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Anellia Kutscher, directora de la clínica estética que lleva su nombre

Médica de profesión, especializada en Dermatología y Cosmetología, Anellia Kutscher dirige desde 2017 una clínica estética en Parque Batlle y otra en Punta del Este, que abrió hace un año. 

Los tratamientos que se realizan allí tienen el foco en los pacientes, sus expectativas, los resultados reales esperables y el acompañamiento durante todo el proceso.

Según Kutscher, el éxito de la clínica radica en un equipo de salud sólido, tanto desde el punto de vista profesional como humano, que logra establecer un vínculo con el presente de cada paciente y forjar una alianza a futuro, mientras se cuida la salud individual.

En el Mes de la Mujer, la especialista detalla el trabajo que realiza, cuenta los prejuicios a los que se expone al dedicarse a la medicina estética, la prioridad que le da a su rol de madre y su visión acerca de lo que implica ser una buena líder. 


¿Qué la motivó a instalar su propia clínica y qué desafíos tuvo que atravesar hasta su consolidación? 

Inicié mi camino con una carrera técnica de Cosmetología Médica, luego Medicina y posteriormente Dermatología. Hasta el día de hoy sigo estudiando. Al trabajar en conjunto con otros colegas, me fui dando cuenta de que tenía un concepto propio de la dermatología estética facial y medicina estética corporal que fui comprobando que requería un compromiso con la salud y el bienestar personal. 

Parte de los desafíos que tuve que atravesar fueron los de trasladar ese concepto al equipo humano, tomar decisiones en cuanto a innovación, emprender desde el punto de vista económico, con todas las dudas que genera lo nuevo, e ir analizando cuáles decisiones fueron acertadas y cuáles debían ser revisadas. 

¿Cuáles son las principales dificultades del rubro? 

Cuando comencé en este rubro no había tantas propuestas en el mercado como ahora. Actualmente, bajo el nombre de medicina estética hay un grupo muy heterogéneo de profesionales médicos y no médicos que practican e imparten modelos comerciales en anteposición a la salud y la valoración personal del paciente. Su criterio es económico. Cuando vemos una mancha, u otro tipo de patología, estamos revisando todo nuestro conocimiento para tomar decisiones. Es importante saber qué hacer, pero más importante es saber qué cosas no se deben hacer. Lamentablemente el desconocimiento de algunas lesiones, por ejemplo, las precursoras de patologías malignas, pueden ser incorrectamente tratadas con consecuencias para la salud.

Trabaja bajo el concepto de belleza consciente, ¿en qué consiste?

Belleza consciente es aquella belleza que potencia nuestros rasgos naturales, escucha las necesidades de nuestro cuerpo y respeta sus límites. Nos dedicamos a trabajar seriamente en estética, ofreciéndole al paciente un cambio de paradigma con abordajes médicos, psicológicos, nutricionales, genéticos, de bienestar y deporte, que los acompañen a lo largo de toda su vida.

¿Se enfrenta a prejuicios por trabajar en la medicina estética?

Sí, muchas veces sucede que la medicina estética se asocia a los malos resultados mediáticos y como consecuencia se coloca en la misma bolsa a la estética no médica, a la medicina y a la medicina dermatológica y estética. Sin embargo, detrás de nuestro trabajo, hay un concepto médico y dermatológico que fundamenta los objetivos que planteamos y los tratamientos que realizamos asegurando resultados naturales. 

¿Trabaja su marca personal? ¿Qué capacidades y valores busca transmitir a través de ella? 

Busco transmitir a mis pacientes lo que busco para mí misma. Desde mi aspecto, cuidando mi piel, cuidando mi alimentación, mis horas de descanso, de bienestar, hasta el equilibrio —tan necesario— con uno mismo. La belleza está en la autenticidad de cada uno y eso se contagia. 

Las capacidades y valores que busco transmitir son los de ser una mujer actualizada e informada, que sabe que todo se basa en el trabajo a conciencia y en la tenacidad de lograr los objetivos. Me muestro descontracturada y siempre cercana a mis pacientes.

¿Qué implica ser un buen líder? 

La tarea más importante es la de liderar las crisis, como sucedió con la pandemia de Covid-19, cuando hubo que hacerse cargo del equipo ante el cierre obligado y ser el responsable último de todas las decisiones. En esos momentos se vive cierta soledad para tomar la decisión más acertada. 

Otra característica importante es la capacidad de trabajo al mismo tiempo que se da la búsqueda y el desarrollo personal. El ser interior no está separado de la persona. Es arriesgarse, festejar los aciertos y asumir los errores. Es inspirar, innovar, ser coherente con uno mismo y con el entorno.

¿Cómo encuentra un balance entre el rol de madre y las obligaciones laborales? 

Mi rol de madre es una de mis prioridades. Darles tiempo de calidad a mis hijas y compartir con ellas el día a día es algo que no negocio. En definitiva, es estar presente y que sepan que cuentan conmigo cuando deseen. Nada debería ocurrir por casualidad y en nuestro caso buscamos conjugar el trabajo y el hogar con distancias que nos permitan almorzar en casa, llevarlas y traerlas del colegio y compartir momentos sin horario.

Lo mismo sucede con nuestros pacientes. Saben que estamos disponibles, saben cómo ubicarnos y los acompañamos siempre con una llamada, un mensaje o una visita. El proceso de atención se prolonga lo necesario para dar la seguridad que cada uno requiera.

¿Cómo visualiza el futuro de la empresa con respecto a los cambios tecnológicos? 

Los cambios tecnológicos son permanentes y, dado al acceso universal que tienen los pacientes a la información, es una tarea más que requiere conocimiento y estudio. Nosotros hacemos un camino que tiene una pequeña variante: pensamos en la necesidad del paciente y desde ese lugar investigamos qué tecnologías disponibles tiene el mercado. Está claro que nos llega muchísima información —la cual analizamos—, pero el avance tecnológico requiere un tiempo de pruebas para garantizar los resultados que promete que no siempre se cumplen, por lo que debemos ser muy cautos. Por otra parte, la oferta de tecnología de mala calidad o no probada es muy amplia. De hecho, ahora estamos trabajando en un informe de complicaciones por aparatología que no cumple con la normativa.

Nosotros complementamos con tecnología las necesidades de nuestros pacientes. Es un camino que hacemos juntos, acompañando las decisiones que el paciente toma, para lograr resultados naturales, coherentes y duraderos. Requiere compromiso de ambas partes.

¿Qué recomendaciones les daría a las jóvenes que inician el camino del emprendedurismo o la gestión empresarial? 

El camino es maravilloso, pero uno debe sentirlo. A veces vemos cosas que hacen los demás y nos encantan, pero realmente no se tiene idea de qué es lo que sucede tras el telón. Si las moviliza, les gusta y están decididas, hay que avanzar. Requiere planificación, estar presente, capacitación permanentemente y trabajo todos los días de la semana.

¿Qué mujeres la inspiran?

Me inspiran las heroínas anónimas. Mi abuela Ramona, que sostuvo a la familia y era el equilibrio dulce y firme de la infancia, el refugio en el abrazo y la mirada cómplice. Me inspira Carmen, que limpia con nobleza y generosidad la clínica hasta dejarla como solo ella sabe. Me inspiran mis hijas cuando proyectan su futuro e insisten lo necesario. Me inspira el compromiso silencioso de las cosas bien hechas.