Cuatro expertos en ropa vintage eligen sus piezas favoritas de diferentes tiendas de segunda mano
Cuatro expertos en ropa vintage eligen sus piezas favoritas de diferentes tiendas de segunda mano
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáHace ya muchos años que la industria de la moda enfrenta controversias en cuanto a sus métodos de producción. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en la confección de un pantalón de jean se utilizan 7.500 litros de agua, solo por mencionar alguno de los datos más impactantes. En el último tiempo, el cuestionamiento se enfoca principalmente en el modelo de negocio. Las grandes marcas de retail pasaron de fabricar dos colecciones anuales (otoño/invierno y primavera/verano) a tener nuevas colecciones semana a semana. Esta forma de operar cambió, indefectiblemente, los hábitos de consumo, predisponiendo a los usuarios a adoptar el modelo comprar-usar-tirar.
Como contracara a esta realidad y en busca de opciones exclusivas para crear un estilo atemporal a buenos precios, cada vez más personas consideran que comprar ropa vintage es la mejor opción del mercado. Según Wikipedia, "la palabra vintage se utiliza para referirse a aquellas prendas o accesorios que han sobrevivido al menos veinte años después de su creación, convirtiéndose en un clásico preciado". Eso la diferencia de la ropa second hand, que abarca cualquier prenda a la que se le dé una segunda vida, y del upcycling, que consiste en transformar tejidos o prendas excedentes en objetos de valor, reduciendo el consumo de materias primas vírgenes. Pero también hay coincidencias: las tres modalidades se basan en los principios de la economía circular para dar nueva vida a ropa que ya existe.
Además, es innegable que el pasado está de moda. Y muchas de las prendas o accesorios que usaron nuestros padres o abuelos hoy son considerados cool. ¿Qué mejor que comprar un cordón para los lentes, unos pantalones slouchy, un chaleco bordado o una camisa con cuello bebé original?
Para mostrar cómo funciona este fenómeno a nivel local, qué tipo de prendas es posible encontrar y cuáles son las marcas más relevantes que se dedican a la curaduría de prendas en Montevideo, Galería invitó a Dolores de Arteaga, Paulina Fava, Agustina Méndez y Lorenzo Batlle, creativos y conocedores del circuito, a que compren ropa vintage con un presupuesto de 2.000 pesos cada uno.
Dolores de Arteaga
Dolores (50) nació en Montevideo, estudió Educación en la Universidad Católica y luego hizo un posgrado en la Universidad ORT desoyendo los consejos de su padre, que veía en ella habilidades para la comunicación y la moda. Después de 10 años trabajando con niños, abrió una casa de segunda mano en Carrasco. "Hasta ese momento, en 2004, las casas de segunda mano no cuidaban la estética, entonces decoramos nuestra tienda relinda, poníamos música y teníamos una selección de ropa de marcas buenas. Así empezamos. Estuvimos 10 años, hasta que le vendí mi parte a mi socia". A los seis meses surgió la inquietud por la comunicación, y empezó La Citadina, un blog inspirado en las ciudades y el estilo de vida, con punto de partida en Montevideo. Allí comenzó a llamar la atención de sus lectores por cómo se vestía y las historias que publicaba. El vínculo con el mundo de la moda lo tiene desde siempre, cuenta, sobre todo por influencia de su madre, a quien le fascinaba el tema, al punto de viajar a Buenos Aires a comprar ropa junto con sus hijas cuando ellas eran niñas. Más tarde tuvo una marca de ropa vintage, Antigua, y participó en la creación de una colección cápsula para Manos del Uruguay. Desde el comienzo de la pandemia está haciendo un curso de asesoramiento de imagen, porque siente que le faltaba "la parte técnica".
Hace veinte años que compra ropa usada, pero hace cuatro comenzó a incorporar prendas vintage que la ayudan a componer un look ecléctico. Sus lugares preferidos son Recycla, Ciclotimia y Antolina. También compra en Tristán Narvaja, Emaus y Remar.
Dolores afirma que tener estilo es tener identidad, más allá de las tendencias. Cree que lo mejor de comprar ropa en esta época es la variedad y la posibilidad de vestirse bien por precios módicos. Encuentra inspiración en el arte y la naturaleza, la música que más le gusta es el jazz, el soul y el rock. En relación con la moda internacional, sigue desde siempre a Christian Dior, Delpozo, Gucci y Ralph Laurent. De Argentina le gusta el trabajo de Evangelina Bomparola y de Uruguay Ana Livni y Rotunda.
Campera de cuero drapeado $ 590 | BOTICA LIBERTAD. Blusa de seda $ 390; pollera plisada $ 500 | ANTOLINA
Traje color manteca $ 690 | BOTICA LIBERTAD
Lorenzo Batlle y Agustina Méndez
Agustina (28) nació y se crió en Punta del Este. Lorenzo (26) nació en Montevideo, vivió en Chile y, al igual que Agustina, pasó gran parte de su vida en Maldonado, cerca del mar. Se conocieron en 2013 en la facultad de Arquitectura; eran compañeros de clase y se hicieron amigos rápidamente. Este año se casaron y planeaban hacer el viaje de la Facultad, pero con la llegada de la pandemia tuvieron que readaptar su vida, entendiendo este tiempo como una nueva oportunidad para seguir dando pasos en su carrera y trabajar en proyectos que los unen.
Desde hace un tiempo crearon PEZPEZ, una marca para la que diseñan objetos, principalmente mates de madera de algarrobo. Además, los dos son fotógrafos, están a punto de recibirse de arquitectos y hacen dirección de arte. Su último proyecto en conjunto fue la realización del arte para el disco Ritos de pasaje, el nuevo trabajo de la artista Phoro. Además, Agustina hace estilismo para algunos proyectos y Lorenzo -que se considera un melómano "empedernido"- es DJ. Si hubiera que buscar una única definición, sería la de "artistas transversales", ya que hacen todo con un fuerte vínculo con el arte y la música.
Agustina no recuerda cuándo comenzó a consumir ropa vintage, aunque sí es consciente de que todo lo que sucedió en un tiempo pasado le llama la atención. Para ella tener estilo es ser auténtico y desprenderse de preconfiguraciones sociales. Encuentra inspiración cerca del mar, en los colores y la música. Sus referentes artísticos son las vanguardias del siglo XX.
Lorenzo compra vintage en una búsqueda por volver a los orígenes, porque le interesa contribuir a disminuir la huella de carbono y porque encuentra en estas prendas una calidad superior. Para él, el estilo al vestir comunica una forma de vida. Encuentra inspiración en la sociedad, el arte y la cultura. Sus referentes artísticos cambian permanentemente, porque entiende que él está en un cambio constante, pero suele guiarse por quienes no siguen modas. Si tuviera que elegir, Eduardo Mateo y Basquiat son algunos de los nombres elegidos.
Agustina: Vestido camisero estampado $ 790; Lorenzo: Remera $ 490 | ESPARTACO
Agustina: Traje rojo a lunares $ 1.200; Lorenzo: Kimono reversible $ 1.500 | ESPARTACO
Paulina Fava
Con 19 años, Paulina o Pauli -como todos la conocen-, sabe muy bien lo que quiere. En 2021 planea estudiar Diseño en Peter Hamers, con el objetivo de integrarse al mundo de la moda, del que virtualmente ya es parte.
Empezó a buscar y comprar ropa vintage a los 16 años inspirada en su abuela, que coleccionaba prendas de marcas de calidad. ¿Por qué? Buscaba más opciones y consumir bajo los principios de la economía circular. Para ella el estilo es su carta de presentación. Le resulta "fascinante" crear con la ropa una identidad que genere sentimientos en los demás. En la ropa vintage busca el drama y lo teatral, y elige piezas que impacten más allá de los básicos. Lo que más disfruta es que haya ropa de todas las épocas, lo que le permite jugar con diferentes tendencias y estilos, siempre creando personajes nuevos. La inspiración nace en su familia, pero también de David Bowie, el art déco, Indiana Jones y Friends. En Montevideo, disfruta descubriendo diferentes versiones de la capital en ferias barriales al norte y el oeste de la ciudad.
Más allá de la pandemia, para Paulina lo más memorable de este año es el cambio de paradigma que vivieron las marcas de moda en relación con la comunicación y cómo se involucraron y comprometieron más en temas de interés social. Si tuviera que elegir dos marcas uruguayas, serían Zarvich y Bebo, una grifa que produce prendas y accesorios de crochet con un enfoque sustentable.
Buzo tejido con apliques en cuero $ 750 | ELDER
Chaleco bordado $ 650 | ELDER
Vestido de encaje con flecos: $ 700 | ELDER
Ocho tiendas para comprar vintage en Uruguay
Espartaco - Boutique callejera y de accesorios irrepetibles
¿Cómo y cuándo surge? En 2006, de un genuino interés de su creadora por la estética, lo performático y lo teatral, pero llevado a la vestimenta de todos los días. El objetivo de Espartaco era romper con el discurso de lucir todos iguales, acercando ropa diferente a sus clientes.
Estilo: El gran parámetro para la curaduría es que la ropa sea diferente. Al comienzo solo incluía piezas antiguas; hoy es posible encontrar en su selección cualquier prenda que tenga más de 10 años. Por eso, lo denomina neovintage.
Público: Un consumidor interseccional.
Precios: Se puede encontrar prendas desde 100 pesos hasta 2.000.
¿Cómo funciona? Todos los domingos de 10 a 16 h en la feria de Tristán Narvaja. Además, vende por redes sociales y hace envíos a todo el país.
Novedades: Planea extender la propuesta que tienen semanalmente en Tristán Narvaja a un showroom en la zona del Antel Arena.
Instagram | @espartaco_roperia, Facebook | Espartaco Ropería
Neón x Laser - Punk hypnagógico y ropa de los 80, 90 y 2000
¿Cómo y cuándo surge? En 2015, unos meses después de que Luz Figueroa y Juan Solara se conocieran. Luz fue dueña de una librería sobre la calle Tristán Navaja y Juan venía del mundo del coleccionismo, ambos habían estado vinculados a la escena musical y encontraron en el vintage un refugio para la creación.
Estilo: Se dedica a ropa de los 80, 90 y 2000. Tienen mucha ropa deportiva y casual.
Precios: Se puede encontrar prendas desde 100 pesos y hasta 2.000.
¿Cómo funciona? Trabajan con colaboradores y amigos que los proveen de ropa y funcionan como una cooperativa en la distribución de las tareas. A partir de la pandemia están con su pop up en Tristán Narvaja dos veces por semana y todas las semanas en un estudio en Parque Batlle al que se accede con cita previa. También venden por Instagram.
Novedades: Piensan crear submarcas que tengan que ver más con lo formal y ropa de vestir.
Instagram | @neonxlaser
So Vintage - vintage sustentable
¿Cómo y cuándo surge? Nace en 2018 para promover el uso sustentable de prendas de calidad y mantenerlas en circulación, mediante una curaduría de tejidos nobles y diseños auténticos.
Estilo: Propone una curaduría impecable de prendas para que sean combinadas con las tendencias de hoy, fusionando la nostalgia y la nobleza del pasado con el diseño actual.
Precios: Entre 300 y 1.500 pesos.
¿Cómo funciona? Se puede comprar en la web, presencialmente y en redes sociales. Hace envíos a todo el país.
Novedades: Cuenta con un estudio en Pocitos que se puede visitar con agenda previa, para venta y alquiler de prendas.
Instagram | @sovintage74, Web: www.sovintage.com.uy
Antolina
Estilo: Es una tienda de ropa second hand donde se encuentran algunas piezas vintage.
Público: Apunta a personas del barrio Pocitos y Punta Carretas que compran ropa usada habitualmente.
Precios: Se puede encontrar prendas entre 300 y 2.000 pesos.
¿Cómo funciona? Trabaja tomando ropa de mujer y hombre a consignación y vende en su local en 21 de Setiembre 2665, de lunes a viernes de 10 a 20 h y los sábados de 12 a 17 h.
Novedades: Con la pandemia se reinventó y ahora vende online cosméticos, productos para el hogar, ropa e incluso subastan diferentes artículos.
Instagram | @antolinasecondhand, Web: www.antolina.com.uy
Elder - Selección de ropa de vieja de segunda mano
¿Cómo y cuándo surge? Nace en diciembre de 2015 de la mano de Sofía Ortega, quien recorría ferias de la ciudad descubriendo objetos de arte y diseño que reconocía como claras piezas de moda con potencial valor comercial.
Estilo: Se le presta especial atención al diseño con una mirada sensible que se aleja de cualquier tipo de cuestionamientos sociales.
Público: Es ropa para jugar y expresarse; y para que la use quien tenga ganas más allá de su género o su edad.
Precios: Van desde 300 pesos hasta 4.000 en caso de piezas antiguas de colección; todo tiene la opción de ser alquilado.
¿Cómo funciona? Vende a través de Instagram y en su showroom en Palermo.
Instagram | @elder.uy, Web: www.shopelder.com
Botica Libertad
¿Cómo y cuándo surge? En 1989 Cristina González se quedó sin trabajo y como alternativa laboral empezó una tienda de segunda mano con un concepto nuevo para la época: "Vender usado con dignidad".
Estilo: Tiene principalmente ropa usada para mujer, hombres y niños "de calidad media para arriba". También se encuentran muchas piezas vintage y hay artículos para el hogar como menage y blancos.
Público: Tiene clientes de toda la vida. Además, alquilan a productoras y estudiantes.
Precios: Desde 10 pesos a 2.800. La prenda más cara que vendieron fue un visón por 10.000 pesos.
¿Cómo funciona? Vende en su local de la calle Libertad 2418, de lunes a viernes de 9.30 h a 19 h y los sábados de 10 h a 15 h. No hacen envíos.
Instagram | @boticalibertad, Web: www.boticalibertad.com.uy, Teléfono: 2711 4333
Cazadores
¿Cómo y cuándo surge? Fue en 2017, con un perchero en la feria de Tristán Narvaja. Diego Olivera y Cecilia, su exnovia, tenían ropa buena que ya no usaban y quisieron darle una nueva vida. Comenzaron con el nombre Cazadores de Ropa, luego pasó a ser Cazadores.
Estilo: Se trata principalmente de prendas de buena calidad, originales de los años 90 y 2000.
Público: Es ropa genderless.
Precios: En la sección outlet hay prendas desde 100 pesos; una campera puede valer 2.200 pesos.
¿Cómo funciona? Vende a través de Instagram y en su showroom en Palermo. Hacen envíos a todo el país.
Novedades: Para el año que viene la idea es ampliar la cantidad de stock del showroom y empezar a importar ropa.
Instagram | @cazadores.uy
Doma Vintage
¿Cómo y cuándo surge? Luana Matus empezó en 2018 a vender ropa personal, le empezó a ir bien, no tenía trabajo y se convirtió en una nueva salida laboral. A partir de este año se sumó al proyecto Valentina. Juntas compran ropa en diferentes ferias, la acondicionan y la venden.
Estilo: Se trata sobre todo de camisas y básicos diferentes.
Precios: Van desde 50 pesos hasta 850. En invierno, algunas prendas pueden valer hasta 1.400 pesos.
¿Cómo funciona? Tiene un showroom en el que reciben con cita previa los martes y jueves. Además, los domingos abren al público de Tristán Narvaja de 11 a 16 h. También vende por Instagram.
Novedades: Están en proceso de sumar ropa vintage infantil.
Instagram | @doma_vintage, Teléfono: 098 883 954.
Producción: Sofía Miranda Montero | Fotografía: Adrián Echeverriaga | Maquillaje y pelo: Pamela Cambre | Agradecemos a Elder y Alquimista Montevideo por su colaboración en esta producción.