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Las pasiones y obsesiones de Christian Louboutin, el hombre de los zapatos de suelas rojas
Se inauguró en Mónaco L’Exposition(niste), una muestra monumental de Christian Louboutin, el hombre de los zapatos de suelas rojas, que celebra sus 30 años de trayectoria y deja en evidencia sus pasiones y obsesiones
imagen de Las pasiones y obsesiones de Christian Louboutin, el hombre de los zapatos de suelas rojas
FOTO
Dos
años después de
la muestra L’Exposition(niste),
de Christian Louboutin, en el Palais de la Porte Dorée de París, el
Grimaldi Forum Monaco presenta un segundo capítulo de esta
exposición a gran escala, dedicado al trabajo y la imaginación del
diseñador de calzado y figura clave en el mundo de la moda, que se
ha inspirado mucho en el principado.
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La
muestra del diseñador francés, que adquirió fama mundial por sus
stilettos
de suelas laqueadas en color rojo, podrá visitarse hasta el 28 de
agosto, pleno verano boreal. El concepto es el mismo del de la
primera entrega: un recorrido alegre y sofisticado a través de 30
años de prolífica creatividad, combinado con un viaje único a
través de su mente y su imaginación.
“La
exposición es a la vez una aventura y un desafío: cómo transmitir
la sensación de pasar el tiempo sin detenerlo, cómo resaltar la
efervescencia de un diseñador sin exhibirlo, y cómo revelar a la
audiencia su red de inspiraciones y amistades”, dice Olivier Gabet,
comisario de exposiciones y director del Musée des Arts Décoratifs
de París.
En
el magnífico escenario que es el Grimaldi Forum Monaco, en un salón
de 2.000 metros cuadrados, la exposición ofrece al público una
nueva perspectiva sobre la obra de Louboutin, presentando piezas
inéditas relacionadas con sus inspiraciones monegascas y nuevas
colaboraciones. “Cuando Mónaco organiza exposiciones, asegura la
libertad de expresión porque los lugares que las albergan pueden
transformarse a voluntad. Hubo una libertad en su diseño y narración
que me permitió volver a imaginar mi propia exposición sin
restricciones”, aseguró Louboutin. “La muestra tiene como
objetivo provocar emociones como lo hizo en París, pero esta vez a
mayor escala. Aquí, las obras expuestas pueden alcanzar su esplendor
e interactuar entre sí en el espacio abierto”, agregó.
Louboutin:
visionario y observador. El
enfoque de Christian Louboutin es amplio y refleja su personalidad y
su profundo conocimiento del mundo, del arte y de la moda. La
exposición es un viaje en el que la emoción y la maestría se
entremezclan con su amor por la interpretación y el sentido del
humor. Según analiza Gabet, el lugar singular de Christian Louboutin
en el mundo contemporáneo se debe sin duda a su amor por la cultura
popular, en el sentido más noble del término, así como a su pasión
por la música y el cine. El término Louboutins
se ha convertido en un nombre familiar como resultado de esta
combinación. Habitual del Palace, el icónico local de la vida
nocturna parisina de los años 70 y 80, la obra de Christian
Louboutin siempre ha estado ligada a figuras inspiradoras, desde
deportistas de élite, actrices famosas, músicos y cantantes de todo
el mundo, como recuerda la portada del New
York Post
en memoria de la cantante Aretha Franklin: “Ir con estilo, vestida
en paz: Louboutins rojo fuego, ataúd chapado en oro, tres cambios de
vestuario” (“Going
in style, dressed in peace: Fire-red Louboutins, gold-plated coffin,
three costume changes”).
“Las
elecciones realizadas por Christian Louboutin están
inextricablemente unidas a su papel como descubridor de culturas,
talentos, territorios y artesanía. Su obra maestra es el singular
diálogo entre cada una de las piezas, que cuentan una historia e
inspiran curiosidad. La definición de belleza de Christian
Louboutin, así como su visión, se basa en la observación, el
respeto y la capacidad de mirar con ojo crítico. Así es como
reconoces las señas de identidad de un gran diseñador: alguien que
puede detectar una belleza atemporal y oculta antes que los demás”,
dice Gabet.
La
muestra: sus influencias y sus pasiones. Lejos
de una retrospectiva tradicional, la exposición se ha diseñado como
una alegre odisea a lo largo de tres décadas de creatividad
desbordante. En el corazón de la exposición, la sala Museo
Imaginario reúne elementos de la colección personal y el patrimonio
del diseñador, así como piezas artísticas prestadas de colecciones
públicas y privadas. A través de ellas explora varios temas
presentes en su trabajo, como su amor por la danza y la herencia del
Ballet Ruso, la influencia pop de Warhol, el genio fotográfico de
Helmut Newton, y su fascinación por la oceanografía.
Varios
préstamos excepcionales destacan la pasión de Louboutin por las
artes escénicas. Estos artículos incluyen dos piezas
extraordinarias cedidas para la ocasión por el Nouveau Musée
National de Mónaco: el tocado que usó Josephine Baker en 1974
diseñado por André Levasseur, y la escenografía construida en 1926
por el pintor André Derain para la escenografía del ballet Jack
in the box,
de Serge Diaghilev.
Si
bien el protagonismo está puesto en los zapatos a través de una
selección de piezas que incluyen algunos modelos únicos, el
diseñador también ha querido rendir homenaje a quienes lo inspiran.
La exposición presenta colaboraciones exclusivas con artistas y
diseñadores de moda, incluida una instalación 3D personalizada
diseñada por el artista visual británico Allen Jones; una
experiencia inmersiva en un espacio de exposición de 170 m2.?“Esta
segunda parte de la exposición ofrece al visitante una visión de
las obras y artistas que viven dentro de mí y me inspiran, sin
imponer comparaciones específicas con mis propias creaciones. Es una
experiencia poética que va de lo ordinario a lo extraordinario, sin
jerarquías. Aquí es donde encargué a Allen Jones, un ícono del
arte pop británico, que creara una pieza personalizada para Mónaco.
Durante nuestra conversación, se nos ocurrió la idea de darle vida
a una de sus esculturas. Ha estado inmóvil durante más de 40 años.
Cover Story saltó inmediatamente a la palestra por sus líneas
impecables y su admirable capacidad para captar la luz. Esta
colaboración, arraigada en su historia y a la vez mirando al futuro,
abre un abanico infinito de posibilidades gracias a su diseño de
movimiento y la pantalla 3D de 12 metros de largo”, relata
Louboutin.
Otras
colaboraciones que pueden verse en la muestra incluyen un video de la
artista neozelandesa Lisa Reihana, que, concebido como un paseo en
medio de los sueños, combina obras de la colección personal de
Christian Louboutin con los lugares que le son queridos. El fotógrafo
Peter Lippmann recibió a su vez carta blanca del diseñador para
crear un escenario único para una bota hasta el muslo, la
Versaillaise, que simboliza una lámpara de araña a partir de un
dibujo realizado por Louboutin en 2009.
Su
vínculo con Mónaco: arte y realeza. “La
segunda sede de esta exposición es un lugar con el que tengo un
vínculo muy especial”, asegura el diseñador. “Unos meses
después de que abriera mi primera boutique en la calle Jean Jacques
Rousseau en 1991, entró Su Alteza Serenísima la princesa Carolina
de Mónaco. Fue una de mis primeras clientas, lo que ayudó a hacer
de mi casa lo que es hoy. Además de ser una persona a la que
considero una de mis hadas madrinas, se ha convertido en una
verdadera amiga. Mónaco se reduce fácilmente a una imagen
romántica: la luz, el cielo y el mar, todo parece un set de cine”,
agrega. Detalla entonces la importancia del principado en la
vanguardia tanto de las artes visuales como las artes escénicas.
“Además, con las expediciones que el príncipe Alberto I comenzó
a organizar en 1885, invitando a eruditos, científicos, pintores y
biólogos, entre otros, para que lo acompañaran en sus barcos al
Ártico, Mónaco también acogió a la vanguardia científica. Esas
expediciones dieron origen a un museo extraordinario, el Musée
Oceangraphique de Mónaco, que me recuerda al Acuario del Palais de
la Porte Dorée en París, donde solía ir los fines de semana cuando
era niño”, relata.
El
museo: la sede del segundo capítulo. Cada
verano desde hace más de 20 años el Grimaldi Forum Mónaco produce
una exposición temática a gran escala. Estas exposiciones anuales
están dedicadas a un movimiento artístico importante, o a un tema
basado en el patrimonio o la civilización, en colaboración con las
instituciones culturales más importantes del mundo. El año pasado
fue el turno de Giacometti and Marvelous Reality (de Alberto
Giacometti), para el próximo ya está prevista una de Monet en
colaboración con el Marmottan Museum, y para 2024 una de (J. M. W.)
Turner en colaboración con la Tate Gallery. Pero este año el
protagonista de tan prestigioso espacio es Christian Louboutin con
L’Exposition(niste),
Capítulo II.
“Esta exposición rinde homenaje a uno de los diseñadores
contemporáneos más conocidos de la actualidad, un artesano que
convirtió su experiencia, el calzado, en una expresión artística.
Sus inspiraciones y colaboraciones se muestran en nuestro Ravel Space
(centro de convenciones y exhibiciones) como asombrosas piezas de
arte y artesanía en todas sus formas”, cuenta Sylvie Biancheri, la
directora general del Grimaldi Forum Mónaco.
Según
Gabet, esta nueva aventura artística en Mónaco ofrece perspectivas
sin precedentes. “Christian Louboutin, el diseñador, también es
curador. Expresa preferencia por las obras en 3D, incluidas obras de
arte y esculturas, y destaca su amistad con los artistas. Amplía sus
horizontes en términos de lo que ama y a quién admira”, resume.
Según
sus organizadores, la exposición en su segunda entrega ha sido
“hábilmente orquestada y reinventada”, y “se ha enriquecido
con nobles novedades” que celebran, además de la obra de
Louboutin, al Principado de Mónaco.