Las responsables de Atemporal: Julia Helena Piñero, Flor Crosta y Eva Risso
Desde que tienen recuerdo, Florencia Crosta y su madre, Julia Helena Piñero, asisten a remates, ferias y anticuarios juntas. Pero desde julio de 2020 su actividad se intensificó. El gusto por encontrar tesoros les generó la necesidad de buscar piezas, intervenirlas, reciclarlas y encontrarles un nuevo hogar. De esa forma nació Atemporal. En diciembre del año pasado se integró al proyecto Eva Risso, y hoy entre las tres renuevan muebles y objetos basadas en el diseño, la calidad y la durabilidad.
Los muebles y objetos que ofrece Atemporal son principalmente art déco, nórdicos y de mid fifties, cuyos diseños agregan refinamiento y modernizan los espacios. Después de seleccionar las piezas con las que hay "amor a primera vista", el foco del emprendimiento pasa por respetar lo más posible el diseño original y prestar especial atención a la calidad, utilizando siempre materiales nobles y que garanticen durabilidad.
En el proceso de restauración se preserva lo máximo posible la materia prima y sus herrajes; para llegar al resultado deseado trabajan con experimentados ebanistas, tapiceros, electricistas, cromadores y restauradores. En lo que refiere a funcionalidad y aporte estético, usualmente las emprendedoras recurren a la colocación de espejos y vidrios, que dan la sensación de mayor espacio, y al uso de colores y diferentes tipos de tela en muebles tapizados.
Si bien Atemporal ofrece sobre todo el producto final a sus clientes, sus creadoras evalúan la posibilidad de ampliar su servicio para quienes quieran intervenir sus propios muebles. Tras un año de trabajo el proyecto ha ido evolucionando y actualmente, a pedido de su público, también realizan diseño de interiores.
instagram.com/atemporaluy
Una vida futura
Agustina garcía, creadora de Futura
Cuando Agustina García se mudó sola por primera vez, comenzó una gran búsqueda que jamás terminó. La joven necesitaba armar su propio espacio y prefirió elegir principalmente muebles vintage por su relación precio-calidad y porque los diseños se ajustaban más a su estilo. "Empecé a comprar cosas de segunda mano y me emocionaba cada vez que encontraba algo increíble, pero nadie necesita tres barcitos y siete lámparas de mesa", explica. Entonces decidió abrir una cuenta de Instagram y crear Futura, un proyecto de rescate de muebles y objetos únicos a los cuales la joven pretende dar una nueva vida. La marca, desarrollada en 2020, ofrece muebles vintage de buena calidad, con diseños atemporales y cuya compra supone una forma más sustentable de consumo.
La curaduría es lo más importante en el proyecto de Futura. En la cuenta de Instagram de la marca se pueden encontrar principalmente lámparas y muebles mid century, además de piezas de la década del 70, que la emprendedora elige por sus diseños, curvas y colores.
Futura funciona con dos modalidades: con hallazgos propios de Agustina o con búsquedas personalizadas. Esto quiere decir que, por un lado, la joven realiza una selección y restauración de muebles y lámparas y, por el otro, desarrolla búsquedas personalizadas a partir de referencias que le mandan sus clientes. "En oportunidades se comunican con imágenes de muebles u objetos que vieron en Internet o de algunos que ya se vendieron en Futura. En función de eso, realizo una investigación y les armo una propuesta con opciones y sus posibilidades de restauración para que evalúen", explica la responsable del emprendimiento.
instagram.com/futura.objetos
Obras accesibles
Las emprendedoras de Obra Objetos María Belén Nieves y Natalia Leira
De manera espontánea y como pasatiempo de cuarentena, en julio de 2020 dos arquitectas y una diseñadora de modas sintieron la necesidad de convertir su pasión por encontrar tesoros en un emprendimiento. Actualmente, son María Belén Nieves y Natalia Leira quienes lideran Obra Objetos, un proyecto que revaloriza mobiliario y objetos con historia con un fuerte foco en el consumo responsable y en ofrecer piezas a las cuales consideran obras a un precio accesible.
Si bien la mayoría de los productos que ofrece la marca están cerca del estilo mid century, sus responsables aseguran que su búsqueda de muebles y objetos no se basa en ninguna época en particular. El emprendimiento se centra principalmente en conseguir las piezas que encajen mejor en la construcción del universo Obra, que se define con un estilo fresco, joven y lúdico, en el cual los colores, las formas y las texturas combinados entre sí juegan un rol fundamental. "Lo tenemos tan incorporado que la selección y la colorimetría que usamos al restaurar se da de manera natural. Del mismo modo, también reconocemos con facilidad qué objetos no forman parte de ese universo y con qué estilos no nos identificamos tanto", explica Natalia.
Todas las restauraciones de mobiliario y objetos de Obra se realizan bajo el criterio creativo de sus impulsoras, que se caracteriza por el uso de colores. "El lila junto con el dorado supieron ser nuestra principal obsesión; y distintos materiales, como la esterilla, que suele ser nuestra aliada", cuenta María Belén.
Más allá de la satisfacción que les causa a María Belén y Natalia darles vida a artículos considerados obsoletos y en consecuencia generar un impacto positivo en el medio ambiente, siempre se basan en lo que buscan sus clientes. Y eso se aplica tanto desde el punto de vista creativo -dándole a cada pieza un estilo con el que se puedan sentir identificados-, como desde la perspectiva económica, prestando especial atención a no pasarse de un determinado presupuesto. Para ellas, lograr productos buenos pero accesibles es parte fundamental de su tarea.
instagram.com/obra.objetos
Como en el set de una película
Los creadores de Doña Francisco y Luciana Leizagoyen y Camyla Rivero en un sillón modular de 4 cuerpos con tapizado original Jack Lenor Larsen
Tal como lo hacían las doñas de antes, que guardaban un juego de porcelana específico para tomar el chocolate caliente el día de su cumpleaños, Camyla Rivero y Francisco y Luciana Leizagoyen buscan atesorar cada pieza que seleccionan como si fuera propia. El emprendimiento Doña, que nació en mayo del 2021, aplica una filosofía de consumo sustentable y reutilización, que promueve la economía circular y convierte a cada objeto en una pieza de arte única.
Los tres integrantes del equipo contaban con experiencia previa en distintos proyectos vinculados con la restauración, el interiorismo y la búsqueda de objetos específicos para producciones fotográficas e instalaciones artísticas. Fue así que, después de muchas conversaciones, decidieron sumergirse juntos en un emprendimiento que ofrece la posibilidad de alquilar o comprar objetos con características especiales.
"Nos gusta pensar que la vida es una película en la cual podemos incidir de alguna manera en la dirección de arte. Por eso tenemos una gran influencia del cine en la elección de los objetos y la estética de Doña", explican los creadores de la marca, para quienes algo tan cotidiano como un café por la tarde puede ser escenificado con objetos que engalanen la ceremonia. Los jóvenes buscan revalorizar los objetos decorativos y los muebles y, en consecuencia, potenciar los espacios cotidianos, que entienden merecen ser tratados como un set de Pedro Almodóvar, Stanley Kubrick o Ivor Tarkovsky.
El valor agregado que identifican los responsables del proyecto -que además de vender a clientes particulares proponen el alquiler de sus objetos a diversas producciones audiovisuales- es ofrecer productos casi imposibles de conseguir en otro lado. "Al salirnos de la cadena de producción en serie nos encontramos con objetos singulares en su material y diseño. Buscamos que el sello Doña traiga aparejada la idea de exclusividad, originalidad y de piezas únicas", sostienen.
Para llegar al resultado final, el proceso se divide en varias etapas. La primera es la elección de objetos, que Luciana, Francisco y Camyla realizan como una curaduría artística. "Para que el objeto sea seleccionado debe encastrar como una pieza de puzzle en la serie de objetos Doña", explican. Para esto trabajan con proveedores y recorren Montevideo y el interior del país en busca de objetos del siglo XX, principalmente desde la línea temporal delimitada a partir de la Bauhaus.
El segundo paso consiste en la restauración, que puede ser desde básica a intensiva dependiendo del estado en el que se encuentre el objeto. Instalación eléctrica de luminarias, trabajo en madera y tratamiento de las distintas superficies (lijado, pintura, lustrado) son algunas de las tareas más comunes en esta etapa. Una vez culminada la restauración, se procede a la fotografía. En este paso, los emprendedores buscan no solo mostrar el producto, sino crear escenarios donde convergen formas, colores y texturas.
Para comunicarse con su público Doña elige Instagram. En ese sentido, el cuidado de la estética de la cuenta se hace notar. Junto con la calidad de la imagen también hay mucha dedicación en la línea cromática del feed. Los textos que acompañan las descripciones de los objetos no se quedan atrás y también tienen su toque literario.
instagram.com/donia___uy