En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Desde el antiguo Egipto hasta la actualidad, la estética de las cejas ha ido evolucionando de la mano de diferentes corrientes culturales; ahora la moda está entre dos extremos, lo natural y el decolorado
Al buscar el término “tutorial de cejas” en Youtube aparecen cientos de miles de videos. En cuestión de minutos explican cómo depilarlas, darles forma, peinarlas y maquillarlas —sobre todo para quienes tienen pocos vellos—. Además, en las perfumerías se pueden encontrar lápices, pomadas, geles, brochas y todos los instrumentos necesarios para lograr las cejas perfectas.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En tan solo cien años, las cejas de moda han oscilado entre lo hiperfino hasta lo tupido, dependiendo de la década. Es que el vello facial suele estar a la merced de las diferentes tendencias, y al igual que la indumentaria refleja el espíritu de la época.
Desde el antiguo Egipto hasta la actualidad. En el 3500 a. C. no existía Youtube, claro, pero sí el maquillaje y su aspecto cultural. Por ejemplo, en esa época en Egipto, tanto hombres como mujeres usaban tintes naturales, como carbón, para darle un efecto más dramático a las cejas. En la Antigua Grecia, por otro lado, se estilaba dejarlas al natural y la “uniceja” era vista como algo atractivo y deseable.También era así para los romanos.
Más tarde, en la época isabelina, era costumbre que las mujeres inglesas se depilaran las cejas reduciéndolas a su mínima expresión. Algunas, incluso, las removían por completo y las volvían a trazar con un lápiz, dándole una forma más arqueada que la natural. Las cejas finas, la piel pálida y el pelirrojo eran los ideales de belleza de la época, moldeados a imagen y semejanza de la reina Elizabeth I.
Sin embargo, según explica Rebecca Herzig en su libro Plucked: A History of Hair Removal, “la campaña en contra del vello en las mujeres” comienza con el libro de Charles Darwin El origen del hombre, y la selección con relación al sexo (1871). “La teoría evolutiva de Darwin transformó al vello en una cuestión de selección natural, fue profundamente patologizado. Se asociaba el pelo con lo primitivo y arcaico. Los científicos concluyeron que una clara diferencia entre los hombres y las mujeres indicaba un ‘alto desarrollo antropológico’”, agrega Herzig.
Desde ese entonces la depilación pasó a ser prácticamente un requisito para las mujeres del mundo occidental, en particular en las piernas y axilas, pero también en las cejas. La pinza se transformó en un esencial de los necessaires y el removerse los vellos del rostro se volvió un paso más en los rituales de belleza.
Una cuestión de moda. Durante décadas las alteraciones fueron mínimas, hasta que en los años 20 el cine se transformó en una forma de entretenimiento popular. Con el auge de la gran pantalla las estrellas de Hollywood se convirtieron en referentes de estilo y actrices como Clara Bow, Jean Harlow y Marlene Dietrich comenzaron a marcar tendencia. Ese fue el puntapié inicial para la era de la ceja ultrafina, cargada del dramatismo perfecto para los primeros planos en los filmes en blanco y negro.
Clara Bow. Foto: AFP.
Como siempre, la moda se mueve como un péndulo y para los años 40 las teatrales cejas finas ya eran consideradas passé. Katherine Hepburn, Grace Kelly y Lauren Bacall representaron la estética de la época con cejas al natural, limitándose a pulir la forma y colocar vaselina para darle brillo. En la década siguiente, en pleno auge de la posguerra, la estética del New Look, creada por Christian Dior, trajo consigo la exageración de las cejas. La producción de maquillaje se volvió masiva y accesible, y las mujeres adoptaron la costumbre de repasar sus cejas con lápices para lograr una apariencia más tupida, imitando a Elizabeth Taylor, Marilyn Monroe y Audrey Hepburn.
Los años 60 y 70 fueron revolucionarios —en todo sentido— y en ellos coexistieron dos estilos bien diferentes. Por un lado, las cejas “salvajes” del movimiento hippie, y por otro las finas y arqueadas de quienes seguían la estética disco. En los 80, el péndulo se volvió a inclinar hacia lo tupido y exagerado, alineándose con la estética maximalista de la época con Brooke Shields y Madonna como sus máximas embajadoras.
Brooke Shields. Foto: AFP.
En los 90 el grunge y la estética heroin chic marcaron la década y supermodelos como Naomi Campbell y Kate Moss instalaron la moda de las cejas extremadamente finas, algo que sigue siendo recordado con dolor por las mujeres que intentaron emular esta tendencia.
Por último, alrededor de 2010 la modelo británica Cara Delevigne volvió a popularizar la ceja muy tupida, que se convirtió en una cuestión aspiracional. Las redes sociales jugaron un rol fundamental en esta década; con tutoriales en Instagram y Youtube las gurús de belleza instalaron las cejas hiperdefinidas y gráficas, al estilo Kardashian. Esto, combinado con un boom en la industria del maquillaje, llevó a la aparición de cientos de productos diseñados para poder crear de forma artificial el estilo tupido.
Qué se usa en Uruguay. Esa ceja arquitectónica es cuestión del pasado y ahora lo que se busca es elevar los rasgos naturales sin demasiado artificio. Esta tendencia sigue la línea del no-make up make up, que es maquillarse pero sin que se note que estás maquillada.
“Las cejas son el marco de los ojos, nacemos con las cejas que debemos tener según nuestra morfología por eso es importante potenciarlas sin cambiarlas y, para eso, existe el perfilado”, explica May Martínez, maquilladora uruguaya que desde hace unos cinco años se especializa en cejas.
Perfilado de cejas por May Martínez.
El perfilado busca definir las cejas sin afinar en exceso, sino guiándose por la forma natural. Es una técnica indolora y no permanente, se realiza con pinzas y tijeras y dura unos 30 días. Luego, además, se puede hacer un laminado que fija el pelo en la dirección deseada, lo que da la sensación de mayor volumen.
“Mis clientas se han dado cuenta de cómo se potencian sus cejas al hacerse el perfilado y creo que la tendencia en Uruguay es esa, que estén bien prolijas y que respeten la morfología de tu rostro. No se hacen arcos que no corresponden y se dejó de usar mucho maquillaje para pasar a una forma de pluma, algo muy etéreo”, agrega.
Soledad Egozcue, pionera en el rubro, coincide con Martínez y afirma: “He notado un aumento en el interés de la mujer uruguaya en relación con el cuidado en general. Antes se hacían un brushing ocasional, pero creo que ahora entendieron que las cejas son el marco de la cara y que se les puede dar una mirada sofisticada y linda. Las redes sociales influyeron en cuanto al consumo de la estética, ven que otras se hacen un tratamiento y que queda bien y lo quieren probar. Se crea la necesidad y se instala”. La experta asegura que no se trata de seguir modas ni de copiar las cejas de otro, sino de hacer para cada cliente lo que es mejor para su rostro de acuerdo a sus proporciones. De todos modos, reconoce que actualmente se usan las cejas más tupidas.
Aquellas personas que por cuestiones hormonales o por exceso de depilación no tienen vellos, pueden recurrir a la dermopigmentación, tratamiento no quirúrgico que consiste en la aplicación de pigmentos en la capa subepidérmica de la piel. Algo así como un maquillaje permanente; duran entre 9 y 12 meses dependiendo del tipo de piel y el color de la tinta. Erika Soca, especialista en esta técnica, la aconseja para “mujeres que un día se miraron en el espejo y se dieron cuenta de que perdieron fuerza y marco en los ojos”, pero que al mismo tiempo buscan una solución práctica que no les implique maquillarse a diario.
Aunque los precios pueden variar entre las profesionales o centros estéticos, el perfilado cuesta alrededor de 800 pesos, el laminado 3.000 y la dermopigmentación unos 350 dólares.
Sin cejas es más cool.En oposición a ese estilo más natural que buscan actualmente la mayoría de las mujeres, en el último año las cejas decoloradas causaron entusiasmo entre las generaciones más jóvenes. La moda se originó en las pasarelas y rápidamente fue adoptada por influencers en busca de un estilo más vanguardista, como Oriana Sabatini en Argentina o Kendall Jenner en Estados Unidos.
“La tendencia que se está viendo ahora es la ceja completamente decolorada, inexistente. Esto es movimiento de contrapunto de lo que se vino usando hasta ahora, de cejas más anchas, presentes, perfiladas o salvajes, pero muy presentes. Yo lo tomo como un llamado de atención, ya que esto sí que no le favorece a nadie”, afirma Soca.
Si las cejas reflejan el espíritu de la época, podría concluirse que en 2022 se trata de verse lista para una selfie de Instagram, pero sin que se note todo el trabajo que hay detrás. O, al mismo tiempo, ir por una estética tan maximalista y extraña, como el decolorado, que busca llamar la atención de todos.