la Universidad, también el Ministerio de Industria y la ANII a través del Fondo Sectorial de Energía”, destacó Etchebehere.

    “Hay una conciencia más reciente, pero falta mucho”, dijo Ponce de León. Destacó la relación que “se está abriendo” con la Mesa de Oleaginosos y la Universidad.

    Gustavo Folle, jefe del Departamento de Genética del Clemente Estable, señaló que el país tiene una gran “potencialidad” pero debe dar pasos de forma “combinada” y formar recursos humanos preparados. Al Instituto le “falta” una unidad de transferencia tecnológica, alguien que haga de nexo entre el empresario y el investigador y aconseje. “Las empresas —locales— muchas veces ni siquiera tienen un sector de investigación y desarrollo, que sería el sector de diálogo con los investigadores, la contrapartida eficaz”, explicó Folle.